1

11.6K 1K 488
                                    

Si bueno... Mi historia con Muzan no siempre fue color de rosa. Me tuvo secuestrada desde mis cinco años, pero a los 16 caí perdidamente enamorada de él como si estuviera bajo un hechizo o algo. A los 18 me convirtió en demonio, no estaba entre sus planes, pero se podría decir que nuestro rey de los demonios también se vio conmovido por una humana.

Desde que me convertí en demonio todo pareció ir "bien". Muzan y yo formamos una "relación", estábamos juntos si. Pero, las cosas comenzaron a tornarse grises entre nosotros cuando sus planes comenzaron a fallar gracias a los pilares. Hace dos años estaba llevando su plan a cabo, pero los pilares lo descubrieron, entonces la gran mayoría de sus demonios murieron.

Muzan enloqueció por qué los pilares prácticamente jodieron su plan entero, Muzan tuvo que mudarse de lugar, ocultarse el doble, todo era peor que antes. Una vez lo escuché hablar con una luna superior, decirle que yo era su as bajo la manga y si tenía que usarme para matarlos a todos, lo iba a hacer. Hecho al cual me negué por que no iba a matar a personas inocentes por un Capricho suyo.

Esa noche me escape y me mentalice, que Muzan está tan cegado por sus planes que deja el "amor" que siente por mí a un lado, dejó de tener cuidado con lo que decía hacia mí, no le interesaba si yo me sentía mal o no. Y pese a ser demonio, yo no estaba dispuesta a aguantar malos tratos de una uva pasa.

Muzan estuvo buscándome durante 7 meses, en los cuales estuvo cerca varias veces pero jamás dio conmigo. Ese es mi maravilloso resumen sobre mi vida con Muzan.

¿Que hay de mi? Bueno, yo estoy...

- Despierta- escuché y el saco en mi cabeza se retiró bruscamente.

- Estoy despierta desde hace mucho, que seas un idiota irresponsable que no se da cuenta es otra cosa- dije con desagrado sin alzar la mirada.

- No eres mi mascota como para tener que cuidarte- dijo sentándose frente a mi, como cada día.

- Pero me tienes secuestrada, tantita madre ¿no?- dije rodando los ojos.

- Es el día 118, tu decides si quieres pasar más tiempo aquí o no- dijo mirándome.

- Se supone que si te digo la ubicación se Kibutsuji me vas a dejar ir ¿verdad? A otro lado con esas mentiras, me vas a matar- dije con desagrado.

- No es tu problema lo que voy a hacer después o no. Quiero que me digas donde está. Sabemos que tuviste contacto con el mucho tiempo así que no te cuesta decir donde está y ya- dijo mirándome.

- Escucha Tapioca- dije.

- Tomioka- corrigió.

- Eso. Si supiera dónde está el vejestorio ese ¿no crees que ya te hubiese dicho? Me atrapaste huyendo de el ¿crees que iba a saber donde estaba? Oh pero ya descubrí tu plan, me retienes aquí a ver si viene por mi pero ¿sabes algo? No va a venir por que le importa un carajo y al ultimo lugar donde vendría sería aquí, incluso si supiera que estoy aquí, ya me tomaría por muerta. Deberías analizar más a la perfección tus planes por que no sirven de nada- dije alzando la voz.

El se levantó de su silla, apoyó una de sus manos sobre mi cabeza y con su otra mano tomó mi mandíbula, haciéndome mirarlo.

- Hemos tenido mucha paciencia contigo y odio ser yo quien tenga que venir a interrogarte cada mañana. No soy un idiota, sé que el no va a venir, también sé que sabes donde está pero son ganas tuyas de permanecer aqui- dijo y seguido de eso, me soltó.

- Corrección, sabía dónde estaba pero si usaras tu linda cabeza para pensar, sabrías que una vez que una persona que sabe tanto, escapó, el cambiará de lugar tan pronto como me fui. Te puedo ayudar a seguir rastros pero por amor a Satan sacame de aqui- dije rodando los ojos.

Have 118 días exactos, tuve un encuentro con un pilar, en uno de mis escapes. Estaba débil debido a la falta de alimento y debido a ello, perdí la batalla... También por que Muzan nunca me enseñó como pelear contra un cazado, menos un pilar.

Me trajo a este sótano, el cual me tardé 13 días en descubrir que está rodeado de glicinas y las paredes las rocean diariamente con glicinas también. Claramente no me dan de comer y eso me hace el doble de débil. Por eso no he podido escapar.

- No creo confiar en ti para liberarte- dijo mirándome.

- No he comido nada desde hace mucho, y las glicinas me hacen el doble de débil, así que que tanta inseguridad- dije con fastidio.

Quería irme y si debía ayudarlos a ellos para eso, ok, lo haría.

- Saldremos por la noche, si me traicionas voy a matarte- dijo saliendo de el sótano.

- De todas todas lo ibas a hacer- murmure, quedándome nuevamente en la abrumadora soledad de este oscuro sótano.

Get Away - Muzan Kibutsuji.Where stories live. Discover now