En esta ocasión no pude quedarme a terminarla, porque cuando quedaban casi veinte minutos de descanso sentí unas enormes ganas de mear. Y podría haberlo hecho en cualquier otro sitio, incluso frente al muro de la escuela, pero entre que se me había acabado la cajetilla de tabaco y apenas quedaban unos minutos de recreo, me compensaba visitar los impecables baños del centro que mis padres pagaban cada mes.

Me despedí de todos y con un par de saltos ya me encontraba nuevamente dentro de la escuela, en el patio permitido para la hora de descanso. A diferencia de cómo le veía normalmente, hoy estaba a abarrotar de gente. Claro, quizás influía que era la primera vez en mucho tiempo que lo visitaba en la hora del recreo, cuando hacían verdadero uso de esta zona.

Me puse a avanzar por los solitarios pasillos hasta llegar a los baños. Por suerte no había nadie cuando llegué. Sí, digo suerte, porque normalmente era el picadero para las parejas. Seguro que la mitad del colegio se había encontrado a Clint y Aris en una de las cabinas mientras ellos meaban.

And let me sing for ever more ~

¿Eh? ¿Qué era eso? ¿Alguien tarareando? Fruncí el ceño y fui paseando por las cabinas hasta posicionarme en frente de la que salía la voz. Definitivamente era alguien cantando. No era una canción Pop o algo de coreano. Esa música sonaba muy diferente.

You are all I long for all I worship and ado~

¿Eso es inglés?

—¡AAAAH!— se cayó de la tapa del váter en el que se encontraba sentado, terminando de culo en el suelo. El pequeño cuaderno en el que estaba dibujando y un estuche de pinturas también terminaron desperdigados en el suelo. Me apoyé en el marco de la puerta, disfrutando de toda la vergonzosa escena, de cómo, mientras seguía de rodillas, lo primero que hizo fue levantar la cabeza y sonreírme con la misma inocencia de un niño—. Hola Newt. Me asustaste.

—Ya me he dado cuenta— reí porque a pesar de que el tiempo pasaba, seguía en el suelo del baño. Cualquier persona normal se habría levantado al segundo, pero claro, era Thomas de quien estábamos hablando—. ¿Estás cantando?

—Ajá— asintió sin prestarme mucha atención, más pendiente de recoger todas las cosas que había rodado junto a nuestros pies. Aproveché su distracción para agarrar yo el cuadernillo en el que momentos antes estaba dibujando—. ¡A-ah, no, no lo veas!— dejó el estuche sin cerrar a un lado y fue a ponerse de pie para quitarme la libreta de las manos, pero antes de que siquiera pudiera levantarse, coloqué una mano en su cabeza y presione hacia abajo, haciéndole imposible levantarse—. Ciérralo, ciérralo, ciérralo, porfi~

—Thomas, dibujas muy mal— declare mientras miraba los miles de garabatos que invadían las páginas. Un niño de seis años no tenía nada que envidiarle al castaño—. ¿Es tuyo?

—E-Eh, ah...— solo con ese balbuceo se delató por completo, pero aún así, el muy bobo, lo intentó negar frente a mis narices. De veras que no entendía cómo podía existir persona tan ingenua en el mundo—. No. Claro que no.

—¿Y qué hacías con él en el baño?

—Me lo encontré tirado por ahí. En los pasillos en clase.

—¿En los pasillos o en clases?— pregunté con diversión. Obviamente mi objetivo no era que me dijera la verdad, ya que poco me importaba su vida artística; más bien disfrutaba de verlo nervioso, me entretenía bastante.

MÍRATE  적응! ー newtmas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora