XII

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~Violett~

Mientras comíamos pastel, Dash se encontraba a mí lado y en un momento apretó sus puños y desapareció de la nada

—¿Que fue eso?— pregunté

Dash bajó las escaleras corriendo

Soy yo o se acaba de teletransportar

Todos nos miramos

podrian subir un momento

Dash y yo obedecimos subiendo arriba

—Ahora ya soy cool por tener poderes

—Si bueno...— dije desanimada, yo no presente ningún síntoma de tener poderes

Animate, quien quita que mañana puedas volar

—Eso no es posible ¿Haz visto que papá o mamá vuelen?— rodé los ojos

—Nada es imposible— mandó un beso

Siento que este evento hará que me sienta excluida, posiblemente estarán más al pendiente de Dash y lo entiendo ya que necesita entrenamiento para controlar su nueva condición pero ahora la ordinaria de la familia seré yo, quizás pueda comprender lo que ha sentido la tía Vanya todos estos años; siempre la invitamos a las reuniones familiares pero en la mayoría de veces saca alguna excusa para faltar y tal vez así no sentirse excluida o incómoda pero eso si nunca ha faltado a ninguno de nuestros cumpleaños

—Vengan— dijo mamá asomándose por la puerta

Dash y yo bajamos

—Primero que todo ¿Violett haz presentado algún síntoma de superpoder?

Negué con la cabeza

—En ese caso solo Dash recibirá entrenamiento

—Todos seremos tus profesores— opino Diego

—Aqui el único que sabe sobre el poder que tiene mí hijo soy yo— dijo Cinco

Tn rodó los ojos

—No es solamente que sepa controlarlo, también disciplina, ya saben todas esas cosas que nos enseñó papá— comentó Luther

—Estuvimos de acuerdo en que no seremos como papá ¿Entendido?

Comenzaron a discutir

—Vamos— le susurré a Dash mientras salíamos con cuidado de la casa

—Solo espera cuando descubras tu poder, serán más discusiones

—Dudo que vaya a tener algún poder

Sin darnos cuenta chocamos con una mujer accidentalmente dejando caer sus bolsas de compras en el suelo

—Lo sentimos mucho— dije levantando las bolsas del suelo

—No la miramos, perdón— Dash hizo lo mismo

—No se preocupen pequeños— sonrió la mujer

Era demasiado elegante, labios rojos, sombrero, cabello blanco, uñas pintadas, llevaba zapatos de tacón, por qué siento que ya he visto a esta mujer antes o su estilo al menos...

—De verdad no nos fijamos

—Tome— dije entregándole un maletín negro que se había caído junto con la bolsas

—Podemos ayudarle a cargar las bolsas hasta su casa si gusta— ofreció Dash

—No quisiera molestarlos pero si eso quieren

Algo no me daba buena espina pero sin embargo ayudamos a la mujer con las bolsas, no vivía muy lejos de hecho, parecía ser amable aunque hizo algunas preguntas raras

—¿Puedo recompensarlos con unos dulces?— preguntó

—Muchas gracias— contestó Dash

La mujer entró a la casa para seguramente buscar los dulces

—Dash— lo regañe golpeandolo suavemente en la nuca— que te han dicho de recibir cosas de extrañod

—Pueden agarrar los que gusten— llegó la mujer con un frasco de vidrio en sus manos y adentro muchos confites

Dash agarró un puño y yo con desconfianza agarré unos pocos

—Gracias

—A ustedes por ayudarme— sonrió la mujer cerrando la puerta

—Ya no somos unos niños— dijo Dash

—Lo dice el que acaba de recibir dulces de una extraña

Violett y Dash Hargreeves Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt