"Mentiras." | ONE SHOT | Draco L. Malfoy.

Start from the beginning
                                    

Solo largate de una vez por todas.

¡Jo! Sabía que eras un excelente cuñado. —Burló cosa que calentó el interior del contrario de una manera impresionante.— Andando, tu patrullaje no tarda en acabar.”

Faltaban pocos metros para llegar a la entrada de Slytherin, había sido un silencioso pero agonizante recorrido para Draco además de intranquilo debido a la exposición en la que estuvo por parte del detestable Travers.

Se detuvieron frente a la entrada donde el de hebras platinadas se encargó de abrir el acceso a la sala común.

— ¡Con que aquí estás! —Exclamó la persona a la que por el momento el prefecto de las serpientes no deseaba ver.

— Uy hermano ¿No le dijiste que hoy te tocaba patrullaje? —Dijo con burla Dante recargando su brazo en el hombro de Draco el cual al ver que era el pilar de aquel castaño se alejó con una clara mirada de asco.

— Me refiero a ti, pedazo de troll. —Adal se levantó del sofá individual cercano a la chimenea, la sala común estaba desértica por lo que sus pasos apresurados a los dos varones se hicieron notar con facilidad al no tener ruido con el cual combatir.

— ¿Yo por qué? —Preguntó el gemelo con confusión.

— Porque se supone que hoy le escribiría a padre, tuve que cubrirte en mi carta diciendo que estabas ocupado.

— Y lo estaba. —Una sonrisa socarrona se asomó en los labios del menor de los gemelos.

— Idiota, la próxima vez al menos déjame tu carta para padre, sabes lo mucho que me molesta tener que mentir.

— O que te mientan~—Canturreó de una forma inocente aunque claramente Draco sabía las intenciones con las que decía aquello.— Como sea hermanita, solo fue esta vez, no volverá a pasar.

— Eso espero. —Sentenció la mujer de piel trigueña, esta misma estaba por hablar cuando notó a su hermano darle la espalda.

— Antes de que comiences a regañarme más, ya me voy, que descansen chicos.~ Gracias cuñadito. —Dijo Dante con un tono juguetón antes de perderse entre las sombras de la escalera.

Los ojos grises así como verde de la pareja de serpientes se quedó callada observando al tercero perderse del plano visual antes de conectar miradas.

— Dime que lo castigaste. —Rogó la joven de piel trigueña consiguiendo que Draco se mantuviera firme, por más que quisiera decir que sí no podía hacerlo.

— No.

Una expresión de indignación nació en el angelical rostro de la mujer.— ¡Draco! —Chilló.— No porque sea mi hermano debes pasarle por alto sus escapadas.

"Y que más quisiera." pensó el rubio. Malfoy parecía tan perdido en sus pensamientos y Adal lo notó, sabía que desde hacia tiempo había comenzado a comportarse de manera extraña aunque no exactamente con ella.— Deberías ir a la cama.

— Podría hacerte compañía hoy.

— No, es tarde. —Miles de pensamientos pasaban por la cabeza de Adal, no era la primera vez que la rechazaba cuando anteriormente apenas y podían vivir separadoa cuando sus horarios no solían concordar.

Desde las vacaciones algo en Draco había cambiado y la chica podía apostarlo, la trigueña sufría cada que su mente maquilaba diferentes escenarios.

¿Draco se habría cansado de ella?

Si tan solo ella supiera que aquel rubio no pensaba en traicionarla.

Detrás de la cámara. © [Tom Felton] Where stories live. Discover now