Capítulo 15

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Ami y Sindy se dirigían a la nave.

— Me sorprende que hayas venido a buscarme para ir juntas a la nave— murmuró Ami— hacía tiempo que no lo hacías.

— Bueno, últimamente han sucedido cosas extrañas entre nosotras y la verdad es que me preocupó que estuvieses enfadada conmigo por algo.

— No estoy enfadada, solo es que estoy muy liada, las cosas fuera de la banda me están cambiando mucho.

— Ya veo... por cierto, ¿tú sabes algo del pasado de Hayden?

Ami frunció el ceño y miró a su amiga directamente. Ni se había preocupado por lo que le estaba pasando a ella.

— Él no suele contar sus cosas.

— ¿Ni siquiera a ti?

— ¿A qué viene esa pregunta?

Sindy permaneció callada unos segundos, no podía contarle lo de la carta.

— No sé... nadie sabe nada de su pasado...— Ami se negaba a reconocer que su propio novio también guardaba secretos para ella aunque fuera delante de su amiga, después de todo temía que la estuviera traicionando por detrás— es tan raro...

— Yo no soy quién para hablar de su vida.

Quiso la joven dejar zanjado el tema. Sindy no siguió preguntando al notar el cortante tono de su amiga. El resto del camino ninguna de las dos habló.

Ya había pasado algunos días de la muerte de la madre de Danitza y cada uno volvió a sus vidas. Rihanne se encontraba en la caravana en ese momento, su madre había salido a comprar y ella observaba una revista en lo que esperaba para ir a su nuevo trabajo, ya que del otro como siempre le solía pasar, la habían despedido. Algo que no le parecía nada justo porque en su contrato ponía que tenía dos días de asuntos propios que podía coger en cualquier momento pero ella con la justicia no es que se llevara muy bien así que lo había dejado pasar.

De repente, alguien tocó en la puerta de la caravana. Dejó la revista a un lado y abrió pensando que sería su madre pero al ver quién era intentó cerrarla.

— Mi madre no se encuentra...— aludió.

— No vengo a ver a tu madre.

Rihanne forcejeó con la puerta.

— A mí usted no me interesa.

— Pero tú a mí sí— dijo entrando.

La joven corrió a la pequeña cocina y cogió el primer cuchillo que vio.

— Lárguese de aquí ahora mismo.

El hombre se rió al ver el cuchillo.

— ¿Crees que puedes hacerme daño con eso, niña estúpida?

— Estoy más que acostumbrada a usarlo— el hombre le dio una bofetada cuando se acercó. Ella casi le sajó la mano al recuperarse de la impresión— maldito viejo— le dio una patada en el pecho para poder salir corriendo de la caravana.

El hombre cayó al suelo y al ver que iba a huir la agarró del tobillo lo que la hizo caer.

— Tú no te me escapas.

— ¡Suélteme!— pataleó la joven con fuerza pero el hombre se puso encima de ella ni sin cierto esfuerzo. Ella trató de buscar el móvil en lo que intentaba soltarse. El viejo comenzó a magrearla con dureza. Rihanne apretó un número de marcación rápida, le daba igual cual porque en cada uno había grabado uno a uno el de sus amigos mientras buscaba el cuchillo que había tirado para poder salir más rápido. El hombre le había subido la blusa.

Entre BandasWhere stories live. Discover now