*Todavía estás aquí*|| ItaFushi || FushIta 💓

Capítulo I

Capítulo I

Emociones encontradas. 

El techo de la habitación parecía un poco más grande de lo que era. Y mucho más alejado de lo normal. 

Habían pasado medio dia luego de haber recibido la noticia de que Itadori seguía con vida. Y Megumi Fushiguro estaba entre feliz y angustiado, porque sabía que eso significaba que el cuerpo de Yuji seguía atado a Sukuna. Incluso sabía que volver a verlo, luego de dos meses vacíos y dolorosos, generaría más emociones en él, de las que ya tenía. Y no estaba muy seguro de poder contenerse como lo hizo tiempo atrás. 

Un suspiro cansado salió de su boca y se preguntó qué estaría haciendo ahora mismo su compañero.

 La imaginación fue cortada cuando sintió unos pasos en el pasillo de afuera de su habitación. Suaves y determinantes a la vez. El sonido de los tacos se detuvo en su puerta y antes de que pudiera fingir que dormía por si intentaban sacarlo de su lugar de pensamientos; su celular vibró. 

Kugisaki Nobara:

Oye, sal. Sé que estás despierto. Hablemos. No me hagas romper la puerta. 

Cómo no tuvo opción a tal delicada petición, Fushiguro decidió contestar, pero levantando la voz. 

-Espérame en los pasillos de las máquinas expendedoras. - dijo levantando la voz. 

Kugisaki se alejó de la puerta y Fushiguro no tuvo más remedio que salir de su burbuja. 

Kugisaki y Él habían estrechado lazo esos meses de ausencia de Itadori. Es como si, haber perdido al "idiota despistado", los hubiese puesto de un empujón a la realidad de que en cualquier momento, uno de los dos también podría morir. Aunque no solían exteriorizar sus emociones o su preocupación el uno por el otro, ambos podían descubrir fácilmente lo qué les pasaba. Y Nobara Kugisaki había notado que, desde la muerte de Itadori, Fushiguro no había vuelto a ser el mismo. No es que él haya estado en constante tristeza o dolor, simplemente su mirada se había vuelto más apagada. Hasta que, en ocasiones, lo notaba distraído, como queriendo evadir cualquier mirada o contacto físico con otras personas. 

Una vez, la chica había leído que las personas que pierden a sus seres amados, suelen tener comportamientos distantes con el resto de las personas. Aunque Fushiguro solía ser así la mayoría del tiempo. Pero esta vez, parecía que eso se acentuaba más, porque una cosa era ser distante y frío para no dejar en evidencia lo mucho que los apreciaba a ambos, pero otra cosa distinta era realmente ser así. Y eso, aunque parecía no importarle a ella, le preocupaba. 

Cuando Gojo Satoru los reunió para decirles que Itadori había vuelto a la vida, ninguno quiso creerlo. Hasta que vieron una foto donde Yuji posaba dormido frente al televisor y abrazado a un muñeco feo y tierno a la vez. Y desde ese momento, sintieron que sus almas habían vuelto a sus cuerpos, pero al mismo tiempo, entendieron que la vida de Yuji había dependía exclusivamente de los caprichos de Sukuna. Gojo no tardó en explicar que efectivamente era así. No podía brindar más información porque Itadori no recordaba demasiado lo que había hablado con el rey de las maldiciones. Pero para sacarlos de este trance oscuro, Gojo les comentó que Itadori sería vuelto a presentar en sociedad al día siguiente, cuando se haga la competencia con los del grupo de Kyoto, y que avisarle un día antes, constaba de un recordatorio para que no lo llenen de preguntas luego, ya que Yuji solía pensar demasiado en la forma en la que había despertado.  Mientras Gojo se tomaba el trabajo de explicar la situación, Nobara veía de reojo como Fushiguro no prestaba atención como solía hacerlo, sino que estaba concentrado en la fotografía del celular del profesor Gojo, que aún estaba desbloqueado y en sus manos.