Profesor ;국기 [KookGi] ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏ́ɴ

Catorce.

YoonGi salió prácticamente corriendo, necesitaba encontrar a la profesora Jung y hacerle entrar en razón, dialogar pacíficamente y pararla de hacer cualquier estupidez (o gritarle que era una idiota obsesionada) y aunque la segunda opción sonaba muchísimo mejor, no estaba en posición de insultarla cuando ella básicamente lo tenía comiendo de la palma de su mano.

Corrió por todos los pasillos buscándola, sin dar resultados. Por otro lado, Jungkook estaba algo confundido por la actitud del menor, sin embargo no quería incomodarlo preguntando, unos minutos después salió del baño y al caminar pudo ver a la profesora Jung a unos metros.

—Oh Jungkook, aquí estás.—Jungkook le sonrió amablemente.—¿en dónde se encuentra Min?

Jungkook estaba ciertamente nervioso, pero no había manera de que la mujer estuviera enterada así que mantuvo su compostura intentando no delatarse.—Min se quedó en la sala de profesores mientras yo venía para acá, probablemente ya regresó al aula pues es hora del almuerzo.

—Eso pensé.—respondió con una sonrisa burlona. Ya sabía que mentía, no era estúpida y revisó primero en aquella sala, aunque agradecía haberlo hecho pues el pequeño que se encontró ahí sería usado como uno de sus peones inocentes en su plan.—Gracias, nos vemos luego.—Jungkook asintió en respuesta y la profesora se retiró, encaminándose a la oficina de la directora.

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Mientras tanto, YoonGi ya había recorrido todo el piso, preguntó a algunos maestros y amigos si es que sabían de la mujer, se frustró aun mas que nadie supiera de su paradero. Como última opción fue a la pequeña biblioteca de la sala de maestros, encontrándose con Jimin.

—Hola hyung.—le sonrió el menor amablemente y YoonGi le devolvió el gesto.

—Hmm, ¿no has visto a la profesora Jung? —preguntó YoonGi viendo atentamente a Jimin.

—¡Oh! —exclamó como recordando algo y YoonGi sonrió, ¡genial! Seguro él sabía.—Me dijo que ordenaras esos libros de ahí en esta hora.—YoonGi abrió los ojos como platos, incrédulo.—Yo no estaba de acuerdo pues es hora del almuerzo, pero me dijo que después ya tendrías todo lo que resta del día libre... no tengo idea a que se refería, ¡seguro te saca de clases para darte el tiempo libre! Que genial.—dijo Jimin inocente.

—¿sabes a dónde fue?

—Creo que iba con la directora, pero no estoy muy seguro, se veía feliz, seguro van a besuquearse.—exclamó riendo.

YoonGi frunció el ceño ante el comentario sin entender, pero se enfocó en lo que le interesaba.—Gracias.—dijo con intención de salir pero Jimin lo detuvo.

—¡no te vayas! Son pocos libros... Si Krystal se entera me va a matar por no haberle hecho caso, por favor.—habló casi rogándole.

YoonGi hizo un puchero queriendo tirarse al piso a hacer un berrinche.—Jodida bruja.—maldijo.

A Jimin le sorprendió la velocidad con la que su mayor organizó los pocos libros, incluso se preguntó si acaso prestaba atención en lo que hacía pues YoonGi lucía como un robot poniendo cada uno de los libros en su lugar.

—¡nos vemos! — gritó YoonGi dejando la habitación a pasos acelerados, sin siquiera dejar al joven despedirse. Jimin frunció el ceño confundido ante su actitud y se preguntó si es que dentro de dos años él sería igual de raro.

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Los pasillos de la institución se convirtieron en la pista para el maratón de YoonGi, desafortunadamente la oficina de la directora se encontraba algo lejos de donde estaba, pero eso no le impidió llegar en cuestión de minutos.

Cuando por fin llegó pudo leer el letrero que se encontraba en la puerta, este indicaba el que no se debía tocar o intentar acceder a la sala a menos de que fuera de suma importancia. Suspiró derrotado golpeando su frente con una mano y diciéndose "idiota" repetidamente. Ya sin poder hacer algo más, acercó su oreja pegándose a la puerta sin importarle si era visto o no, a pesar de todas las voces de los alumnos disfrutando de la hora de la comida pudo escuchar la conversación sutilmente.

