Esta es una prédica escrita sobre la parábola del joven rico, comparado con Abraham. Se basa en las riquezas, lo que atesoramos en la Tierra y lo que atesoramos en el Reino de los Cielos.
Presten atención al adjetivo "difícil", ¿La palabra "difícil" es igual a "imposible"?, no.Entonces veamos este esquema, tenemos a Jesús y a un joven rico, el joven rico le dice a Jesús que ya tiene todos los requisitos para entrar al reino de los cielos, esto pensaba el joven de sí mismo, pero Jesús en modo de mostrarle dónde este joven tenía su corazón, Jesús lo envía a vender todas sus riquezas a los pobres, pero dice la palabra que el joven al oír a Jesús pedirle esto se fue muy triste, porque tenía muchas posesiones, tenía muchas cosas que para él valían más incluso que el reino de los cielos.
Dios no nos manda a vender todo lo que tenemos y darlo a los pobres, Jesús le pidió eso a este joven para demostrarle que no cumplía con todos los requisitos para entrar al reino de los cielos, porque su corazón no estaba en Dios, estaba en las riquezas. Dice la palabra de Dios en Lucas 16:13 "Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas", cuidado, esto no quiere decir que no podemos ser ricos, sino que no podemos servir a las riquezas y no a Dios, amar más a Dios. Jesús habló de las riquezas en la parábola del mayordomo infiel (Lucas 16:1-15)
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Con esta parábola podemos decir que las riquezas no sólo son cosas materiales como las que tenía este mayordomo, o posesiones como las del joven rico, a veces una riqueza puede ser una casa humilde, en un barrio humilde, pero que le dedicamos tanto y nos desvivimos tanto por esa casa, que le damos más valor olvidándonos de pasar tiempo con Dios. También una riqueza puede ser un estudio, como la universidad, un curso al que le dedicamos tanto tiempo que deseamos llegar a obtener ese título pero dejando de lado a Dios, cuando la corona que tenemos en el cielo tiene más valor que cualquier titulo al que la polilla y el orín corrompen.
Cuando dejamos de servir a Dios para servir cualquier otra cosa, estamos haciendo que esa otra cosa sea nuestra riqueza y no Dios. La definición de "riqueza" es el conjunto de cosas que uno posee en abundancia, ahora, ¿Qué es lo que más abunda en nuestro día a día?, una pista para saber esto << De la abundancia del corazón habla la boca>>, ¿Cuál es nuestra riqueza?, Dios debe ser la primer abundancia en nuestro corazón. Hay que tener cuidado al leer esto, porque está bien tener riquezas, está bien estudiar y seguir una carrera, está bien dedicarnos a mejorar nuestro hogar, pero lo que no esta bien es que tomemos nuestra vida para desvivirnos por esa riqueza, porque por lo que nos tenemos que desvivir es por Dios. No está mal tener riquezas, toda buena dádiva proviene de Dios, y eso está bien, está bueno ser bendecido. Pero tenemos que ser mayordomos solamente de Dios, dice la palabra que ningún siervo puede servir a dos señores, no se puede servir a dos señores, o es Dios o son nuestras riquezas.
