Ein Traum

EL RECONOCER CUESTA

OLIVER:

Una pequeña punzada hizo que pudiera salir de mi profundo sueño; para ser franco me sentía muy pesado, poco a poco fui abriendo mis ojos para ver ¿Dónde me encontraba? porque nada de esto se parecía a mi recamara, pero si sentía que era familiar el ambiente; mientras más se aclaraba mi vista fui captando que me encontraba en la enfermería, pero ¿Qué carajo estaba haciendo aquí? me moví bruscamente y un dolor me estremeció, me levante lentamente y me destape para que pudiera ver ¿Cuál era la causa de aquel dolor? note que ese dolor emanaba de una herida promedio, me lleve los dedos para poder tocarla con delicadeza.

El ruido de un movimiento me saco del trance y volteé rápidamente para ver ¡¿Qué rayos era eso?!, pude notar la presencia de alguien más que se encontraba en la misma recamara que yo, pero por lo visto estaba casi a mi lado; lentamente me pare para poder ver ¿de quien se trataba? solo que esta maldita herida era algo fastidiosa y si me aceleraba mucho llegaban las punzadas. Al acercarme al cuerpo me percate de algo y era de que se trataba de una chica, quise levantarle delicadamente el cabello que le tapaba parte de su rostro y me vine encontrando con aquella chica delgada, güera de linda piel, con una melena promedio de color castaño claro y oscuro, sus ojos eran castaño oscuro y se trataba de la enojona de Ámbar, aunque no podría mentir al decir que dormida se veía linda y más calmada de lo normal; me limite a despertarla, pero tenia muchas dudas por ejemplo: ¿Qué estaba haciendo aquí? ¿será que me ha estado cuidando?

Me sentía fatigado, aunque no entendía la causa; decidí volver a la camilla para acostarme, al estar recostado me vinieron todos los sucesos que habían acontecido y eso contesto todas mis preguntas, pero ¿yo no recordaba que la herida hubiera sido así de grave? bueno desde mi punto de vista no lo era, si recuerdo que en el camino decidí apretarla con mi brazo para que no se dieran cuenta, porque los chicos luego llegaban a exagerar y siento que este seria un caso igual. Voltee mi mirada hacia Ámbar, al mirarla supe que me había comportado como una escoria con ella y a pesar de todo a estado al pendiente de mi, aunque no me lo mereciera.

Los chicos se han convertido en mi nueva familia como la que alguna vez tuve; con la llegada de las chicas todo el ambiente a cambiado, antes era raro que viniera una que otra y ahora toda la volita esta dentro de la casa y casi nunca salen de aquí, si esto sigue así, a este ritmo vamos a tener que hacerles cuartos extras para que duerman aquí.

Desde el ultimo año de la preparatoria han venido cuatro chicas a mi, tres de ellas eran las más populares y una de ellas casi nada popular, recuerdo que la primera era Aranda Spencer una de las porristas más conocida de la preparatoria y por lo visto también de la Universidad; pasó un tiempo y se peleo con su mejor amiga Liza Flores que resulta que a las dos locas yo les gustaba y de hecho un tiempo jugué con Liza para que su amiguita dejara de pretenderme, la tercera fue Megan pero rápidamente la mande a la fregada por que me acosaba hasta cuando salía del baño ¿Por qué será que las más locas me siguen donde quiera que voy?

Por ultimo, pero menos importante es la cuarta chica; fue una de las que más me desconcertó, por el misterio de como era, fue la única en robar algo de mi atención, por suerte mi mejor amigo era su hermano y creo que por lo raro que ella actuaba conmigo, yo le atraía, no estaba del todo seguro.

Recordé cuando descubrí de que yo le gustaba a Ámbar; me negué a mi mismo que no saldría con nadie más y mi odio hacia la gente que yo le gustaba crecía más y más, cada vez que eso acontecía, venia a mi mente aquella chica rubia, con mirada fría, de piel pálida y mente diabólica, que no paraba de hacerme daño mentalmente y que dañaba a todas las personas que se proponía; hace mucho tiempo hizo un daño que me marco, sentía que sus cadenas me atormentaban y me ataban hasta lo profundo de mi ser, ella no me dejaba ser libre y lo que llego a hacer para dejar una marca en mi, fue macabro y fatal; si llegaba a volver podría hacerles daño a la gente que estuviera cerca de mi, pero esta vez no me encontraba en plan de perder todo lo que he llegado a tener.