Dishes Delicious | Shokugeki no Soma

➻ [ ⎙ ; ❛ Takumi x OC ❜ ↷

Regresar a Italia fue una de las mayores cosas que Takumi quería hacer a penas se saliera de vacaciones en Totsuki, por el simple hecho de que en su país le esperaba alguien demasiado especial para él. Una chica de cabellos rubios y ojos azules, con un enorme apetito por la comida del Aldini y además una promesa hacia el chico.

—Han pasado seis meses Ni-chan. —Isami miró a su hermano mellizo quien no paraba de mover las piernas de lo ansioso que estaba.

—Lo sé, estoy loco por llegar y verla. —El Aldini era una persona demasiado impaciente y más cuando se trataba de aquella chica de cabellos color oro.

—Ni-chan, debería ser más paciente casi llegamos.

El camino a Italia al chico se le hacía largo, aunque solo quedaban diez minutos para que llegarán a su destino. Aldini aún recordaba cuando se había ido salido de su país hace seis meses, desde chiquitos había estado juntos, ella creció ayudando a su familia a atender el restaurante de los Aldini. Era una pequeña niña que siempre andaba molestando a él y a su hermano, siempre observándolos y ayudándolos. Cuando Aldini se fue a Japón, la chica mejoró mucho más su manera de servicios al cliente, para cuando volviera a Italia pudiera servirle mucho más.

Los ojos azules de la chica estaban centrados en la puerta del restaurante de los Aldini, esperando a que la personas empezarán a venir para poder atenderlos. La campanilla del restaurante sonó indicando que había llegado el primer cliente, con una sonrisa y la vista entrecerrada se dispuso a hablar.

—Bienvenido —dijo con una sonrisa destellante sin fijarse como tal en las personas que llegaban.

—No has cambiado nada, Lizzie. Sigues siendo la misma chica despistada. —La chica reconocería aquella voz a diez kilómetros de distancia, abrió bien sus ojos para fijarse en la persona que estaba delante de ella.

—Takumi, Isami. —Se tiró en los brazos de sus amigos dejando su puesto de mesera, feliz sonriendo de par en par al ver a los chicos—. Los extrañé chicos.

—Si no has cambiado nada. —Lizzie estaba que lloraba de felicidad al ver a sus amigos, hacia seis meses que no sabía nada de ellos, seis solitarios meses en los cuales Isami y Takumi estaban haciendo amigos y divirtiéndose mientras ella estaba allí sola.

—Lizzie, yo me tengo que ir. —Isami se soltó del abrazo de la chica dejando a su hermano ahí, en los brazos de la rubia.

—¿Eh? ¿A dónde vas? —preguntó Lizzie un poco decepcionada de la frialdad de Isami.

—Lo siento, pero he de hacer unas cosas, horita hablamos.

Isami salió del restaurante como mismo entró, como si solo hubiera acompañado a su hermano para darle valor en afrontar lo que la chica tenía que decir o mejor dicho afrontar los sentimientos que poseía por la rubia.

—Nos quedamos solos. —En ningún momento Lizzie dejó de abrazar al Aldini, tampoco es como si Takumi se quejara después de todo los brazos de la chica eran su lugar favorito.

—Lizzie, hay algo que he de decirte. —Aquellos ojos azul cielo se clavaron en sus orbes verde marina, le dio la mirada curiosa que siempre solía dar.

—¿Que pasa Takumi? —Lizzie suspiró tratando de calmar su corazón, después de todo siempre le dijo al chico con sinceridad sus sentimientos por él nunca le mentía con las palabras.

—Lizzie, yo estuve pensando en estos seis meses en ti y lo que siento. Sé que es un poco simple mi declaración pero no la puedo alargar, yo creo que me gustas. —Los ojos de la chica brillaron ante aquello, ni se imaginaba que apenas llegar recibiría la respuesta que tanto tiempo había esperado.

Lizzie abrazó más al chico ocultando en su pecho su rostro, aquellas mejillas sonrojadas hasta más no poder, todo sus sentimientos estaban que ardían en su interior y el chico era el detonante.

—Te amo Takumi, siempre lo he hecho. —Le dijo en respuesta, aunque ya se lo había dicho más de mil veces.

—Lo sé tonta. —El rubio la abrazó más recorriendo con una mano la cintura de la chica y con otra llevándola a la barbilla de ella.

Buscando la mirada en sus ojos, buscando aquello que vio en ella solamente. Lizzie sonrojada se levantó en puntillas para besar al Aldini pero cuando iba a dar un paso. Las puertas se abrieron dejando ver a un Isami arrastrado por la muchedumbre.

—Lo siento chicos, las persona en la ciudad se enteramos que volvimos. —Lizzie y Takumi se echaron a reír fuertemente al ver al castaño todo despeinado.

—Vamos Isami a la cocina. —Mientras Takumi dijo aquello se acercó a los labios de la chica robándole un corto beso—. Tu encárgate de los pedidos.

Las mejillas de Lizzie se sonrojaron hasta más no poder, amaba a Takumi y haría lo que fuera por su chico, incluso esperar un año más hasta que se graduara de Totsuki.