Noche de Bodas.

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La noche había sido mágica. Fin y Pheobe parecían más que felices con la decisión que habían tomado.

Todos parecían estar disfrutando, hacía mucho que el equipo no disfrutaba de una noche como aquella; un breve momento de paz.

Kat estaba fascinada escuchando las historias de cómo solían ser las cosas cuando Elliot estaba en el escuadrón. La capitana asentía, era obvio que era difícil para ella recordar aquella época, pero en aquel momento, en aquel lugar, no importaba, simplemente esa noche, las cosas se sentían bien. El superior Garlan, sólo suspiraba para sus adentros.

Rafael Barba apareció más tarde, ofreciendo sus felicitaciones a la pareja no-casada, asegurándoles con su sarcástico lado de abogado, que se habian ahorrado un montón de problemas de papeleo si algo salía mal.

Rollins y Carisi de vez en cuando se atrapan el uno al otro mirándose y sonriendo para si mismos, recordando ese precioso momento que habían compartido juntos; ese beso, el tan esperado beso.

Apartaban la mirada rápido, esperando que nadie se diera cuenta como se ruborizaban sus mejillas, recordando aquellos pequeños segundos en los que se habían besado. Ambos sólo reían por lo bajo.

Elliot se había retirado temprano, Kat lo habia hecho poco después, tomando un Uber para ella y su acompañante. Garlan también se habia ido por su cuenta. La capitana se ofreció a acompañar a Rollins de vuelta a su departamento. Barba iría con ellas. Carisi deseaba llevarla; llevar a Rollins a casa. Compartir aunque sea unos segundos más con ella... pero esa oportunidad se había ido con la capitana.

El mágico momento había terminado.

5:07 am, marcaba el reloj cuando el teléfono de Rollins sonó. Una chica había sido agredida cerca de la quinta avenida, se requería al equipo de Víctimas Especiales.

Kat había mencionado que iba en camino. Fin, su compañero, estaba de "luna de miel" (vaya, ni eso habian desperdiciado) y por la falta de personal, Rollins debía de ir.

De mala gana se levantó de la cama y envió un mensaje a su vecina, una joven de unos 29 años, quien vivía con una compañera de piso igual de amable que ella. Ambas jamás se habían negado a ayudar a Amanda cuando tenía este tipo de emergencias.

Para cuando Amanda terminaba de colocarse el abrigo, las dos chicas tocaron en la puerta principal.

—Chicas, lamento haberles llamado tan temprano —les dice Amanda permitiéndoles pasar.

—Descuida Amanda, sabes que entendemos —dice una de ellas.

Amanda les sonríe en agradecimiento.

—Mi niñera estará aquí a las 8. Llevará a Jesse y a Billie con mi madre —les dice tomando su teléfono, cartera y llaves—. Por favor, díganles que las llamaré en cuanto pueda —dice al llegar a la puerta.

—Claro.

— ¡Y gracias de nuevo! —les grita por el pasillo.

No tarda en llegar a la escena del crímen.

Tamín ya estaba ahí.

—Hey, Rollins ¿Carisi de nuevo se quedó con tus hijas? —le pregunta Kat al ver a Amanda.

— ¿Qué? ¿Por qué piensas eso? —le reponde Amanda sorprendida

Kat nota su sorpresa, como si la hubiera atrapado in fraganti, al fin y al cabo era detective. Decidió no indagar en ello.

—Nada, sólo olvídalo —dijo alzando los hombros.

— ¿Qué tenemos? —pregunta Rollins al ver a Kat.

—Sandra Michaels. 50 años. Afroamericana. Gestora de eventos matrimoniales, fue atacada ayer durante un evento...

— ¿Sabemos dónde? —la interrumpe Rollins.

Kat suspira.

—En la no-boda de Fin.

—Llamaré a Liv.

Después de aquella llamada, Liv se había dirigido al hospital a encontrarse con la víctima.

Kat y Rollins se dirigieron a la unidad. Era domingo y de madrugada, la oficina seguro estaría vacía. Y así era, en parte. Había muy pocos oficiales haciendo papeleo.

— ¿Crees que la Capitán obtenga algo? —pregunta Kat al dejarse caer en la silla de su escritorio.

—Siempre lo hace, Kat, ya deberías saberlo —dice Carisi al emerger de una de las salas de interrogación con una charola de cafés en mano.

Kat sólo rodó los ojos.

—Carisi, ¿qué haces aquí? —le pregunta Rollins.

— ¿Extrañado tus días como policía? —le suelta Kat sarcástica.

Ahora Carisi fue quien rodó los ojos.

—Con Fin fuera supuse que tú y Kat se encargarían de la alerta. Así que decidí pasarme por si necesitaban un apoyo extra —dice al extenderle un vaso de café a Amanda.

—Gracias —dijo Rollins al tomarlo.

—Y aunque odie admitirlo, hay mucho de esto que extraño —dice mirando rápidamente a Amanda, esta sólo lo miró sorprendida, por lo que aquello podría significar.

Kat sólo paseo la mirada entre ambos.

—Bueno... humm... —dice Carisi sacudiendo la cabeza y colocando un café sobre el escritorio de Kat—. Sé que no puedo involucrarme mucho, pero pensé que a la Capitán le gustaría tener a alguien aquí al menos en lo que ustedes llegaban.

—Si... —conestó Rollins.

Kat sólo arrugó la boca al probar el café demasiado dulce, pero Carisi pareció no darse cuenta.

En ese momento la capitana Benson apareció por la puerta.

—Bueno... tenemos una víctima que se rehusa a decirnos si algo sucedió —dice en un suspiro al acercarse al equipo—, pero los médicos insinúan que pudo haber sido agredida mientras la boda de Fin se llevaba acabo.

—Cielos...—murmura Rollins—. ¿Mientras todos estábamos ahí? ¿Pudimos haber convivido con el agresor?

—Es posible... —responde la capitana.

— ¿Y Fin ya lo sabe? —pregunta Carisi.

—Lo sabe. Está volviendo ahora mismo de donde sea que eligió pasar su luna de miel. Llegará en unas horas, así que por lo tanto... Kat, Rollins, hablen con todas las personas que asistieron al evento, Fin mandó su lista de invitados hace un momento debemos hablar con todos y cada uno, incluyendo al personal del lugar. Carisi, ¿puedes prepararnos una orden para los videos de cámaras de seguridad?

—Sin una acusación formal sabes que no puedo. Pero que Kat y Rollins intenten primero hablar con la empresa, si los dan por voluntad propia nos ahorran un paso. En ese tiempo, puedes hablar de nuevo con Sandra.

La capitana levantó una ceja.

—A la orden, abogado —rió de manera sarcática.





Rollisi: Todo cambia con un beso.Where stories live. Discover now