Rechazada por los Cullen [Kol y Elijah Mikaelson]

Capitulo 25

—Mi cachorra no va a volver a ir a esa casa—dijo el papá de la niña desesperado caminando de un lado a otro.

—Amor sus tíos la quieren ver ya que ellos no pueden venir a visitarla.

—¿Y que?—suspiro—Si no pueden venir pues ni modo será para la próxima semana.

—No le hemos preguntado a nuestra hija si quiere ir o no.

—Pero va a estar él pelos de elote, la cara de mango y todos los demás—siguió hablando aún caminando de un lado a otro—Yo se que nuestra hija se sabe defender sola, pero la cara de mango estoy seguro que le puede hacer cualquier cosa a nuestra hija.

—Pero.. —interrumpida.

—Ya se lo que vas a decir—rueda los ojos—Van a estar Emmett, Rosalie y Jasper junto a ella—repitió lo que su esposa tanto le estuvo diciendo.

—También era pero pero te quiero decir que... —por segunda vez fue interrumpida.

—Solo serán unas horas—volviéndola a arremedar—Lo se, pero en esas horas puede pasar cualquier cosa, qué tal que si la quiere matar, secuestrarla o algo así—extiende sus manos en el aire—Yo opino que no vaya.

—Tranquiló amor—abraza  su esposo y le da una pequeña sonrisa—Como tú dijiste, solo serán unas horas y estarán al tanto de nuestra hija. Vas a ver que va a llegar cuando menos lo esperes.

—¿Ósea nunca?—hablo confundido y con los ojos llorosos.

Rebekah suspiró tratando de no reírse.

—Me refiero en un abrir y cerrar de ojos.

—¡Me asustaste!—susurró con los ojos muy abiertos para suspirar pesadamente—Nuestra cachorra no va a querer estoy seguro—sonríe—Anda vamos a preguntarle.

—Si tanto insistes.

La pareja camino hacia donde se encontraba la niña quien estaba con su Kol platicando y pintando. Ahora que miraban la escena sospechaban que algo estaban tramando.

—¡Papiii!—corrió a abrazar a Barry—Kol me enseño cómo pintar casas sin que se den cuenta—dijo feliz brincando.

—¿Que te enseño que?—habló enojada mirando mal a su hermano el cual sonrió nervioso—Definitivamente no va a ser buen ejemplo cuando esté grande nuestra hija—susurró a su esposo—Los puntos que había acumulado por cargar todas mis bolsas de la ropa que compré ya se espumaron—mira a Barry—¿Estás de acuerdo?.

—Espera ¿Que? ¿Por qué? Yo solamente le enseñe eso para cuando la lleguen a molestar sepa donde están sus casas y ¡pum! pinta la barda—mueve sus manos simulando que está pintando.

—Y quien fue el que pintó la nuestra—la mayor se cruzó de brazos mirando a Adri y Hope que apenas iba llegando.

—No se sabemos—alzaron sus manos inocentemente mientras se hacían las sorprendidas.

—¿Cómo te atreves a enseñarles eso?—apunta Niklaus a su hermano indignado—¿Estás loco? Yo soy el único que les puede enseñar a hacer ese tipo de cosas, que sea la última vez.

—Qui sia la última viz—lo arremeda—Yo lo puedo hacer porque soy el tío cool. Tú no eres parte de los cool.

—Bueno. Antes de que comiencen a pelear—miró a su hija—Hija, cariño ¿Quieres ir con tus tíos a su casa?ellos no van a poder venir esta vez.

Tanto Niklaus como Kol se miraron horrorizados y comenzaron a negar.

—Que pesadilla ir a esa casa, pobre de mi princesa/pequeña.

—Cachorra, verdad que no quieres ir—sonríe esperando la respuesta.

Adri se quedó pensando unos minutos para suspenso de los mayores que la miraban esperando una respuesta. Frunció su ceño aún pensando en su respuesta y sonrió cuando ya sabía qué contestar.

—Si quiero ir a ver a mis tíos—dijo emocionada y la sonrisa de Barry se borró—Tengo mucho tiempo que no los miro.

—¿Pero que dices? Los miraste exactamente hace 2 días—Hope se cruzó de brazos y sintió una pequeña molestia en su pecho.

—Pero ya es mucho tiempo.

—Cachorra mala—Barry hace un puchero—Me vas a dejar por ir con ellos—finge como si fuera a llorar—¿Me vas a abandonar?.

—Barry deja de tratar de manipular a nuestra hija ella ya dijo que quiere ir.

—¿Disculpa? Pero que dicen, somos un combo si una se va la otra también—se volvió a cruzar de brazos— Así que yo la acompañaré para cuidarla de los pulgosos y de los culon.

—¡Exacto! Somos un combo—mira a Hope y copia su acción, se cruza de brazos—No aceptamos un no como respuesta.

—No querrán separar a un par de pequeñas primas inseparables ¿verdad? Que no pueden estar alejadas por unas horas y se aman mucho, que siempre están juntas en todo momento hasta en sus travesuras—hacen ojitos el par de niñas.

—Lo último no lo tenías que decir—susurra para poner su cara más tierna que nadie puede rechazar lo que pida.

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