Capítulo 27

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A L E X A

29 de Diciembre

Viajamos ayer hacia la isla, y hoy día es la fiesta para despedir el año.

Son las cuatro de la tarde por lo cual todavía es temprano para cambiarnos de ropa, ya que la fiesta será en la noche.

¿Que a pasado con Damián?

Pues nada emocionante, sigue con actitudes extrañas, pero hay una cosa que me sorprendió es que yo tengo dos anillos uno es plateado con diamantes negros y otro de oro que en el medio tiene una media luna.

Ayer por la tarde cuando fuimos a la playa con Angie y los niños, él me pidió que me sacara los anillos para que no se me fueran a perder.

No le tome mucha importancia y me los quite y se los di.

Luego ya cuando nos salimos del mar, me los volvió a entregar.

- Daddy con Sam vamos a ir caminar un poco para conocer el lugar - le informo.

Nosotros tres estamos quedandonos en la casa de al lado que también la pertenece a Dante.

- ¿Iran solas? - levanta la vista de un libro que esta leyendo.

- Si, Angie debe de estar ocupada - le pongo unas sandalias azules a Samy.

- Bueno, tengan cuidado y no se demoren mucho - se para y me da un beso en los labios.

- Adios papi - lo saluda Sam.

- Pórtate bien nena -

.
.

Las casa son muy bonitas, el lugar es bonito.

- Sed mami - pide mi nena.

- Allí compraremos jugo - vamos caminando por la orilla de la playa.

- ¿De que sabor quieres tu jugo pequeña? - le pregunto.

- De Sandia - ama las frutas, en cambio yo no tanto.

Les compre su jugo de sandia y seguimos caminando por la orilla del mar.

No anda tanta gente como me espera yo, eso me sorprende.

Sam suelta mi mano y comienza a corre.

Yo la sigo pero voy caminando cuando suena mi celular.

Bajo mi mirada para buscarlo en el bolso hasta que lo encuentro una llamada de Facundo.

- ¡HOLAA! - me saluda alegre.

- ¡Holaa! - también lo salido alegre.

Y en eso veo a Sam lejos de mi y hablando con una chica que estaba tomando sol.

Corro hacia ellas, las dos están sonriente.

- Princesa eso no se hace - la tomo en brazos.

- ¿QUE HIZO MI TRAVIESA? - escucho gritar a Facundo tras el celular, corto la llamada por culpa de buscar el celular perdí de vista a mi nena.

- Peldona mami - me besa mi cachete.

- Perdona si te molesto - me disculpo con la mujer que debe de tener la misma edad que yo.

- Tranquila no me molesto para nada esta dulzura - sonríe la chica.

- ¡AGATHAR! - se escucha un grito de un hombre.

Nuestra Pequeña PrincesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora