||Tied Souls|| 🐻

Capítulo 4

Despertó debido a un golpe que sintió en su costado, abrió los ojos lentamente fijándose en que Rubius ya no estaba hecho una bolita en la cama sino que ahora su cuerpo se extendía por toda ella. Empujo la pierna del oso para poder pararse de la cama recibiendo un gruñido entre sueños pero este se volvió a acomodar ahora ocupando hasta su lado

-Vaya, no mienten cuando dicen que así es dormir como un oso

Dándole una última mirada al chico en su cama camino hacia su baño para darse una ducha no sin antes mandarle un mensaje a Luzu.

Se tomó su tiempo en la ducha tratando de quitar todo el estrés de ayer, si quería comenzar el día de buen humor pies tenía que hacerlo desde cero. Enredo una toalla a su cadera mientras secaba su cabello con otra, salió del baño no sin antes dar una mirada hacia afuera, Rubén seguía en la misma posición de antes sobre la cama

Salió apurado hacia su armario donde se vistió lo más rápido que pudo, al salir noto que el castaño ahora estaba boca arriba cruzando en la cama y babeando en su almohada. Hizo una mueca de asco antes de acercarse hacia él y moverlo un poco, un nuevo gruñido fue lo que recibió.

-Anda Rubén, tienes que levantarte-movió el hombro del contrario pero este solo hizo un sonidito de queja-Vamos, que tenemos que salir

Aun con los ojos cerrado el hibrido negó con la cabeza y le dio la espalda, Samuel suspiro cansado antes de comenzar a empujarlo de la cama

-¡Vamos macho!-siguió empujándolo aunque no lo movió-¡Joder, sí que pesas!

Rubius rodo sobre la cama hasta ponerse de pie haciendo que el ojimorado cayera sobre la cama de cara. El chico pudo escuchar la risita del oso a lo lejos así que levanto la mirada hacia él.

-Buenos días-se puso de pie caminando hacia el adormilado castaño- Veo que dormiste muy bien

Rubius asintió antes de lamer su mejilla, aunque al principio se quedó sorprendido luego reacciono limpiándola de manera suave

-Supongo que esos son tus buenos días-rio-Luego te enseñare a saludar de manera normal ¿Por qué mejor no te vas a cambiar?

El castaño tomo el comienzo de su camiseta levantándola pero Samuel lo detuvo en el camino

-Ya hablamos de esto, no puedes andar de exhibicionista con todos, debes ser más...pudoroso-Rubius asintió-Bien, ahora toma tu ropa y ve a cambiarte al baño

Apunto la puerta del lugar y con un nuevo movimiento de cabeza el ojiverde tomo su ropa y camino hacia ahí, el mayor aprovecho en sentarse en la cama, pensando en cómo paso de estar solo a tener que cuidar a un adulto que se comportaba como niño y tenía mente de oso

Luego de unos minutos de tensión porque no le pasara nada al castaño o que no tocara nada peligroso en el baño, este salió completamente cambiado. Al verlo Samuel no pudo evitar sonrojarse, había olvidado que bien le quedaba ese conjunto, maldita Mónica

-Bien, emmm....iremos al centro comercial, compraremos un poco de ropa y algunas cosas para la casa, que la alacena ya me está quedando vacía, luego veremos si comemos fuera o pedimos delivery ¿te parece?

Decir que la cara de Rubius no representaba la confusión absoluta era mentir, y es que varias de las cosas que mencionaba el pelinegro ni si quiera las conocía

-Cierto, algunas veces me olvido que antes eras un oso-pensó como explicarse mejor pero no encontró forma- El centro comercial ya lo conocerás, lo demás te lo iré explicando en el camino

Tomo sus cosas para salir y agarro la mano del chico jalándolo hacia la entrada, salió del departamento cerrando la puerta y sin soltar a Rubius lo llevo hacia el asiento del copiloto de su coche para luego dar la vuelta y posicionarse en el del conductor

-¿Listo para conocer cómo viven los humanos?

El castaño asintió emocionado antes de que el mayor encienda el coche dirigiéndose hacia el centro comercial