Ocean eyes return

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Levi trataba de encontrar en los ojos de Gaby algun signo de nerviosismo.

Falco silbaba desviando la mirada de Levi para no caer en la tentación de ayudarlo.

Gaby movió la siguiente pieza del juego de ajedrez sin una pizca de arrepentimiento, para luego sonreír con suficiencia y escuchar un bufido de su contrincante.

- Jaque mate, Levi-san - anunció Falco con pena al hombre ya abatido en su silla de ruedas.

Levi solo cerro los ojos y se froto con sus dedos las sienes, que Gaby fuera astuta como un zorro para el ajedrez desde ya hace medio año era culpa de que se juntara mucho con Jean.

- Ahora qué trampa hiciste, maldita mocosa- trató de que sonara más a una voz calmada, en vez del gruñido que quería brotar.

Decirle a gaby tramposa era una forma facil de comenzar una discusion, lo cual le permitía tener unas cuantas carcajadas por algunos minutos.

No le importó el grave sonido desesperado de golpes en la puerta principal, ni que el joven a su lado se levantara para recibir a la inesperada visita, estaba demasiado entrometido en la argumentación que le estaba dando la chiquilla y el porqué ahora ella era mejor que el mismísimo viejo que le enseñó.

Lo que sí llamo su atención y la de su contrincante fue ver a Historia entrar con su niña y cuerdas en los brazos, con un Reiner chillando detras de ella para que le entregaran una silla.

Lo que hizo que su corazón se acelerara fué ver a falco esquivando las patadas (poco intencionadas) de una enérgica Mikasa amordazada, que lado a lado era escoltada por un Jean riendo a carcajadas y por un Connie balbuceando tonterías.

Porque el recuerdo de una escena muy parecida a esta broto en su mente, cuando el calendario marcaba un de esos días 22 de cada mes y sus antiguos cadetes lo visitaban en esa reunión ya común y festiva incluso para el, que se vió opacada hace dos años, cuando el ultimo comandante del escuadrón de reconocimiento no se presentó, pero si una carta en su nombre.
Cuando el llanto de Mikasa se inició y solo gritaba que la soltaran para ir en busqueda de su amigo, que en ese mismo momento subía a un barco, el cual zarpaba a quién sabe donde.

Fué una noche turbia, donde lo único que pudo hacer fué tomar el hombro de mikasa y mirarla a esos ojos atormentados con la nueva perdida que se hacia presente.

"Él dijo que volverá" recuerda haberle susurrado más de 50 veces, antes de que ella se lanzara a abrazarlo para llorar en silencio.

Era algo que el aún se repetia en las noches, porque ahora su relación con todos era amistosa y entre ellos se consideraban una familia, a excepción de el mismo y ese joven rubio con el que compartía estrategias hasta altas horas de la noche, pero con el que nunca tuvo la oportunidad de dejarse llevar.

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Historia me miraba casi suplicando mientras todos los otros intentaban que Mikasa no rompiera la silla en la que estaba amarrada.

La partida de Armin dejó un vacío en la gran mayoría de los que estaban presentes, calando más en Jean y Mikasa; Jean estuvo esa noche callado y bebiendo hasta perder la conciencia; Mikasa solo se calmó después de pasar unos días con nosotros y obligarla a comer.

El tirón que sentía en mí pecho ya era algo normal con el transcurso de los minutos, pero negarme a la posible realidad resultaba más fácil sin una comprobación.

- Mikasa - fuerte y claro ví cómo todos lentamente se alejaban de ella para que girará su cabeza hacía mí dirección y comenzará a balbucear - quitenle esa puta mordaza y hagan el favor de explicar porque irrumpieron así en nuestra casa.

- Armin mando una carta, Levi - indicó Historia con una sonrisa mientras bajaba a la niña de su regazo - y él mismo me la entregó.

Escuché el grito ahogado de Gaby y su golpe en la espalda de Falco antes de que esté se ahogara con un trozo de pan.

Jean y Connie sonreían ferviente.

¿Cuál es el problema entonces?

- ¿Porqué no puedo ir a buscarlo?- hablo por primera vez Mikasa sin la mordaza apenada, mientras que Jean asentía a su lado para refutar a su favor.

- Mikasa tiene razón, ¿porqué se esconde de nosotros? - indicó cruzándose de brazos.

- Armin nos quiere a todos en su nueva casa y pidió que Pieck ayudara - indicó Reiner mientras se cruzaba de brazos - está misma noche si es posible podemos estar ahí y sería así mucho más rápido si todos fueran a cambiarse ya con sus mejores pintas.

- ¿Una fiesta?- interrogué a Annie, la cual asentía- ¿acaso no podía simplemente llegar y celebrar sin tanto ajetreo?

Yo las mire esperando respuesta.

- El bastardo según su carta quiere "prepararse mentalmente" para ver cuánto hemos cambiado - murmuró Annie agitando la mano hacia su dirección, aunque seguía sonrojándose - también sorprenderlos a ustedes, son dos años después de todo y tal parece es el único que cambió mucho.

Un silencio sepulcral dió a entender lo que todos pensaban, el recuerdo de un Armin con cabello corto y ojos azules serio cómo en las batallas desaparecía lentamente por esos dos años para editarse en la imaginación de cada uno con nuevas expectativas.

- ¿Lo que quiere decir Annie es que Armin le parece más guapo ahora no? - cuestionó Gaby antes de que la mirada asesina de Mikasa se dirijiera a la nombrada y está última solo cayera a una silla resignada - Es decir, Armin ya era bonito y maduro antes o al menos eso dice Falco ¿No? ¿Así que ahora lo estaría más? Tal vez que cosas vió por el mundo.

El golpe que le llegó a la cabeza por su doble sentido en la última frase fué parte mía, antes de que la exclamación que no quería escuchar llegó por parte de Jean.

- ¿Falco tiene una fascinación por Armin y no por Gaby? -

Por el rabillo del ojo pude ver cómo Falco salía de la habitación acompañado de Reiner, después de todo pasamos de Armin a la sexualidad de uno de mis compañeros de hogar.

Aunque no me esperaba que Mikasa soltará lo que Gaby tenía en la punta de la lengua.

- A Falco le gustan los hombres igual que a Armin - indicó sorprendida cómo si hubiese descubierto un nuevo mundo dejando estáticos a todos los presentes, incluyendo al tirón que sentía anteriormente en mi corazón - No le digan a Armin que les dije.

Lo último que recuerdo antes del griterío que se armaba era a una Mikasa tirando su cabeza hacía la mesa pidiendo perdón anticipado.

Y que el tirón de mi corazón se acrecentaba.
























Más allá de esos ojos azules "Rivarmin"Où les histoires vivent. Découvrez maintenant