Why? [Lee Know skz]

XIX I Hate It

XIX Lo Odio

-Veo que ahora solo quedamos tú y yo-

Habían pasado un par de horas desde el último encuentro con todos los demás.

-Se fueron más pronto de lo que creí-

Ahora, como se suponía que debía ser, se habían retirado como habían dicho desde nuestro último encuentro.

-Me caían mal, pero ahora se siente más solo-

En este momento, ya no sabía que pensar. Creí que duraría más, pero viendo el resultado, no lo hizo.

-Deberiamos irnos-

¿Cuánto tiempo había pasado?, ¿Unas horas?, ¿Unos minutos?. Ya no lo sabía, pero ahora lo único que podía sentir era intriga.

-Si continuamos observando...-

No sé que hacer, quería dejar de pensar en ello, pero no podía llegar a hacerlo aunque quisiera.

-...Juro que voy a llorar-

Después de ese discurso, todos habían salido de la habitación, y, nunca los volví a ver.

-Hyung...-

Solo pude oír de ellos cuando se expandió la noticia que fueron liberados los cinco juntos ese mismo día.

-...Por favor....-

Y ahora es donde nos encontrábamos, viendo la puerta que llevaba hacia la libertad de ese desgraciado lugar.

-...Vámonos-

Estaba en un trance, sin pensarlo, solo me quedaba mirando directamente a la puerta donde supuestamente todos habían salido. No debería estar haciendo esto, pero, puede que las circunstancias estuvieran extrañas, digo, por el lugar en el que actualmente estábamos, aún así, aunque hubiesen sido pocos días dónde la mayor parte la pasé inconsciente...

Fueron los más acompañados de mi vida.

Felix permanecía a mi lado, viendo el mismo lugar donde mi vista apuntaba. El, aunque solo los vio por unos cuantos días, se acostumbró a su presencia. No eran la mejor compañía, debo admitir, pero eran buenos hasta un punto. Yongbok parecía estar un poco decaído en el momento, su rostro lo demostraba como un espejo.

Mi cuerpo era sujetado por Felix, mis piernas aún no funcionaban de la mejor forma, mis manos eran una situaciones similar, no podían agarrar ni sostener objetos por un tiempo prolongado. Ahora, por primera vez en la vida, me sentía inútil. Dependía de alguien para que me ayudara a caminar por el lugar. Me sentía estúpido, tampoco podía comer por mi mismo gracias a mis muñecas, aunque no había comido por varios días.

Miré la cara de Felix con la vista periférica viendo sus expresiones, tristeza y decadencia. No lo culpaba, era de esperarse, después de todo, el pasaba mucho tiempo solo, y con ellos ahí, ahora tenía más compañía. Desvíe mi mirada cuando una lágrima salió de los ojos del menor, mi cabeza quedó volteada mientras miraba hacía la izquierda. No conocía palabras de consuelo, pero solo había algo que podía decir.

-Está bien, vámonos-

Lenta y cuidadosamente, iniciamos a caminar, el sujetandóme de los brazos, y yo tratando de mantener el balance. Felix mantenía la misma expresión y seguía llorando, yo, como la persona que soy, le cubrí la cara con uno de mis brazos como favor. Sabía que el no quería que lo viesen en ese estado, nunca le gustó desde pequeños.