Perfidia || FW || +18

7: El armario

-Aquí no está Harry- bromeó George -, ¿por qué querrías tú hacer eso, Ginevra?

-No seas entrometido, George- respondió la menor de los Weasley -. Aún me molesta ver tu rostro, te pareces tanto a Fred, y me entran ganas de partirte la cara.

-¿Intercambiaron los papeles?- Ron preguntó, señalando a su hermana y a la Lupin.

-No hace gracia- Ylenia frunció el ceño, molesta con el menor de los Weasley. Miró a Fred de reojo, viendo como sólo tomaba de su copa, en silencio.

-Ron, ¿por qué no vas a ver si Granger te quiere besar?- preguntó sarcástica -¡Oh, espera! ¡Creo que le gusta más como lo hace tu hermano!

Ron frunció el ceño, confundido por lo que acababa de decir. A Hermione se le encendieron las mejillas, así que todos dejaron ese tema para volver a hablar de la propuesta de Ginny.

-¡Yo empiezo!- la pelirroja se puso en medio del círculo de amigos -, giraré la botella, a las dos personas que toquen, tendrán que meterse en el armario- explicó -. Tiene un hechizo de ampliación así que no estaréis muy ajustados... Bien, allá voy- la pelirroja giró la botella, observando como uno de los gemelos murmuraba algo con su varita en mano, pero, no logró diferenciar si era Fred o George ya que no podía ver el lunar por la camisa que llevaba.

-Oh...

Musitó Ron al ver como un extremo de la botella señalaba a su hermano Fred, y el otro a...

-Puedo girarla otra vez...- Ginny agarró la botella del suelo para poder girarla de nuevo, pero una voz la detuvo.

-No pasa nada, Gin- Ylenia dejó su copa en el suelo -. No voy a morirme por estar 7 minutos con Fred.

-Vaya mala suerte- murmuró Ron, sólo echándole más leña al fuego, ganándose una mala mirada de parte de todos sus hermanos allí presentes.

-¿Fred?- preguntó Ginny.

El pelirrojo se encogió de hombros -Si ella está de acuerdo, por mi bien- miró a la castaña, que asintió, no estaba demasiado feliz, pero tampoco se veía triste.

Ambos se levantaron, yendo hacia el pequeño armario, ella entró primero. Después él, cerrando la puerta al entrar completamente. Era cierto, el armario tenia un hechizo de ampliación y no estaban apretados, al revés, cada uno tenía su espacio, y eso estaba bien.

-Lumos- murmuró Fred, haciendo que una pequeña luz apareciese en su varita. El sitio estaba oscuro así que decidió dar un poco de luz para que el ambiente no fuese tan incómodo. Suspiró, pensando como formular la pregunta que quería hacerle a la Lupin, que se veía distraída mirando el diseño de la madera del armario -Me gustó la corbata- dijo, sin más. No sabía bien como decir aquello.

-¿Corbata? ¿Qué corbata?- ella preguntó.

-La corbata roja... la encontré esta mañana en la puerta de la habitación, supuse que serías tú- sonrió -. Eres la única que me regala corbatas de ese estilo, si no fuese por ti, no me pondría esas cosas.

-No sé de que me hablas, Fred...

-Venga, por favor- insistió, acercando la varita para ver mejor su rostro -. No me mientas a mí, Lizzie...