NEVER ENDING STORY ❝ got7; pjy

21. clear the feelings

Por la noche, la tensión la casa podía palparse en el ambiente. Ambos tenían mucho que decir, pero ninguno tenía el valor para iniciar una conversación.

—¿Vas a cenar? —preguntó Jinyoung de la nada.

—No.

—Chaeri...

—¿Chaeri qué?

Eso era exactamente lo que sucedía cuando Jinyoung intentaba dirigirse a la chica, quien estaba armando un rompecabezas en la pequeña mesa de los muebles.

—Ya te dije que se me olvidó despertarte.

—No estoy molesta por eso. —ni siquiera lo miraba, estaba más enfocada en fingir que claramente la cara del elefante encajaba con el cuerpo de la jirafa.

—¿Entonces qué tienes? Me estresa que estés asi.

—Ni siquiera intentas disculparte por algo que claramente hiciste a propósito y sigues mintiéndome una y otra vez. —espeta. —Si no querías que fuera a la universidad me lo hubieras dicho, si te molestó que preguntara por mi mundo, lo siento, ¿Bien? Solo quiero saber si todavía estoy viva allá, si esto es un universo alterno o de verdad me transporté al libro.

»Quiero saber como esta mi mamá, mi trabajo, maldita sea, la editorial en la que siempre quise trabajo. —Chaeri levantó la mirada de la mesa, con los ojos cristalizados y la voz temblorosa se dirigió a Jinyoung. —Pero no quiero estar lejos de ti.

Jinyoung rompió el contacto visual, sintiendo un asqueroso revoltijo en su estómago. La culpa lo estaba atacando de nuevo.

—No sé todavía como aclarar tus dudas. No insistas. —Jinyoung se acercó a ella y limpió la lágrima que ya caía, sintiendo las suyas venir. Si tal era su desesperación por saber por el mundo real, Jinyoung se sentía plenamente satisfecho, solo era cuestión de que Chaeri dejase de amarlo.

—Como sea, no voy a cenar, no molestes.

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Por la mañana, Jinyoung antes de irse a la universidad se asomó un poco por la puerta entreabierta de la habitación de Chaeri. Vio a la mujer vuelta un ovillo entre las sábanas, dándole la espalda a la pared, bufó antes de alejarse.

Si bien la historia que el había escrito para traer a la escritora al libro no tenía un desarrollo, tenía un cierre, puesto que en un principio las intenciones de Jinyoung no eran en absoluto enamorarse de la mujer que había escrito la triste historia de su vida amorosa, pero que alegaba amarlo a el y a su personaje. El inicio fue verla despertar en su hogar, y debido al inesperado desenlace, Jinyoung tuvo que ingeniárselas para escribir el final que podía devolverla a su realidad. El desamor y la satisfacción.

—Cierra la puerta al irte. —Jinyoung apretó los labios cuando Chaeri habló claramente.

—Creí que vendrías.

—Me quedaré a... limpiar yo que sé. Que nadie venga esta vez.

Cuando Chaeri escuchó a Jinyoung salir, se levantó de la cama con pocos ánimos, moqueando un poco, arrastró los pies hasta la cocina y ladeó la cabeza al ver la montaña de platos en el mesón, quizás debería limpiar de verdad, en la entrada también había un desastre con los zapatos y el piso estaba un poco opaco.

No le agradaba el silencio, por lo que duró al rededor de media hora intentando acomodar el cassette en la radio colocando una suave balada que desconocía.

Llorar como una tonta no le serviría de nada, nunca funcionó. Despejó sus ideas restregando el piso y aclaró sus pensamientos tendiendo la ropa.

Al entrar a la habitación de Jinyoung se dio cuenta que no debía hacer demasiado, él era muy limpio y ordenado por lo que solo recogió algunos libros y el cesto de ropa sucia. Solo que este estaba pesado y al levantarlo, tropezó con el escritorio de Jinyoung y tumbó sin querer unos cuadernos y lápices.

Dejó el cesto a un lado y levantó unos libros. La mayoría eran de medicina pero uno que no había visto nunca antes llamó su atención. Never Ending Story.