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Estuvieron de acuerdo en trabajar juntos, el problema fue que al principio parecía muy forzado, cosa que ella noto, más bien los tres lo notaron, Kudo y Kuroba lo ignoraron, el tiempo hizo su trabajo (con ayuda de la chica) logrando que fuera más natural y también disfrutando lo que pasaba, claro que molestarse mutuamente también contaba para los dos chicos, al menos le sacaban una que otra risa a la muchacha.

Se estaba oscureciendo, el tiempo se terminó, aun así, sirvió de algo. Esos dos ya podían hablar normalmente como antes, se preguntó si con los ánimos que tenía ahora podría hablar con quienes lo esperaban en la casa, pedir una disculpa a Aoko y el señor Ginzo por hacerlos preocupar a tal grado que Akako uso sus poderes, recordó sus palabras, faltaban dos días antes de ir a la fuerza.

Miró hacia el cielo estrellado, su visión se enfocó en algo en específico.

"También falta un día para que la luna..."

—¿Kaito-kun?

Volteo con suavidad, sus ojos mostraban lo que quería preguntar.

—Estoy bien

—Has estado muy distraído, eso no es estar bien del todo. ¿Puedo ayudarte?

No pudo evitar superponer la imagen de su amiga con ligeras diferencias, ella también estaba de esa manera la vez que todo empezó, suspiro sonoramente, se masajeo la frente por volver a hacer lo mismo, estaba estresado.

—Es verdad, tengo... cosas que me tienen... perdido, por decirlo de una manera

—¿Es por eso que tenías los ojos rojos al llegar? —hablo el menor.

—¿Eh? ¿Eso es verdad?

Desvió la vista avergonzado, tomando nota mental de que no podía ni descuidarse por los pequeños detalles, ni por los que parezcan insignificantes.

—Si, eres un buen observador chico

—Tampoco es como que te hubieras esforzado en ocultarlo con el maquillaje

Se toco debajo de sus ojos con la punta de sus dedos, tenia razón, no es que estuviera con el humor de centrarse en ello.

—Se te ha corrido, ¿te ayudo?

—Agradecería si me prestaras maquillaje, el resto lo hare yo

—De acuerdo, pero ¿sabes usarlo? — saco de su bolso una pequeña caja, parecía nuevo.

—No debe ser difícil, sino me las ingeniare. Iré al baño de la tienda

—Bien, te esperaremos cerca

Vio cómo se despidió sin mirar atrás, dejándola preocupada e inquieta, de verdad le importaba ese chico, un tirón en su pantalón la quito de su ensoñación.

—Ran, ¿estas tú bien?

Se tomo su tiempo antes de responderle

—Solo... preocupada, es bueno, pero debe haber algo grande para que tenga ese ánimo, vi que a veces se forzaba a sonreír, incluso estaba tenso

—¿Tanto te preocupa?

—Claro que si Shinichi, puede que no llevemos casi nada de conocernos, pero con solo pasar ese día con él, supe que es de las personas que se enfocan en la felicidad de los demás que en la propia, y eso puede ser peligroso

La miro desde abajo, también lo pensaba con solo ver su comportamiento, igual le agradecía que ahora pudiera hablar de manera normal con Ran, no lo pensó mucho antes de volver a hablar.

—¿Qué tal si se lo devolvemos? —ella lo miro extrañada, se explicó— Nos ayudó, volvemos a hablar sin esa incomodidad del principio

Se sonrojo de vergüenza al notarlo, era tan natural hablar entre ellos que no supo en que momento dejaron eso atrás, solo sabía que ya podía tratarlo como era antes de todo, su amigo y confidente de sus preocupaciones.

¿Porqué no?Where stories live. Discover now