Get Away - Muzan Kibutsuji.

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- Dejame en claro todo por favor- dije mirándolo.

El dio un pesado suspiro.

- Empezando por que jamás he dejado de amarte, a veces quiero hacerlo, no quiero sentir esto por que es una distracción. Pero muchas veces se siente bien y es lo que me hace querer tenerte cerca, por eso jamas dejé de buscarte desde que te fuiste y aunque hace menos de 20 minutos te haya hecho daño físicamente, me detuve. Estar cerca de ti hacen que todo se dispare y cada día es peor- dijo mirándome.

He visto a un Muzan humano, pero nunca tanto como esto. Soy consciente de que he podido ver su humanidad.

- Aún así, voy a usarte para lograr lo que quiero- dijo.

Y hasta ahí llegó.

- Voy a suicidarme- dije rodando los ojos.

- Cuando todo esto pase, entonces puedo prestarle atención a lo que siento por ti sin distracciones- dijo y yo lo miré.

No hagas esto por amor ___________, millones de inocentes van a morir.

- Muzan no quiero esto. No quiero esperar a que personas inocentes mueran para que me ames, lo siento pero si debo vivir el resto de mi eternidad amándote sin que tu me ames a mi lo voy a hacer, puedo andar con alguien más- dije.

- Yo no estaba preguntando- dijo acercándose de nuevo a mi.

Odio que el amor te haga sentir tan vulnerable frente a quien amas.

- No vuelvas a pedirme que te mate __________, es una orden- dijo tomando mi mandíbula con una mano y obligándome a mirarlo.

- Y si lo hago que ¿vas a matarme por desobedecer una orden?- dije queriendo reírme.

- Que difícil eres- dijo sonriendo de lado.

Acabo de derretirme.

Es decir.

Muzan acaba de sonreírme así. Pocas veces lo hace ¿que debo pensar?

Ver el lado más humano de Muzan es algo por lo que le doy gracias a Dios aun siendo un demonio.

Y es que, la criatura más fría en el mundo, que pareciera estar muerto y no tener sentimientos, los tiene. Por que no importa que seamos, todos sentimos. Ya esconderlo o hacer otras cosas con ellos es distinto.

Pero yo quiero besar a Muzan. Solo que Besé a Tomioka antes y no quiero... Como decirlo sentirme así.

- Solo pídelo- dijo mirándome directo a los ojos.

- No es justo- dije.

- Entonces personalmente me voy a encargar de eliminar las marcas de ese pilar, de tus labios- dijo.

- Sonó muy a Fuck boy de secundaria ¿que estás leyendo?- pregunté haciendo una mueca.

Pero no me contestó nada más, sólo sentí sus labios en los míos. Abrió sus labios para atrapar mi labio inferior entre los suyos, el soltó mi mandíbula y pasó a poner su mano sobre mi cintura.

Sabía que estaba mal, pero no podía ni quería parar. Su lengua se adentró en mi cavidad bucal sin permiso, explorando mi boca hasta llegar a mi lengua y tocarla con salvajismo. Pero, estaba Hot el asunto.

Me hizo retroceder hasta que mi cuerpo impactó con la madera en la que antes me tenía atada, la fuerza con la que me empujó y mi fuerza de por sí la hicieron quebrarse.

- Ya lo rompiste- dije separandome de sus labios.

- Al carajo- dijo volviendo a besarme.

Y ciertamente comencé a sentirme culpable mientras correspondía a su beso. Tal vez Tomioka estaba preocupado por mi y yo estaba a nada de comerme a Muzan.

- Deja de pensar en el, maldición- dijo mirándome.

- No estoy pensando en el- dije mirándolo.

- Habrías seguido el ritmo con naturalidad- dijo.

- ¿Envejeci?- dije y el frunció el ceño.

- El es un pilar, tu eres un demonio. No es necesario explicarlo para que entiendas que ellos no pueden amar honestamente a un demonio- dijo.

- ¿Sabes? No quiero hablarlo, ya está- dije dándome la vuelta y empujando con brusquedad la tabla agrietada.

Me acerqué a la ventana, a mirar como las estrellas se podían ver claramente. Me sentía atraída por Tomioka pero por todo esto no podía amarlo, y si no iba a amarlo como se debía entonces yo no merecía estar con él. El merece más.

- Estás conmigo, no con el- oí la voz de Muzan cerca de mí oído.

- Dejemos de hablar de Tomioka por favor. Sé que no puedo amarlo y tal vez el tampoco a mi. Pero lo aprecio, dame mi tiempo- dije.

Sabía que le ardía la sangre cada vez que hablaba de él, pero también lo usaba en mi contra para que dejase de pensar en Tomioka y solo me concentrase en el.

- Necesitaba un rato contigo- dijo besando mis hombros.

- ¿Pará qué? ¿Pará tener sexo y luego regresar a decirme cosas hirientes? Claro Kibutsuji- dije dándome la vuelta.

- Tu más que nadie sabes que no es solo sexo- dijo mirándome.

- Aunque eso parece. Por que cuando estabas libre me buscabas, teníamos una conversación conmovedora, me besabas y casi siempre terminábamos en sexo. ¿Que cambió?- pregunté.

- Carajo, te comportas tan complicada. Disfruto estar contigo, eso es lo que pasa- dijo y yo suspiré.

- Muzan, nos amamos pero realmente no podemos tratar con el otro- dije mirándolo.

- No te voy a dejar ir- dijo acercándose más a mi.

- Yo sé que no, y por eso me escapé- dije.

- No vas a volver a hacerlo- dijo.

Nuevamente sus labios atacaron los míos, con una suavidad satisfactoria pero, estaba cargado de deseo. Sus manos se dirigieron a mí cintura una vez más, pegando mi cuerpo al suyo. Una vez más me derreti en sus brazos.