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Demasiado brillante: fue lo primero que pensó al salir, se despertó con peor humor del que creyó, incluso pensaba en volver y falta a la reunión con Mouri. Se bajo más la visera de su gorra para que el sol no le diera a sus sensibles ojos, las pesadillas no lo dejaron del todo tranquilo, hasta podría mencionar sin problema que no durmió en ningún momento si es que a cerrar los ojos por 5 minutos se puede llamar dormir.

Traer lentes de sol fue descartado, demasiado sospechoso y es lo que menos quiere, además que no podría ver bien, cuando viera a Mouri se disculparía por irse de manera tan repentina, claro que la explicación seria que fue un asunto familiar, no daría detalles.

Lo que vio lo dejo un poco descolocado, no era raro cuando se notaba en que ni se veían a los ojos y estaban ocupados en sus propias cosas, no conversaban entre ellos y el aura que los rodeaba era pesada, volvió a retomar la idea de dejarlos plantados, pero realmente tenia la necesidad de romper y cambiar esas caras de indiferencia que obviamente ocultaban la incomodidad que nació desde la "conversación".

Genial, ahora sentía que la culpa era de él.

Añadiendo que ahora era el mini detective.

Parecía que ninguno de los dos quería al otro, como hermanos que se odian, se regaño por su pensamiento y camino hacia ella.

—Mouri-san

Llamo a la chica, esta sonrió sin mucha emoción y lo saludo desde su lugar.

—Kuroba, me da gusto verte ¿Qué tal todo? No respondiste los mensajes que te envié

—Si, perdón por eso y también por salir corriendo. Fue un asunto urgente —desvió los ojos con culpa e incomodidad.

—No te preocupes, ¿ahora todo está en orden?

—...Claro, ¿y tú con...el detective?

Calla ante la mención, baja la mirada y ve de reojo al niño, este lo nota y la esquiva, vuelva a levantar la cabeza y da una mirada apenada.

—Ha sido raro, pero a la vez liberador, solo tengo que pensar en una respuesta, aun la busco

—Ya veo, por cierto, ¿y este niño?

Se tensaron, la chica lo olvidó por un momento.

—El se está quedando conmigo como favor de un conocido, Edogawa Conan-kun— tomo los hombros del niño para presentarlo y dio una sonrisa forzada.

El pequeño si sonrió de manera mas creíble, tal vez se acostumbró pensó Kaito. Se acuclilló para estar a la estatura del menor, se vieron cara a cara como reconociendo al otro, debe admitir que está más cómodo con ese aspecto, tal vez por no parecer un peligro y engañar con esa falsa inocencia, quien sabe, saco de su bolsillo el dulce (que tenia de reserva para él) que compartió también con Ran.

—Un gusto Conan, soy Kuroba Kaito —le tendió la golosina, este al ver el sabor inconscientemente hizo una mueca.

Al reírse hizo enojar al otro, por lo que guardo ambas manos en los bolsillos y los saco en puños.

—¿Cuál eliges?

Shinichi lo pensó sin mucho interés, eligió la izquierda, la cual al estar abierta se vio un dulce de limón, no pudo ocultar su sorpresa al comprender que noto lo que le disgusto. Lo tomo y saboreo, recordó el día que paso lo mismo, ahora experimentándolo con ese cuerpo.

—Gracias, Kaito-niisan

—De nada, bien ahora... —se levantó y estiro— ¿A dónde vamos? Creo que necesitamos un paseo para despejarnos, todos —miro a ambos, solo asintió la chica esta vez con aprobación.

¿Porqué no?Where stories live. Discover now