Parte 7

460 50 0
                                    

Mientras las mayores huían, todas se encontraron en el camino, las primeras en llegar fueron Sana y su equipo, que si bien las ayudaron a avanzar, no fue sino hasta que apareció Momo que eliminaron a la mayoría de los hombre del pelinegro, que casi termina acorralado.

Pero a pesar de lo ágil y preparadas que eran cada una de las chicas no lograron prevenir su siguiente movimiento, este había salido con las manos en alto, totalmente desarmado, dejando a las chicas sin saber como reaccionar. — No será tan sencillo pequeña Im, aún no te desarás de mi. — Se burló apretando el botón de un pequeño control en su mano, mismo que ni siquiera la mayor de todas había visto, haciendo explotar y caer una de las paredes a su lado. — ¡Nos vemos después preciosas! Lograron escuchar luego de la explosión.

La impotencia mezclada con la rabia invadió a Nayeon, mientras el resto de sus hermanas tosía debido al polvo y el humo de la explosión, ver como el pelinegro escapaba tan fácilmente no estaba dentro de sus planes, y por supuesto que no lo permitiría, sin saber que dejaba atrás.

Jeongyeon cubría su boca y nariz con la parte interna de su codo, buscando su inhalador en alguno de sus bolsillos, casi nunca lo necesitaba pero en aquel momento, la densidad del aire y el pánico que la invadió al ver a Nayeon salir prácticamente tras Yoon, la hicieron necesitar de él.

Jihyo fue la primera en acercarse a ella, alertando a Momo y Chaeyoung para que la ayudaran a controlar lo que estaba pasándole, y la japonesa mayor fue quien encontró el objeto que la ojiverde buscaba con desesperación en sus bolsillos, salvándola de un posible ahogo. — Nayeon... Se... Fue. — Fueron las primeras palabras que salieron de la boca de la mayor, que seguía luchando con su respiración.

Siendo el primer momento en que las hermanas se daban cuenta de la ausencia de su mayor, Chae y Ryujin se miraron entre si con miedo de que algo le pasara a su Unnie, y a pesar de que las otras chicas también temían por la vida de la castaña, en especial Jihyo al recordar el odio que vio en sus ojos, se mostraron tranquilas ayudando a la mayor a levantarse siendo guiadas por Sana y Tzuyu a medida que avanzaban hacía la salida.

Sin embargo Jeongyeon no estaba dispuesta a dejar ir a la mayor en aquel lugar, quizá sus hermanas confiaran en las habilidades de esta, y no es que ella no lo hiciera también, pero algo en su interior le advertía que nada bueno podría pasar, y necesitaba evitarlo. — Chicas ¿A donde van? ¿Que hay de Nayeon? — Preguntó deteniéndose de pronto, provocando que todas se detuvieran tras ella y Momo, que iba a su lado.

Jeong, es mejor que salgamos de aquí, Unnie siempre encuentra una forma de...

La mayor frunció el ceño al escuchar como Chae trataba de convencerla, mientras las demás la apoyaban en silencio, y aquello de alguna forma la enfureció. — ¿Entonces sólo...

No la abandonaremos Jeong, pero necesitamos salir de aquí antes de que esto explote ¿Entiendes? — Le respondió Jihyo sin dejarla terminar la oración.

No se trataba de solo irse y dejar a la mayor tirada, simplemente seguían el mismo plan que su Unnie, que en cada misión hacía lo mismo, desapareciendo detrás de los malos y apareciendo al final como la heroína que era, lo que enfurecía a su familia entera, pero siempre se defendía diciendo que solo los protegía, por lo que Jihyo confiaba que al igual que las veces anteriores, su hermana realmente volvería a casa. — Nayeon siempre hace esto, no te preocupes, ella siempre vuelve con nosotros.

¿Estas jodiéndome Ji? — Le gritó Jeongyeon mirándola con reproche. — Ni siquiera se te ocurra pensar que voy a dejar que Nayeon se quede aquí a merced de ese hombre.

𝕃𝕒𝕤 ℍ𝕖𝕣𝕞𝕒𝕟𝕒𝕤 𝕀𝕞『²𝒀𝒆𝒐𝒏』Where stories live. Discover now