5

6.8K 928 938
                                    

Tomioka se quedó conmigo el resto de la tarde. Después de su confesión estuvimos un poco más cercanos, y debo admitir que me encanta. No quiero comparar pero me siento diez veces más cómoda de lo que me sentía con Kibutsuji.

Tal vez es una mentira nada más por que ahora lo odio, pero me siento más segura con Tomioka.

- Si Muzan me atrapa- inicié.

- No, no te voy a matar ni prometo hacer nada, esto no es una película de amor- dijo mirándome.

- No quiero que vayas por mi, te va a matar- finalicé.

- No te va a atrapar, se supone que solo lo estamos atrayendo- dijo.

- Muzan es un hombre listo Giyu, al ver que tiene la oportunidad solo la va a tomar rápidamente así que si me atrapa solo salgan de ahi- dije mirándolo.

Mi cabeza estaba apoyada en su pecho, el estaba acostado a mi lado.

- Ajam- dijo.

- Hablo enserio, no vayas a buscarme- dije. Entonces la puerta del consultorio se abrió.

- __________ esperemos que estés lista. Es hora de irnos- dijo Kocho.

- Vas a regresar con nosotros- dijo Tomioka levantándose.

- Enseguida voy- dije.

Yo también me levanté de la camilla, me cambié la ropa de hospital a una ropa normal y decente, entonces al salir, todos los pilares estaban al frente.

- ¿Por qué no está atada?- preguntó un hombre de cabello blanco y muchas cicatrices.

- Por qué no soy un perro- dije de mala gana.

- Pero eres un demonio, precisamente por eso deberías estar atada- dijo uno que llevaba una serpiente en su cuello.

- Sigo teniendo el cuerpo de una persona, puedo hablar, tengo sentimientos. No hay mucha diferencia entre nosotros, solo la manera de alimentarse- dije.

- Entre otras muchas cosas. Estás mal si crees que eres algo parecido a un humano- exclamó el tipo de pelo blanco y yo bajé el rostro.

- Sanemi- dijo Tomioka en un tono molesto.

- ¿Te vas a poner de su lado Tomioka?- dijo acercándose a él.

- No hay necesidad de tratarla así, no nos está haciendo daño- dijo.

- Pero nos puede traicionar, es un demonio merece morir de una vez- dijo.

- Ven y matarme entonces. Eres un asesino de demonios, un cazador para eso estás aquí y absolutamente nada te está impidiendo cortarme la cabeza y ponerla de decoración en tu cuarto. Yo jamás quise esto, pero como eres de esos idiotas que ven todo a la mitad- dije y vi como se acercaba con enojo hacia mi.

- ¿A quien llamas idiota?- preguntó.

- ¿Estás sordo?- pregunté.

- Mereces morir, sólo que te necesitamos. Por qué todos te usan. Hasta donde entiendo, tu querido amo también te usó- dijo, yo me quedé sin palabras.

- ¡Sanemi!- dijo un señor de voz suave.

- Oyakata-sama...- dijo una chica de cabello rosa con verde.

- No hay necesidad de tratarla así. Ha mostrado lealtad muchas veces, la hemos vigilado de cerca. Ella ya no quiere estar cerca de Kibutsuji, ella es diferente- dijo, todos se habían arrodillado.

- Mis más sinceras disculpas Oyakata-sama- dijo ese mismo que me había estado hablando.

- __________, lamento que te usemos de este modo y que hayas tenido que oír las palabras de Sanemi. Pero muchos aquí quieren saber la ubicación de Kibutsuji y creemos que nos puedes ser de ayuda- dijo.

- Está bien- fue lo único que dije.

- Te prometemos que no volverás a caer en manos de el- dijo y yo lo miré, asintiendo con la cabeza.

Entonces partimos, los bosques estaban solitarios, la noche estaba fría y aunque mi piel ya era fría de por sí, la brisa la hacía aún más. La mano de Tomioka rozaba con la mía, mientras los otros sólo me vigilaban de cerca.

- ¿Entonces aquí iba a venir Muzan?- preguntó Kocho.

- Era donde tenía planeado mudarse pero cuando Tomioka y yo llegamos aquí estaba tan vacío como lo ves ahora- dije.

- Pero según escuchamos, habían demonios, si nos ven de nuevo pueden decirle a tu amo donde estamos y vendrán, al menos no el personalmente pero vendrán demonios a los cuales podemos sacarles información- dijo Tokito.

- Hay muchas trampas dentro, así que cuidado- dije.

- No confío en ti- dijo Sanemi.

- Y a mi me importa un carajo- dije perdiendo la paciencia con el.

- Te dije que la dejaras quieta, a veces puede ser muy grosera- dijo Tomioka.

- Entonces controla a tu Perra- dijo Iguro.

- Empecemos por ponerte bozal ¿que dices?- dije mirándolo.

- Dejen de pelear, tenemos una misión- dijo Kocho.

Pude sentir como varios demonios se movían entre las sombras, y no eran dos o tres, eran unos diez. Y no podía deducir quienes eran.

- Vienen- dije.

Esos diez se posaron justo frente a todos nosotros.

- El amo te quiere de vuelta- dijo uno mirándome directamente.

- Dile a tu amo que venga personalmente a buscarla- dijo Iguro.

- No te hablé a ti. __________, te quiere de vuelta- dijo.

- dile que si tanto me quiere que venga a buscarme el mismo- dije mirando a los demonios al frente.

- No somos aves mensajeras. Estamos aquí para llevarte ante el- dijo.

- Buena suerte con eso- dije.

Los pilares se pusieron en posición y yo estaba lista para usar mis técnicas de sangre.

- Eres una traidora y cariño, yo no te enseñé a serlo- me congele completamente al oír esa voz- Me querías aquí, y aquí estoy- dijo apareciendo detrás de esos demonios.

- Muzan Kibutsuji- dije en voz baja.

- Vámonos a casa cariño, no me hagas molestar.

Get Away - Muzan Kibutsuji.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora