Libro 1 Capítulo 15

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Inglaterra

Cruzando el fantástico Canal de La Mancha, muy lejos de la legítima heredera al trono de Inglaterra, se encontraban los Mikaelson a la espera de una señal de vida por parte de la joven pelirroja que esperaban los llevara a un inédito triunfo en la historia de Europa.

Eran los primeros días de Abril y no habían tenido noticia alguna de la Princesa de Gales desde que la misma había abandonado la seguridad de su hogar los últimos días de Enero, si fuera por su alocado y temido padre este ya habría puesto un pie en Francia para poner fin a la tétrica espera que parecía consumir a todo el linaje pese a que algunos se las arreglaban muy bien para ocultarlo. Fue el meticuloso Elijah, no solo príncipe de Inglaterra sino que también mano derecha del rey, quien le había impedido realizar tal torpe acción ya que según el mismo debían darle una oportunidad a la joven a causa de que tenían el efecto sorpresa bajo sus mangas y era algo que no debían desperdiciar por impulsos tan infantiles.

- Nik -Freya llamó su atención de forma brusca en el momento exacto que él estaba, en el jardín posterior del palacio, a punto de lanzar una flecha para que esta se incrustara en su objetivo varios metros más adelante.

- Maldito infierno -Rodó los ojos con agresividad, bajando el arco tras ver que su flecha no había dado en el centro de la madera debido a la inesperada distracción- ¿Es la paz aquello que un rey nunca podrá tener? -

Se limpió el ligero sudor de su frente con la manga de su camisa, observando como Kol y Davina caminaban por los arreglados jardines.

- Es un hombre que aclama traer noticias de Hope, el mismo dice que solo hablará contigo presente -Freya descansó una de sus manos en su antebrazo, sus ojos claros brillando con la información que su lengua se permitía otorgar aquella soleada mañana de primavera.

Niklaus dejó el arco en la mesa más próxima, a una lentitud que solo descolocó a la mayor de sus hermanas, y luego se encaminó hasta el interior de la gran corte que su familia había levantado varios siglos atrás.

Un par de guardias le informaron que el misterioso hombre, a quien habían escoltado dentro una vez este se presentó en la verja principal, ya estaba esperándolo en el majestuoso salón del trono. 

- Mi mensajero favorito -Niklaus le palmeó la espalda con gracia al reconocerlo, permitiéndose incluso esbozar una sonrisa amable cuando el hombre hizo una reverencia extremadamente cuidada- Me fue dicho que traes noticias de la princesa, por favor no hagamos al tiempo más tortuoso de lo que ya es -Movió su mano en un gesto que le incitaba a hablar, tomando asiento en el trono junto al de Hayley.

Su esposa había abandonado la corte muy temprano en la mañana, la misma se encontraba visitando un par de sitios en los que la corona había invertido y ahora aquello le impedía estar aquí para escuchar la información que el hombre tenía con respecto a su única y adorada hija. 

- Fui sorprendido por su Alteza cuando esta apareció en la puerta de mi casa hace ya tres días -Este le comentó mientras rebuscaba algo en su bolsillo, encontrándolo luego de unos tediosos segundos- Quería que le entregara esto de forma bastante urgente, sin distracciones -

Pidió permiso antes de hacerse camino hacia el trono, subiendo los escalones para tenderle al rey la carta que Hope le había dado algunas noches atrás.

- ¿Cómo se veía la misma? -Niklaus examinó el sobre, sus ojos recayendo en la cera roja que mantenía a este cerrado.

Había dos reconocidas iniciales grabadas en la cera, las mismas eran LW.

Si solo fuera Hope -Hosie 1Where stories live. Discover now