PROMPT: Steve y Peggy logran tener un poco más de tiempo, y pueden conversar sobre lo genial que fue seguir cada uno con su vida.
WORDS: 2,504
WARNINGS: none, solo fluff y peggy siendo una diosa. (vean agente carter xfavor q es buenísima)
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— ¡Howard! ¿Se supone que tu maquina debería brillar de esta manera? —La castaña preguntó en un pequeño grito, dado que el pelinegro estaba en el otro lado de la habitación buscando alguna herramienta, y el tocadiscos que tenía en su taller, sonaba a un volumen más alto de lo normal.
La extraña maquina en la que Howard Stark estaba trabajando comenzó a temblar y a brillar mucho más, la agente retrocedió dos pasos, frunciendo el ceño al ver como el brillo de la maquina comenzaba a tomar una forma concreta. Peggy vislumbró lo que parecía un gran edificio, con una gran A en la punta. Estaba segura que era Nueva York, la gran cantidad de gente en las calles podía confirmárselo.
Pero ese edificio era diferente a nada de lo que hubiera visto antes, y la curiosidad le hizo avanzar un paso al frente, su mano extendida, y su mente embelesada por el fulgor que desprendía la máquina experimental del pelinegro
— ¿Brillo? Peggs, ¡Aléjate de la máquina!
— ¡Señorita Carter!
Los gritos de Howard Stark y del señor Jarvis fue lo último que escucho antes de ser absorbida por el arco brillante de la máquina. El aire le faltó por unos segundos y no vio más que oscuridad, hasta que volvió a sentir sus pies en un piso firme. Su mirada rápidamente analizo su alrededor, había muchísima gente usando ropas que nunca había visto, caminando con pequeñas pantallas luminosas en sus manos, chocando contra ella y sin siquiera molestarse en mirar atrás.
Bueno, eso es familiar.
Su mirada se alzó, y cayó en cuenta que estaba frente al gran edificio que había observado a través de la máquina del multimillonario. Sin dudar más, se encaminó hacia la entrada, eran dos grandes puertas de vidrio que no tenían manilla ni nada por donde empujar o tirar, pero no fue necesario buscar una, puesto que cuando estuvo lo suficientemente cerca las puertas se abrieron automáticamente.
"Bienvenida a la torre Vengadores."
— ¿Señor Jarvis? —Peggy murmuró, ante la familiaridad de la voz, pero no había señales del mayordomo por ningún lado. La confusión estaba ahogando su mente, necesitaba encontrar a Howard. Caminó hacia lo que parecía un ascensor, pero de nuevo, no había ningún botón o algo en donde poder abrir las puertas.
"Se necesita acceso nivel vengador para poder acceder a esta área."
