- Mas rápido princesa - con su mano empuja mi cabeza.

- Vas muy bien - su respiración va cambiando.

- mmm - suspira y gime.

- ¡Diablos! Pequeña a donde has aprendido a hacer tan buenos orales - pregunta.

Me pega un fuerte azote en mi culo.

- Es..toy ¡Uuf! Siguee pe..que..ña - esto me deja saber que esta por llegar a su climax.

Dicho y hecho se corriendo mi boca dejándome saborear su semen.

- Ahora tu turno para que me cojas rico y duro papi - no lo dejo responder que vuelvo a atacar su boca.

Dos azotes mas fuerte llegan a mi culo y eso me prende mas..

- No podrás caminar luego - su voz es ¡Uuf! Mi amor.

Se sube arriba mio y baja a atacar mis pezones a los cuales tortura uno con su boca y al otro con su mano.

Una vez que siente que es suficiente baja hasta mi clitoris al cual también tortura chupandolo, succionado y dando pequeñas mordidas.

- ¡Aaa! ¡mmggjmm! - gemidos salen de mis labios.

- Daddy en.. - respiro - entra en mi - suplico.

Siento como se clava en mi sin cuidado alguno, siendo salvaje.

Me encanta y me enamora.

La sala se llena de gemidos y olor a excitación y a sexo.

Sus estocadas son rudas, fuertes y sin compasión alguna algo que me hace curvar mi espalda para recibir mas.

- ¡Daddy! - gimo.

- Eres mia - calla mis gemidos con sus besos.

Se sale de mi interior le reclamo con la mira y no me espere que volviera con dos estocadas super complacientes llegando así los dos a nuestros climax.

- Fue increíble - hablo con la respiración agitada.

- Tu haces que los momentos sean increíbles - me levanta en brazos quedando como koala.

- ¿A donde me llevas? - pregunto y le lleno la cara de besos.

- A la ducha - es tan hermoso.

- Daddy ¿Dante también ira con nosotros? - estoy curiosa por la tal sorpresa.

- Si, también Facundo y mi amigo - llena el jacuzzi con agua y le hecha espuma.

- ¿Y a donde iremos? - pregunto curiosa.

- Es sorpresa pequeña y si te cuento a donde iremos dejara de ser sorpresa.

- Eres malo - hago un puchero.

- ¡Ay mi niña linda! - me habla dulce.

- Te amo tanto daddy - esas palabras me parecen simples para realmente expresar lo mucho que lo amo.

- Ya lo sabia chiquita pero no me molesta que me lo repitas todos los días y a cada hora - masaje mi espalda.

- Es tan relajante esto - suelto un suspiro.

(***)

- Daddy las maletas ya están en el auto - le informo.

- Bueno pequeña ¿Falta algo mas? - me pregunta.

Estamos terminando de guardar las maletas en la camioneta para irnos al aeropuerto.

Son las 11:14 eso quiere decir que con daddy tuvimos un mañanero.

Nuestra Pequeña PrincesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora