El bosque de Asgard | WANDANAT - SCARLETWIDOW

Tal vez...

El sol se posaba en su máximo esplendor, siendo un poco opacado por la nubes. Un cielo perfecto en opinión de Pietro. El centauro cabalgaba en dirección a hacer sus necesidades en la pradera "Orinal" (un nombre elegante para "el excusado").
Se aproximó al árbol más cercano para tener un poco de privacidad -"Bien, aquí vamos"- Todo fluía con normalidad hasta que escuchó un silbido. Se oía cerca, caminó con cuidado hasta el origen de aquel rítmico sonido. Un humano, de los nuevos. El centauro nunca sintió atracción por nadie, más allá de un amor ágape por sus hermanos y su madre, más al ver al mortal sintió algo revoloteando en sus dentros. Para ser un simple mortal era muy apuesto.

Clint tomaba el sol mientras observaba las nubes emborregadas en el pastizal. ¿Qué acaso nadie le había dicho de este lugar? Al parecer no, porque estaba campante admirado el cielo.

Con sigilo se aproximó al humano, ahora tenía un dilema mental... ¿Cómo le dice que se acaba de acostar en los orines de todo Asgard? Bueno, quién lo podría juzgar, no había rastro de olor de orines. La explicación era simple: en Asgard tienen un sistema de limpieza. Algunos seres con magia que se dedican a dar rondas para limpiar el área (residuos de comida, sus necesidades, etc.).

Clint no se hubiera percatado de la presencia del otro si no le hubiera cubierto su sombra. A primera instancia no veía mucho por la claridad del sol, tapó los rayos de luz para poder apreciar al ser... "Wow", literalmente dijo eso. La belleza de los Asgardianos claro que era de otro mundo (sin aliteraciones). El centauro que estaba apreciando portaba joyas y bisutería de oro por todo su cuerpo, era apuesto, con músculos bien torneados y un abdomen... Se veía más hermoso que las obras de arte que cualquiera alguna vez retrató. Barton nunca había dudado de su heterosexualidad cómo en ese momento... ¿Cómo no notó su belleza antes?

-"Hola, ¿Clint? Soy Pietro, ayude a transportarlos con Madre antes de la celebración"- en el rostro del peliplateado cabía un poco de miedo, de seguro es vergonzoso si alguien que tú saludas no se acuerda de ti.

El humano se paró para que el otro no tuviera que doblar su cuello abajo, era enorme a comparación de él -"Claro! Cómo olvidarte"- Clint claramente no estaba midiendo sus palabras y se dio un zape mental al notarlo -"D-digo, fuiste de los primeros Asgardianos que vi"- 'Muy bien, esquivé esta' se aplaudió en sus adentros. Ahora necesitaba sonar casual -"¿Qué te trae por aquí?"-.

Ahora era el turno de Pietro de poner aprueba su sutileza -"¿Sabes dónde estamos?"-.

Barton lo miraba confundido ¿no era obvio?-"¿En un lugar muy bonito y pacifico?"-.

-"Estamos en la pradera Orinal"- el rubio aún procesaba sus palabras-"Significa que justo ahora estás sentado en orines Asgardianos"-.

-"¿Qué? Dios, ¡Que asco!"- se sentía sucio. Pietro tapó su boca para ocultar su risa -"Ven, cerca hay una cascada donde puedes limpiarte"-. Por lo menos este acontecimiento trajo algo bueno.

El tan ansiado día había llegado, el Dr. Strange anunció la llegada de Anthony Stark y Steve Rogers al mismo tiempo que avisaba de la celebración que harían en honor a su llegada. Natasha se dirigía al punto de reunión, jugaba con los cueritos de sus dedos, lo arrancaba con sus uñas a pesar de que quedara la carne expuesta.

No tenía idea de lo que podría pasar y eso la abrumaba. Odiaba la incertidumbre. Solo había visto una pintura de su tío abuelo, la cual cubrían a medias a propósito para ocultar el rostro de aquel pariente. Siempre le dijeron que Anthony Stark era una deshonra y vergüenza para la familia, pero ahora sabía que era mentira. Lo que realmente la tenía preocupada era si la odiaría por ser bisnieta directa de Howard (Hermano de Anthony), si sentiría repudio a su propia sangre.