Capítulo diecisiete.

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Megan se levantó cuando su cuerpo impactó contra el suelo, apenas logró abrir los ojos cuando una fuerte ráfaga de viento atravesó la ventana y logró que toda su melena castaña quedara frente a sus ojos, así cerrándolos otra vez, se acomodó su cabello y soltó un gran bostezo mientras se llevaba sus finos dedos a su delineada boca para cubrir su mal aliento, se levantó con la mirada somnolienta y se dirigió al baño. Lo último que escuché fue la puerta cerrarse antes de estirar mi cuerpo sobre la cama.

No tenía ganas de dormir, pero me apetecía quedarme en cama, también me apetecía recordar un poco esa esporádica amistad que obtuve de Mia, fue lo más cercano a la amistad que logré tener en mis manos desde hace aproximadamente diez años; era una amistad sin preocupaciones, nunca escuché a Mia hablar de un mañana, era una amistad sin celos, sin dudas, sin críticas, sólo estábamos la una para la otra, y lo sabíamos, y eso era lo que contaba. Pero yo no extrañaba a Mia, extrañar era algo inútil, nada va a volver a ser lo de antes, así que extrañar algo sería querer volver al pasando sabiendo que no lo vas a hacer.

Megan salió envuelta en una toalla y me regaló una leve sonrisa, esas que sólo se dan por educación, abrió la primera gaveta al lado de su cama y sacó lo primero que encontró, sin pudor alguno desató el nudo de la toalla y dejó su cuerpo al desnudo, se colocó la ropa interior junto con una holgada camiseta y un pantalón claro, se volteó y suavemente pronunció.

-Hoy llegan nuevos pacientes, deberías levantarte de la cama-

Ya habían pasado tres meses y medio desde mi llegada al centro de rehabilitación y era hora de la llegada de nuevos pacientes, pero yo no quería ir. Recuerdo perfectamente el día que llegué, era un acto demasiado tedioso pararse en frente de todos sólo para decir tu nombre, de seguro más adelante ya sabrían, y ahora me tocará verlos a ellos convertirse en el blanco de David. Tal vez, llegue una Cath dispuesta a causar problemas, y tal vez se consiga a una Mia que la acompañe en su aventura mientras yo me conformaba con ver la de ellas.

Cerré los ojos un instante y traté de descansar un rato, pero de inmediato me llegó la imagen de Mia gritándome que levantara mi trasero y me fuera a reír de los nuevos pacientes, con sus caras aterradas y algunas desafiantes.

Me levanté y estiré mi pijama, me miré al espejo un momento; había cambiado, no era la misma joven rebelde que había llegado hace tres meses, ya no era la misma niña tratando de aparentar ser otra persona, tal vez ya no estaba tan llena de miedos, tal vez no necesitaba estar aquí, pero sólo... tal vez.

Busqué en la caja donde había depositado todas mis cosas, encontré una blusa algo holgada de color azul y unos pantalones ajustados, como Megan no se encontraba allí decidí dejar caer toda mi ropa al suelo, y poco a poco me coloqué aquellas prendas. Al estar lista volví a mirarme en el espejo -pero todavía no encontraba mi máscara- , fui hasta el auditorio, no sin antes apagar todas las luces de la habitación.

El viento soplaba fuertemente contra mi cabello descontrolado, con pasos firmes y tambaleantes me dirigía al gran auditorio, cuando llegué todos estaban compartiendo murmullos y nerviosismo, me senté en el último asiento y me dispuse a revisar el móvil mientras aquella multitud se daba por calmada.

No esperaba recibir algún mensaje de alguien conocido, mis "amigos" deberían estar en pleno sentido de la alegría al no tenerme ahí causando un poco de molestia. Siempre pensé que estaban a mi lado por lástima, hasta podría llegar a pensar que estaban conmigo en busca de algo de diversión, porque les divertía escapar, les divertía saber que eran reales y que cometían errores, reían cada vez que llegaban a casa ebrios y sus padres sólo los miraban con cierta decepción, la adrenalina de bailar hasta que se les agotaran los pies los volvía un poco más persona, porque como personas deseaban sentir que estaban vivos, y que eran capaces de lastimar. Y tal vez se estaban destruyendo, pero posiblemente para sentir que estás vivo necesitas morir.

Adicción || EDITANDOWhere stories live. Discover now