Flores de Sangre [Kimetsu no yaiba × Tu]

Capitulo 27- Las mentiras duelen, pero no tanto como la verdad.

Prefiero huir de todo como dijo Shinjuro, antes de perder la ilusión en la que se a convertido mi vida y me duele saber que no se equivoco, no lo odio, yo solo tengo odio para mi, sin importar que hagan, siempre será mi culpa, porque cambiaron por una de mis decisiones, por mi presencia o simplemente por mi existencia.

Baje mi cabeza y me senté en el suelo limpiando mis lagrimas para darme cuenta que Kita había regresado y en su pico me había dejado un pedazo de tela para limpiar mis lagrimas, y eso me hizo llorar más, le dije que me dejará sola, pero a pesar de eso, en el fondo de mi ser siempre la esperé para que volviera.

Kita- Y- Alcé una de mis manos hacia ella para que no hablará.

______- Solo quería llorar para que alguien viniera a consolarme... como toda una cobarde, por favor Kita... si realmente me quieres ayudar, asegúrate que nadie venga, ni siquiera tu, no me iré de aquí hasta aceptar que debo resolver mis problemas sola... o siempre seré la misma egoísta- Ella bajo su cabeza pero asintió y llevándose la tela comenzó a volar lejos de mi por segunda vez.

"No te vayas" "No me dejes sola... no lo soportaré", lloré tapando mis ojos, y pateando con fuerza el suelo, no soy ni una pizca de fuerza de lo que solía ser en un pasado, y no se cuando comencé a volverme tan débil que necesite conseguir la aprobación y consuelo de todos.

Me encanta dar pena, me encanta llorar por todo, disfruto ver que alguien se preocupa por mi, y eso me hace sentirme tan repulsiva, que me hace pensar que siempre me saldré con la mía, sin importar cuanto haga o deje de hacer.

Recibir la pena de los demás y su preocupación, me hace sentir cómoda, me hace sentir que todo gira a mi alrededor, pero no es así, cada uno es el protagonista de su vida, y todos somos los secundarios de nuestros secundarios, pero el llamar la atención me hace sentir la única que realmente vale la pena.

Me hace creer que realmente soy alguien que mueve masas y que me permite decidir quien vive o muere, pero eso no es verdad, no soy ni la mitad de humano que quiero ser, ni la mitad de demonio poderoso que aparento ser contra mis enemigos, soy una cobarde que va a lo seguro y no se arriesga en vano.

No me gusta correr riesgos, porque se que al final del día... siempre saldré lastimada, sin importar que haga, nunca estoy conforme con mis decisiones, ahora mismo quiero que Kita regrese y se que si me pide que la siga lo haré, si Muzan me pide morir para descansar, moriría, sin importar quien sea o que haga.

Necesito tanto de la aprobación de alguien, que haría lo que fuera, mi dependencia es tanta que incluso lo haría con todo mi corazón, mi debilidad es tanta que me cree capaz de hacerlo, mi fuerza de voluntad es tan poca... que ni siquiera tengo la fuerza para terminar esta oración.

Mis piernas tiemblan y mis manos desaparecen, me ahogo en mis lagrimas hasta el punto de dejar de respirar para poder llorar con mayor fuerza en la espera de que alguien me escuche y me consuele, pero no puedo hacerlo, debo resolverlo todo sola, debo cargar con todo sola, ese es mi castigo por no ser quien debo ser.

Para nadie, para todos, y para mi, cargo en mis venas con la razón de la muerte de miles, cargo en mi mente con la memoria de todos aquellos que perdieron algo por culpa de Muzan, cargo con miles de cosas, que no debo compartir con nadie, porque este es solo mi problema, son mis errores y es mi falta de fuerza.

Me levante con las piernas temblando y cerrando uno de mis puños para limpiar mis lagrimas, llorando hasta la muerte no sirve de nada, más que para dar lastima, agachándome tome mi espada y la acomode en su lugar, tomando aire, no sirve de nada llorar, no sirve de nada quedarme aquí y desperdiciar el tiempo.

Si soy una inútil, al menos, tengo que hacer las cosas que necesiten las personas que no son inútiles, si soy una cobarde debo hacer lo que quienes eran valientes no pudieron hacer, si soy débil debo hacer lo que los fuertes no pudieron hacer, nunca seré como quienes deseo ser, pero debo ser mejor solo para ocultarlo.