— Deberías parar Krystal, ya fue suficiente, no sé que te pasa estas últimas semanas, pero te estás comportando como uno de nuestros alumnos y no como una maestra.— dijo con molestia quien parecía ser la directora.— Entiendo tu frustración de querer subir tu puesto en la escuela, pero no de esta manera.— escuchó a Krystal decir "¡te estoy diciendo que ellos están saliendo! Es verd- " sin embargo la directora la detuvo. — No inventando un rumor estúpidos sobre uno de los mejores maestros de la institución Krystal, me decepcionas.

— ¡yo misma los ví! — gritó con frustración.

— Ajá.-contestó con una sonrisa de incredulidad.— Dime, ¿es todo esto por qué Jungkook te rechazó? Si sigues con tu drama después de lo que pasó esa noche, ya deberías ponerle un alto.— YoonGi frunció el ceño, ¿a qué se refería la directora con "esa noche"?

—Lo de esa noche fue un error, estaba ebria. Pero ese no es el punto, el punto es que uno de tus malditos profesores está saliendo con un alumno, ¡y tú no haces nada!

— Si fuese un error no seguirías con este ridículo drama. Deja de fantasear, Krystal, no tienes siquiera una prueba como para que tome acciones contra Jungkook o Min YoonGi.— Krystal iba a hablar de nuevo pero la directora la calló de inmediato, YoonGi contuvo una carcajada que quería soltar en el momento.—Si, estoy enamorada de ti, Krystal, pero no por eso voy a obedecer a cualquiera de tus absurdas peticiones, no para joder a los demás. No puedes manipular a quien se te dé la gana aprovechándote de sus sentimientos.— terminó por decir la directora.

YoonGi cubrió su boca sorprendido, ¿enamorada? ¿enamorada de Jung Krystal? ¿había alguna forma de sentir algo más que odio por esa víbora? Su mente recapituló lo que había pasado desde el inicio del ciclo; "sus asuntos más importantes por atender están en la sala de profesores, tomando un descanso" había dicho Jungkook, después estaba Jimin "se veía feliz, seguro iban a besuquearse" ¡oh por dios! ¡la directora estaba enamorada de Krystal! ¿por qué demonios nadie le contó? Tenía un buen chisme que discutir con Taehyung, aunque probablemente él ya lo supiera y YoonGi fuera el único idiota que no lo había notado.

— Bien.— Krystal rió con arrogancia.— Que se puede esperar de una directora que besa a una de sus profesoras en su oficina, ¿cómo es que le va a importar si un alumno está follando con un maestro en una de las aulas?

—Te tomarás la próxima semana libre, Jung. Vuelve hasta el otro lunes, o al menos hasta que tu berrinche haya pasado y no te comportes como una niña a quien no le han comprado un juguete. Ahora retírate.— terminó la conversación y YoonGi sonrió, ¡genial! Ella no le había creído a la arpía de Krystal, YoonGi : 1 / Krystal : 0

Se escondió y escuchó la puerta ser cerrada con fuerza y a Krystal suspirando con molestia, su plan había fallado. YoonGi fingió cruzarse con ella "por casualidad" unos metros después de la habitación en donde se encontraban anteriormente.

— Que agradable encontrarla por aquí, profesora.— sonrió burlón.— Fue increíble acomodar los libros junto a Jimin, divertido, en fin, quiero hablar con usted.

—Pues será en otro momento Min, tengo cosas más importantes que hacer que hablar con usted.— dijo intentando continuar su camino, sin embargo, YoonGi se opuso.

— ¿sabe algo? Intenté ser amable lo juro pero ¡jodase! Ya estoy harto de usted y de su actitud de perra obsesionada, así que váyase mucho a la mierda.— exclamó, afortunadamente ya todos estaban en clases.— No me voy a alejar de mi novio solo porque leer tantos libros le ha afectado la cabeza y ahora no deja de inventarse historias más falsas que la amabilidad de Jungkook al estar con usted.

—¡maldito mocoso! No me hab... —YoonGi ya podía decir que perdió la cuenta de cuantas veces callaron a Krystal hoy, y vaya que eso se sentía increíble.

—Te lo repito, no me voy a alejar de mi novio. No puedes manipular a quien se te dé la gana aprovechándote de sus sentimientos, Krystal.— citó las palabras de la directora dejando a la mujer desconcertada.

Caminó por el pasillo dándole la espalda a la mujer, sonrió victorioso abandonando a Krystal como una estatua en el corredor. Iniciar un juego sin saber las reglas es peligroso, mucho más cuando no eres el único que las establece.