Los celos pueden más que un tácito acuerdo. Lan Xichen no dejará que nadie más toque a su esposo pese a ser el quien inició con los engaños.
• Lan Xichen x Jian Cheng.
• Nie Mingjue x Jiang Cheng.
• Lan Xichen x Meng Yao.
• WangXian (Pareja secundar...
▪︎Si eres sensible con alguno de estos temas te recomiendo saltar hasta la parte con líneas divisoras del capítulo. No abandones la lectura UnU Atte: 𝓛𝓪 𝓟𝓪𝓽𝓻𝓲𝓪𝓻𝓬𝓪 𝓭𝓮 𝓨𝓲𝓵𝓲𝓷𝓰 ♡
Nota: Tener en cuenta que Jiang Cheng continúa estando atado hasta que se diga lo contrario.
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«Demonios, por qué tenía que ponerme duro en medio de una situación como esta» Pensaba Jiang Cheng, al segundo siguiente unas firmes manos de jade se encontraban acariciando su erecto miembro expuesto.
- Hmm, ¿te gusta aquí Wanyin? -Lan Xichen comenzó a acariciar la erección de Jiang Cheng.
- En ningún momento te he dado permiso de tocarme... Aahh.. -Jiang Cheng dejó escapar un ligero gemido.
- No lo necesito, los sonidos obscenos que haces me lo dan.
Lan Xichen cambió de posición a Jiang Cheng recostándolo sobre la cama, la forma en la que estaba atado hacía que sus piernas se separaran aún más dando como resultado una espléndida vista de su intimidad. Deleitado por la vista, Lan Xichen siguió acariciando la firme y húmeda erección de Jiang Cheng, en un inicio los movimientos fueron lentos, la mano del jade subía y bajaba a un ritmo tortuoso, era tan creciente la necesidad de más placer que Jiang Cheng inconscientemente comenzó a empujar sus caderas para lograr algo de alivio.
- Con que lo estás disfrutando, si quieres más sólo debes pedirlo Wanyin -La última frase fue dicha al oído de Jiang Cheng.
- ¡¿Quién quiere algo de ti idiota?! ¡D-déjame!
- Definitivamente no lo haré, no hasta que digas que aún me amas. -Dijo Lan Xichen llevándose a la boca uno de los pezones de Jiang Cheng sin dejar de atender su palpitante miembro.
- Mmmn.... N-no vas a oír que de mi boca salga tal cosa -Respondió Jiang Cheng entre jadeos.
- Ya lo veremos, te haré suplicar por más y te torturaré con placer hasta que olvides tu nombre y solo grites el mío.
Después de dejar absolutamente rojos e hinchados los suaves botones de Jiang Cheng, se apartó para sacar una caja con ciertos objetos que Jiang Cheng no pudo alcanzar a ver.
De un momento a otro los pezones de Jiang Cheng sintieron un pinchazo que no se detenía, Lan Xicheng había colocado una pinza para pezón en cada uno de ellos.
