• 𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝙸𝚇 •

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La noche había sido larga, casi nadie había podido dormir después de lo vivido, todos llegaron a la casa de Mike, este les llevo un poco de comida y algunas mantas pues pasarían la noche en el sótano del pelinegro.

Al terminar la cena todos avisaron que se quedarían a dormir con Mike para no preocupar a ninguno de sus padres, todos se acostaron y trataron de conciliar el sueño lo cual le fue imposible a Doce, Will se acercó a su novia quien se había levantado y sentado en el sofá de Mike.

-¿No puedes dormir? - preguntó el castaño a lo que su novia negó -. Necesitas descansar, fue una mala noche.

-Lo sé, pero no puedo, la imagen de todos, el temor, no puedo. - dijo Doce agachando su cabeza y escondiendo su rostro entre sus manos, Will la miró con tristeza, lo que a su novia le preocupaba era el bienestar de todos.

El castaño se hizo a un lado y se acostó en el sofá dejándole un lugar a Evie.

-Ven. - dijo Will estirando su brazo a su novia, ella con temor la acepto y se acercó a él recostándose a su lado colocando su rostro en su pecho mientras Will acariciaba la espalda de su novia -. Todo estará bien, ya lo veras. - susurro Will, Doce asintió y se dejo llevar por las caricias de su novio.

Al pasar el tiempo la respiración de Doce fue más tranquila, por lo que Will dedujo que por fin se había quedado dormida, con delicadeza beso la cabeza de Evie y junto su mejilla con esta, Will recordó todo lo vivido horas antes y de no haber sido por él, Billy habría acabado con su novia, por lo que se prometió algo, "no dejaría que alguien le hiciera daño a Evie, ya no más".

Después de un rato también se durmió abrazando a Doce, con miedo de que ella en algún momento se fuera.

La mañana llegó y todos se levantaron de un mejor animó, pero la búsqueda no quedaría ahí, todos querían saber que era lo que el desuellamentes quería, pero necesitarían la ayuda de alguien y ese era Hopper.

Ambas niñas se colocaron vendas en los ojos, encendieron el televisor en un canal muerto y se concentraron en buscar a Hopper, quien no fue difícil de hallar, este estaba caminando mientras asustaba moscos que los picaban por todas partes.

-Lo encontramos. - habló Once.

-¿Dónde está? - preguntó Max.

-En el bosque. - respondió Evie.

-¿El bosque? - cuestionó Lucas.

-Esta con la mamá de Will. - habló Evie jugando con la pulsera que Hopper le había regalado antes.

Will al escuchar eso se acercó a su novia -. ¿M-mi mamá? - cuestionó.

-¿Qué están haciendo? - volvió a cuestionar Max ignorando a Will.

-Ir a noi. - decía Once -. Están yendo a Illanoi. - continuó Once pero fue interrumpida por otra voz.

-¡Mike, el desayuno! - gritó Karen, la mamá del pelinegro.

El chico cansado se giro hacia la puerta -. ¡Ahora no mamá! - gritó también para después girarse hacia las hermanas Hopper -. ¿Illinois? ¿Illinois, el estado? ¿El estado de Illinois?

Ambas chicas se quitaron la venda para poder ver a Mike -. Si, allá van. - respondió segura Evie, pues lo poco que había aprendido con Eddie en clases de geografía era el nombre de los estado y ese lo recordaba bien.

Todos se miraron confundidos en silencio, el cual Max rompió.

-Ven Once, hay que limpiarte. - dijo tomando la mano de Ce y llevándola al baño -. Vamos Evie. - esta asintió y siguió a ambas chicas al baño.

Max tomó una toalla y la mojo con agua del lavabo, para comenzar a limpiar la sangre de Once, mientras lo hacia Evie se tocó el cuello donde se encontraba la marca de la mano de Billy, quien la noche anterior trato de acabar con su vida.

-¿Aún te duele? - preguntó la pelirroja quien la había estado observado como Evie se tallaba el cuello.

-Solo cuando hablo. - respondió Evie tallando su cuello.

-Bueno entonces que bueno que no eres Mike. - respondió divertida Max -. Blah blah blah blah blah, no te dejaría de doler. - dijo haciendo reír a ambas hermanas.

Mientras tanto los chicos se encontraba en el sótano hablando de lo ocurrió.

-Algo no esta bien, no pude sacarme de encima a Hopper todo el verano y ahora de repente va con la mamá de Will a Illinois y también la desaparición de Dustin. Esto no puede ser una coincidencia. - decía Mike mientras caminaba de un lado a otro.

-Que importa. - habló Lucas cansado de Mike -. A fin de cuentas no están aquí, depende de nosotros.

- Exactamente, ¿qué depende de nosotros? - cuestionó Mike mirando incrédulo a sus amigos.

-Encontrar a Billy y detenerlo. - respondió el Lucas.

-Ok, si esa es una buena idea, pero si Once y doce pudieran encontrarlo y esa es una suposición, luego qué...

-Lo calentamos aún más y nos aseguramos que esta vez no pase...

-Ok, ¿Y después qué?

-Después ganamos.

-No, ves ese es el problema, con eso no ganamos, sacamos al desuellamentes de Will antes y simplemente regreso. No tenemos que detener solo a Billy sino también al desuellamentes.

-¿Y cómo demonios hacemos eso? - cuestionó Lucas.

-No lo sé. - respondió Mike.

-Tal vez Evie y Ce lo saben. - agregó Will quien había estado escuchando la conversación sentado.

Mike lo miro un momento antes de detenerse frente a la puerta del baño irritado.

-¿Qué están haciendo ahí? -cuestionó el pelinegro mirando la puerta.

Lucas se levantó del sofá mientras comía cereal de una caja que tenía en la mano y se acercaba a Mike.

-No lo sé, a las chicas les gusta pasar tiempo en el baño. - respondió ofreciéndole cereal a Mike.

-¿Por qué? - volvió a preguntar Mike mientras empujaba la caja de cereal de Lucas.

-Bueno, no lo sé, - respondió Lucas para seguir comiendo.

-Están conspirando contra mi. -habló Mike mirando a Will.

El castaño cansado se giro para mirarlo -. ¿Eso les preocupa justo ahora?

-No es mi preocupación principal, es secundaria. - respondió Mike.

-Pensé que habían terminado. - agregó Will.

-Aún no terminamos, ¿ok? Solo nos tomamos un tiempo.

-Ella dijo que habían terminado, eso no se oye como un tiempo.

-No lo era. - gritó Max desde el baño -. Saben que podemos oír todo lo que están diciendo, ¿cierto? - dijo haciendo reír a ambas hermanas.

-Conspirando, te lo dije, conspirando. - le susurro Mike a Will hasta que el sonido de la puerta los interrumpió -. ¡Ahora no, mamá! - gritó Mike.

-Mike, abre la puerta. - se escuchó la voz de Nancy del otro lado por lo que el pelinegro no tardo en abrir la puerta a su hermana y a Jonathan, quienes se veían asustados.

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Juntos || Will ByersWhere stories live. Discover now