Si solo fuera Hope -Hosie 1

Libro 1 Capítulo 14

Hope rebuscó algo en su bolsillo, su vista perdida en el sendero al otro lado de la verja. La impoluta espada, colgando a un lado de su cadera, pesaba como nunca antes.

- Asegurémonos de que esta información muera aquí -Tendió sus dedos hasta depositar varias monedas en la mano del guardia, quien alzó su vista algo sorprendido- Generosidad de su Alteza -Susurró palmeándole el hombro, observando como el hombre hacía que su compañero abriera la verja con un solo ademán.

Hope taloneó al caballo, colocándose la capucha antes de emprender el solitario y peligroso viaje hasta el corazón de la ciudad.

En su camino le costó recordar las indicaciones que aquel hombre le había dado el primer día que había llegado al país pero al cabo de casi una hora y media, y varios caminos mal tomados, terminó golpeando la puerta de su casa.

Los ojos de este aún luchaban por abrirse y su pelo estaba todo revuelto, Hope lo había sacado de la cama. Con rapidez observó las calles vacías por sobre el hombro de la chica, bastante nervioso al reparar en quien había interrumpido su sueño.

- Su Alteza -Le dio una pequeña reverencia antes de hacerla entrar a la casa, cerrando la puerta una vez Hope hizo su camino dentro- ¿Qué le trae por aquí?¿Está usted en algún tipo de problemas? -El hombre cuestionó mientras encendía un par de velas, arreglándoselas también para llenar una pequeña caldera con agua.

La chica negó, tomando lugar cerca de la estufa encendida donde el hombre había dejado calentando el agua.

La casa era pequeña pero cálida, lo normal si se buscaba no llamar la atención para poder así espiar al reino enemigo. Tenía un par de cuadros colgando en las paredes, nada que pudiera relacionarlo con Inglaterra; por lo menos no a simple vista.

- Tiene usted una casa adorable -Le comentó mientras su mirada aún se arrastraba por la estructura, apreciando los muebles y la disposición de los sillones.

- Gracias, princesa -Él le respondió, de pie en la cocina, con una fugaz mirada por sobre su hombro- ¿Podría ofrecerle una taza de té? -

Era una pregunta, sí, pero el hombre ya había sacado el pequeño juego de cerámica.

Hope quiso reír ante lo cotidiano de la escena, como si realmente ambos no pudieran perder la cabeza ahora mismo.

- Me temo que mi visita será corta, ya nos he puesto en peligro con el simple hecho de venir hasta aquí -Le hizo entrar en razón, aun así tomando lugar en uno de los cómodos sillones.

- Y yo me temo que ya he puesto el agua a calentar, debo insistir -Le dio una sonrisa suave, de esa que dejaba ver lo feliz que estaba de compartir algo de tiempo con alguien que realmente lo conociera.

Hope pensó que aquello era triste, especialmente porque no encontró rastro alguno de que alguien más viviera aquí aparte de él.

- En ese caso me quedaré a tomar una taza, muchas gracias -Le dio un pequeño asentimiento, viéndolo moverse por la cocina con bastante maestría.

- Dígame, princesa, en lo que puedo serle de ayuda -Insistió depositando una taza frente a la mencionada, tomando asiento en el sillón frente a Hope.

La Princesa de Gales presenció cuando el mismo se quemó la lengua, su rostro contrayéndose con dolor.

- Es necesario que usted me haga un favor -Se hizo hacia adelante en su asiento, apoyando sus codos en sus rodillas- Deberás, sin distracción alguna, entregarle esta carta a mi padre lo antes posible -Le tendió un pequeño sobre algo maltratado.