Capitulo 15

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Para cuando Mew llegó, el olor de comida caliente lo recibió.

Frunció su ceño cuando notó que la casa estaba limpia, no había ningún sirviente allí para ellos. Caminó hacia el comedor y se topó con unas manos y brazos abrazandolo desde atrás, su cuerpo se tensó; ¿qué buscaría ahora?

-Gulf... ¿a qué se debe ésto?- se lo quitó de encima y se giró para ver a su esposo con una camisa entallada y un pantalón ajustado.

-Hola amor -se acercó y le quitó el saco, luego la corbata- Preparé carne de cerdo. Seguí la receta de internet y estuve a punto de quemar la carne- rió bajo y besó rápido en sus labios.

-No voy a firmarte el puto divorcio- gruñó mirandolo a los ojos.

-No quiero eso- Gulf le tomó ambas manos y se lo llevó hacia la silla- Quiero que estés conmigo, que comamos juntos, debes estar cansado...

Mew sentía su cuerpo rígido, le costaba contenerse para no gritarle, golpearlo o decir alguna mierda por el estilo.

-¿Entonces que quieres?- Mew sentía que en algún momento su marido iba a clavarle una espina.... otra después de lo de First.

-¿Me dejas darte de comer?- Gulf se sentó en su regazo y apoyó su cabeza en aquel hombro.El mayor llevó su mano a la mandíbula de Gulf y la tomó duramente.

-Si estás jugando conmigo voy a matarte- gruñó y Gulf recordó que era un hombre herido, acarició aquella mano y sonrió como pudo.

-Te dije que eres mi único amante desde la noche en Los Ángeles- el lacio besó aquella palma- Eres mío y yo soy tuyo Mew.

Gulf se acomodó y cortó un poco de carne para llevarlo a la boca de Mew.

-Abre la boca, prueba lo que hice para tí.

-No quiero.

Gulf lo miró a los ojos... era un niño en el cuerpo de un hombre, necesitaba amor... un amor verdadero.

-Bien, lo comeré yo- sonrió y se llevó un trozo a la boca- Le coloqué picante... y salsa... no se... es un sabor rico- volvió a comer y jadeó de gusto.

Cuando giró la cabeza, Mew estaba lamiéndose los labios, Gulf le acercó un trozo y rozó suave sus labios.

-Solo un trozo...

-No...

-Tu estómago hace ruido- Gulf rió y besó su mejilla- Por favor...

Mew gruñó y abrió la boca de mala gana.

-Quiero hacerte el amor... esta noche- susurró Gulf- Sé que crees que no existe diferencia alguna pero la hay y quiero demostrartelo.

Mew miró hacia el plato, sin decir nada, sin hacer gesto alguno, sin querer decir o hacer nada.

-¿Me dejarías?

El silencio se apoderó de todo, Gulf notó que poco a poco (mientras pasaban las horas) Mew bajaba la guardia.

-Las odio.... odio tus palabras- susurró y Gulf lo abrazó como pudo.

-Yo te amo... amo tus palabras y te amo a tí.

Cuando Gulf elevó su rostro, unos labios llenos chocaron con los de él.

Mew intentó tornar el beso apasionado, duro, carnal... pero Gulf apoyó su mano en su pecho antes de subirla hacia la mejilla para seguir el beso lento, suave, despacio.

Demás fue para ambos que unos minutos después estuvieran en la habitación matrimonial, Gulf sacandole la ropa suavemente, acariciando cada centímetro de piel expuesta, Mew lo miraba con miedo; atento a cualquier cosa... ¿Por qué Gulf no lo notó antes?

-Te amo... dejame amarte...- susurró a Mew y entonces una mano temblorosa del mayor se levantó... la mano del brazo reconstruido- Te amo...- acarició aquel brazo, luego el otro.

Mew sintió que una pared se rompió en mil pedazos mientras que Gulf besaba aquel brazo, aquel cuello.

-Gulf...- intentó gruñir su nombre sin éxito.


-Dejame amarte- murmuró y le tomó la mano para llevarlo a la cama y sentarlo.

Mew le quitó la camisa primero, luego (después de tiempo) desabrochó aquel pantalón.Por primera vez Gulf fue acostado suavemente en aquella cama en donde habia pasado noches enteras llorando y sintiendose solo, pero ahora no. Ahora estaba acostado suavemente, sintiendo el peso sobre él, disfrutando de aquellos besos en su cuello; acariciando su espalda.

-Amor...- jadeó al sentirlo dentro suyo, después de varios segundos de haber sido preparado.

Gulf susurró suave al oído de Mew.

-Hazme el amor... hagamos el amor... yo no voy a herirte nunca...

Fueron minutos y minutos transformados en horas que Gulf fue embestido, besado, tocado, todo aquello lentamente.

-Mew....- gimió, moviendo sus caderas junto con las contrarias.

-Ah... ah...- la voz de su marido salía ronca, baja- Gulf...

Aquellos cuerpos se amaron por un tiempo indeterminable y, cuando llegaron al orgasmo, Mew escondió su rostro en su cuello.

Mew estaba llorando... pero esta vez estaba Gulf a su lado, abrazandolo, sosteniendolo entre sus brazos.

-No te merecías nada de eso- murmuró Gulf, sus ojos llorosos.

Mātamę Lênto ❀ MëwGûlf [Adąpt.]Where stories live. Discover now