UNA MIRADA

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ÁMBAR:

Era un martes por la mañana, salí al balcón para poder reflexionar mejor las cosas; ya había pasado un mes desde el incidente, al parecer solo se enteraron todos los chicos y de las chicas Maya fue la única en enterarse, ¡ya se que es algo irónico!, o ¿tu que crees? La verdad es que cuando los chicos vieron sus habitaciones se pusieron como locos, sin mencionar que estaban muy alterados y algo atónitos. Obviamente las chicas preguntaron ¿Qué había sido?, pero los chicos se limitaron a decir la verdad de lo que estaba sucediendo, así que prefirieron dejarlo en que "alguien se metió a la casa para poder robar", para mi fue muy boba su respuesta y mas su lógica ya que ¿cómo explicamos que no tocaron ni el comer, ni la sala de estar y mucho menos todos los pasillos que tenían bastantes cosas de valor?, pero bueno tengo que guardar este absurdo secreto y Lucas me dijo que por el momento no dijera nada, ya que los que no están enterados corren peligro ¿Cuánto mas aquellos que lo están?. Solo espero que todo esto se resuelva pronto ya que no me agrada mentirle a mi familia y mucho menos a mis amigas; con todo esto espero responderme algo y es ¿de verdad algún día podré saber quién soy en realidad? y si ¿este es el camino correcto que debo de llevar?

De repente alguien interrumpió mis pensamientos – ¡adelante! – esta voz que provenía detrás de la puerta me intrigaba un poco.

–Hola hermosa ¿Cómo estas? – me dijo Evelyn abriendo la puerta y regalándome una enorme sonrisa que me levanto mi animo.

–¿Buenos días, muy bien y tú? – me acerque para darle un fuerte abrazo, del cual ella correspondió y nos sentamos en la cama.

–De maravilla para serte sincera; oye se me olvido decirte ¿no quieres acompañarnos de compras hoy por la tarde? – se veía algo nerviosa, normalmente lo se ya que cuando se ponía así empezaba a jugar con sus dos dedos índices y se mordía la mitad del labio.

–Déjame pensarlo y te lo diré una hora antes.

–¡Ay! ¿Por qué siempre haces eso? – me lanzo una mirada algo estresante y aburrida, del cual quise ignorar.

–Jajajaja ¿hacer qué? – creo que me divertiré un rato y después terminaremos en un sermón del cual casi no me gusta salir de compras.

–¡No te burles, ya sabes en que? ¿Enserio quieres que te de el sermón? – JAJAJA ¡lo sabia, vamos con el sermón!

–Jajaja ¿de qué hablas? Si yo no digo nada – me quise mofar un rato sobre cómo terminaran las cosas.

–Y ya vamos de nuevo a lo mismo; mira te daré rápido el sermón, no quieres acompañarnos porque normalmente dices que la gente se nos queda viendo mucho y que normalmente chavos se nos acercan por la culpa de Maya, Camila y Lulú para que les den sus números, entre otras cosas...sin mencionar que casi no te gusta esperar del todo porque las chicas son muy indecisas cuando compran ropa, ¿olvide algo mas? –de verdad que amo a Evelyn como mi mejor amiga, ya que ella conoce todas mis actitudes y comportamientos, de hecho de todas las chicas la conocí a ella primero cuando íbamos en segundo grado de primaria.

–Te falto decir que casi no hay lugares para que uno se pueda sentar y estar tranquila – a veces me encantaba molestar un rato a mi mejor amiga, aunque del 100% solo la estresaba el 15% ¿Qué mas podría desear?

–¡Ay! ¡no seas así Ámbar Jones! hazlo por mi por favor; sabes que en las tiendas departamentales solo puedo echar relajo contigo, ya que Maya, Lulú, Camila y Carol están demasiado concentradas en la ropa, Sora y Sofía se emboban en los zapatos, mientras tú y yo vamos a comprar garnachas y le hacemos bromas a las personas, ¿enserio me va ha dejar sola? – me lanzo una mirada tan, pero tan tierna que me limite al ver. Me espere para voltear y cuando regrese la mira ella seguía con esa cara y llorando, ¿Qué? ¿estaba llorando?, no puedo creer lo que hare...

Ein TraumWhere stories live. Discover now