Cosas de Shigaraki

Shigaraki x Shy! Reader

Si lo miras fijamente el tiempo suficiente, ¿tal vez desarrollará la capacidad de leer tu mente y pedirte una cita?

"Qué carajo estás mirando, fenómeno", exclama Shigaraki, sale de la zona del bar y se dirige a su habitación.

Golpeas tu cabeza contra la mesa, maldiciéndote por lo bajo.

"Sigue así y pensará que te has quedado muda"

"Bien." murmuras, jugueteando con los bordes de la carta de tu bolsillo.

Una vez que te has calmado, sacas esta última y la miras fijamente.

Quizás deberías quemarla hasta convertirla en cenizas, las letras son un cliché de todos modos ...

"¿Quieres una bebida?" Kurogiri murmura señalando los estantes detrás de él.

Asientes con la cabeza y se dirige a tu marca de tequila favorita, ni siquiera te molestas en tomar sal o limones,  agarras la botella y te diriges rápidamente  tu habitación llevándote toda la botella.

Kurogiri suspira, limpiando la encimera de su barra.

Su mano se congela sobre lo último que dejaste antes de irte descuidadamente.

Él sabe lo que es, has estado llorando durante semanas.

Él se ocupará de tus regaños más tarde.

La carta cae a través del portal, golpeando suavemente el teclado en el que Shigaraki estaba tocando.

Mientras tanto, estás sentada en tu habitación, con la botella un poco olvidada ya que tus sollozos hicieron que fuera demasiado difícil tragar el líquido.

¿Por qué siempre te enamoras de los chicos emocionalmente inaccesibles? ¿Es una maldición?

El golpe en tu puerta te saca de la autocompasión, te recompones y secas las lágrimas.

"Adelante", murmuras, tratando de parecer desinteresada mientras te desplazas por tu teléfono.

"Ahora dime, ¿es tuyo? ¿O es que alguien me está jodiendo?

El grito te hace saltar, tus hombros se ponen rígidos.

Miras hacia arriba, solo para encontrarte con tu jefe enojado, agarrando tu carta con cuatro de sus dedos.

"Maldita sea, ¿Cuál es tu problema? ¡Es una pregunta de sí o no!"

Te muerdes el labio y las lágrimas amenazan con derramarse de nuevo.

Asientes con la cabeza, respirando profundamente.

"Sí, por favor vete ahora".

Cuando tu mirada está pegada al suelo debajo de sus zapatos, notas las pequeñas motas de tierra que se balancean hacia el suelo.

Miras su mano de nuevo, tu carta ahora se deshace gradualmente.

El escozor en tu pecho quema a través de tu garganta, las lágrimas ahora se derraman mientras amortiguas tu llanto con tu edredón, mordiéndolo tan fuerte como puedes.

Shigaraki nunca tuvo experiencia con esto.

Nunca había visto a una persona lastimada por su culpa (bueno, al menos de esta manera).

Nunca fue él quien consolaría a otra persona.

No sabía cómo, ya que él mismo nunca fue tratado con amabilidad.

No obstante, se dirigió a la cama, apartando la tela de tu cara.

Instintivamente cerró los ojos, temiendo que si volvía a ver tu expresión, literalmente se desmoronaría.