⊹ OS, types, imaginas y drabbles de nuestro querido rumano favorito y el adorable Bucky Barnes <3
¡ Escribí esto desde hace tres años, así que el libro cuenta con varias faltas ortográficas y errores, una disculpa por eso, trabajaré en editarlo ˙ᵕ˙
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Los comentarios de aquella publicación te dolían, sabías que no debías de leerlos pero te era inevitable no tener curiosidad.
"Ella es horrenda, no se como alguien como él puede salir con ella, espero que terminen"
"Que fea"
"💩💩💩"
"Espero que la deje"
"Sebastian merece algo mejor"
"Es que solo mírenla🙄 no esta bonita, Seb bebé ¿acaso estas ciego?:
"NO"
"mueret*"
"¡TERMINA CON ELLA!"
"No la conozco y ya la odio"
Aunque había comentarios lindos, no podías concentrarte en ellos ya que a tu parecer los comentarios ofensivos eran la mayoría.
Suspiras y sigues leyendo con el ceño fruncido, apagas tu celular y lo alejas de ti. "No TN, no hagas eso, no seas masoquista" te repites mientras lagrimas resbalan por tus mejillas.
El sonido de la puerta principal abriéndose te saca de rus pensamientos, Sebastian anuncia su llegada y rápidamente limpias el rastro de lagrimas y te diriges a recibirlo.
Antes de llegar hacia él, paras frente a un espejo de la casa, te miras, tienes el cabello en un muy chongo despeinado, nada lindo, llevas puesto un pantalón de pijama con estampados de ositos y una camisa de Sebastian, tu rostro sin maquillaje y rastros de lagrimas que vuelves a limpiar. Tu ceño se frunce al mirarte y recordar esos comentarios, no te gusta lo que ves y eso te desanima.
"¿Tendrán razón?" esa pregunta pasa por tu mente.
Te preguntas si deberías volver a la habitación y arreglarte, estabas dispuesta a volver pero la voz de Sebastian detrás de ti te detiene.
-Hey amor, creí que no estabas en casa, no bajaste corriendo a recibirme como siempre- comentó Sebastian acercándose a ti.
Le sonríes y te lanzas a sus brazos, eso te hacia sentir mucho mejor.
-Lo siento, estaba en el baño- mientes señalando la puerta frente a ustedes y él asiente entendiendo.
-Te extrañé...- murmuró y junto sus labios, al separarnos beso tu frente y acaricio tu cabello, sonreíste por eso.
(...)
Comentarios de odio siempre aparecían en tus publicaciones y en las de Sebastian cuando aparecías tú, comentaban cosas sobre ti y aunque prometiste no leer los comentarios desde la vez pasada, era imposible ¡Estaban en todos lados!
