Final

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Jeongyeon no lo hagas. Le pedía la castaña sintiendo como la desesperación empezaba a apoderarse de su cuerpo, tenía una idea de lo podría estar tramando la ojiverde y no le gustaba para nada. — Él no se detendrá Jeong, por favor.

La menor la había escuchado claramente, todas la habían escuchado, y al igual que ella estaban llenándose de angustia por lo que estaba haciendo, pero ninguna sabía que hacer, estaban en shock con lo que pasaba frente a sus ojos.

Ninguno esta dispuesto a ceder bunny, así que esta es la única forma de terminarlo. — La voz de la menor era seria, tan decidida que incluso ella se sorprendió, pero confiaba en sus reflejos, necesitaba confiar en que todo resultaría.

Nayeon no se dio cuenta del momento en que una lágrima salió de su ojo izquierdo, pero si que podía sentir como algo quemaba en su pecho, dolía como nunca en su vida había experimentado. — Jeongyeon por favor no...

Todo estará bien bunny. Fue lo último que escuchó antes de detener su auto y desplomarse sobre el volante llenando el vehículo con sus sollozos.

Dolía como el infierno que todo lo que llegó a imaginar que sería su vida junto a la ojiverde fuera a terminar de ese modo, cada momento que deseaba pasar a su lado, cada beso que anhelaba darle, cada caricia que quería dejar en su piel, la infinidad de veces que deseaba perderse en su hermosa mirada, tan transparente y cariñosa, dándole un amor que solo era para ella.

Pero ahora, ya nada de eso pasaría, o es lo que todas las que veían la escena creían.

Si algo había aprendido Jeongyeon en todo el tiempo que duró su entrenamiento, era que toda una misión podía legar a definirse para bien o para mal, en el último segundo, y era justo lo que estaba apostando.

Nunca había que subestimar al enemigo por más débil que este pareciera, su hermana Seoyeon, que además fue una de sus más exigentes entrenadoras se encargó de que lo aprendiera luego de sus intensivas sesiones.

Así como también se encargó de que se especializara en cada área, como un soldado completamente capacitado para cualquier misión debía estarlo.

Y sabía que lo que estaba por hacer era un suicidio, una forma casi segura de morir en segundos, pero ya entendía el porque de tan exigentes entrenamientos, de tan estrictas lecciones y tan difíciles misiones, todo cobro sentido en aquel segundo.

Creyó que la castaña mayor seguiría con su persecución, que con lo mucho que deseaba atrapar al pelinegro no se detendría por su decisión, pero en el momento que vio como el auto que esta conducía se detenía, entonces la preocupación en su interior creció, sin imaginar las razones. — Bunny... — Susurró escuchando solo silencio de vuelta, hasta que unos suaves sollozos llegaron a ella.

— ¡¿Que es lo que estas pensando hacer Jeongyeon?! — Le reclamó Momo, que era sujetada por Mina y Sana pues deseaba dirigirse a ella para sacarla del camino. — ¡Muevete del camino grandísima idiota! — Gritó al ver que el auto de Yoon cada vez estaba mas cerca.

Bro, no hagas esto. — Fue Chae quien le habló esta vez, su voz estaba quebrada y al igual que Momo quien detrás de su furia también escondía su dolor, provocó que sus ojos se cristalizaran.

Estaba a punto de responder, sin atreverse a voltear a mirarlas pues sabía que todo se iría por la borda si veía sus miradas tristes, pero aquella suave voz volvió a escucharse.

Dejenla. — Dijo Nayeon, y todas la escucharon, su voz estaba mas seria, pero seguía siendo tan suave como siempre, luchando por no quebrarse. — Si su grandioso plan es hacerle todo más fácil a Yoon...

𝕃𝕒𝕤 ℍ𝕖𝕣𝕞𝕒𝕟𝕒𝕤 𝕀𝕞『²𝒀𝒆𝒐𝒏』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora