El Heredero Del Vampiro PT2

𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 22

Kai

—¡Vladimir! — Llame al vampiro mientras recorría la calle en dónde según se encontraba —.¡Vladimir!

Demonios, la tormenta se está acercando  en cualquier momento se desatará y no logro encontrar al vampiro. Llevo ya más de 10 minutos recorriendo la maldita calle y no encuentro un solo rastro de él, aparte su celular está apagado, me está preocupando mucho espero no haber llegado tarde.

—¡Vladimir!, ¡¿Dónde estás?! — Continúe llamándolo —.¡Vladimir!

Me acerque a un callejón y me adentré en el.

—¡Vladimir!, ¡¿Estás aquí?!

—Aquí estoy...— Escuchó su voz más adelante —.Por favor deja de gritar, me duele la cabeza.

Me acercó al lugar en dónde me pareció escucharlo, lo veo sentado en el suelo, llegó a él y me agachó para verlo a los ojos. Lo notaba realmente mal, estaba sudando y su respiración se escuchaba muy agitada.

—¿Por qué tardaste?

—Me encontraba a las afueras de la ciudad, vine tan rápido cómo pude, ahora ¿Qué fue exactamente lo qué pasó?

—Tú loco tío me atacó y me inyectó agua bendita, no puedo mantenerme de pie y también me cuesta trabajo usar mis poderes.

—¿Tienes fiebre? — Tome su frente y efectivamente lo sentía muy caliente —.¿Cómo es eso posible?, eres vampiro.

—Debe de ser por el agua bendita en mí sistema.

—Ok, entonces vamos te ayudaré a levantarte.

Tome su brazo derecho, él se sostuvo de mí, logro levantarlo del suelo, e intento caminar junto con él. No podía dar ni un solo pasó, sus piernas no le respondían por lo qué podía ver.

—Así no vamos a llegar a ningún lado y la tormenta se está acercando.

Me acercó a la pared, hago qué se recargue sobre ella y me pongo de espalda frente a el vampiro abominación.

—¿Qué haces?

—Ayudarte, sostente de mí te voy a cargar.

—No.

—¿De verdad quieres discutir ahora?, rápido la tormenta llegará pronto y así todo se volverá más complicado.

Él no dice nada ante mis palabras, entrelaza sus manos alrededor de mí cuello y después con mucha fuerza lo cargo en mí espalda para después caminar hacia la salida del callejón. Logre salir de dicho lugar, camine por toda la calle con él en mí espalda, llegué a la avenida principal, la tormenta finalmente se hizo presente y comencé a buscar un taxi rápidamente.

Esperé unos pocos minutos bajo la lluvia a qué un taxi apareciera pero no se veía a la vista ninguno.

—Al parecer tendremos qué caminar, aguanta un poco Tepes, estamos cerca de mí casa podremos llegar — Le digo y comienzo a caminar hacia la dirección en la qué se encontraba la zona residencial en dónde vivía —.Aguanta un poco más, amigo.