¿Y si te digo que te extraño? [EN REVISIÓN]

Especial 5-6: Pedro & Liam

—¿Liam? —frunció involuntariamente el ceño Bel. —Él, no, Liam no es capaz de hacer eso.

—¿Y cómo tu lo sabes?

—Solo son rumores Pablo, no puedes creer en todo lo que las personas hablan. —vi como Bel meneaba la cabeza negándose a creerlo. Arque la ceja. Al parecer había cosas que no me ha contado. —Aprende de mí, me advirtieron que eras listo y me resultaste bobo.

Rodo los ojos divertido. Me saco el dedo de en medio gentilmente con inocencia. —Puedes pudrirte Pedro.

—No puedo creer que le echen la culpa a Liam. —mascullo enojada. —Después de lo que hizo por ayudar a su hermano, él no merece eso. Definitivamente no.

—Y Allan, ¿sí? —inquiri.

Ella apretó sus labios en una línea recta. Vi como las lágrimas se acumulaban en sus ojos vidriosos.

—Bel...

—No voy a llorar. —Extendió su brazo impidiendo que me acercara. —Él no lo merece. Allan se fue y Liam esta limpiando lo que su hermano hizo. ¿Crees que eso es justo? Allan fue egoísta, en vez de confrontar el problema huyó cuando se le presentó la primera oportunidad. Lo habré... lo quiero aún, no obstante, mis sentimientos no me ciegan a ver la realidad. No puedes tapar con un dedo el sol, Pedro. Para vivir hay que arder, ¿no?

—¿Cómo sabes lo de Liam?

Silbe desviando la mirada. Esto olía a kilómetros a celos.

—Estoy yendo a visitar a Liam a su casa.

Espera, ¿qué?

—¿Por qué haces eso? —la tomé por los hombros obligándo a que me viera a los ojos directamente. —Bel.

Ella quitó mis manos de sus hombros pero sin dejar de sostenerlas.

—Al principio fue porque él me pidió un favor, y después me ofrecí a ayudarle a cocinar, Liam esta atareado con la universidad y yendo a ver a Domenica. —explicó. —Liam está totalmente solo. Se llama empatía insecto.

Eso no lo negaba. Liam solo tenía a Allan y a su papá. Renunció a Domenica por su hermano, él cual lo había abandonado reciente, y su padre, ese hombre pasaba más en el extranjero que en su propia casa.

Todos nos distanciamos de él por Allan. Porque la ley era elegir uno, es imposible estar de lado de ambos con lo orgulloso que es. Así que Liam se alejó de nosotros, para que Allan no estuviera solo.

Él siempre cuidó de él, y aún lo sigue haciendo. Aunque Allan se negará a verlo.

Desearía que Liam fuera egoísta y pensara más en su felicidad que la de otros. Solo se lastima a él mismo.

Liam se estaba desmoronando, y nadie hacía nada para sostener sus piezas por miedo a lastimarse en el proceso. Excepto, que ahora el rayo del sol que cruzaba su vida era Bel. Y yo quería también formar parte de ese tramo de ayuda en su vida.

—Podrías cocinar algo para mí también. —Paso su mano por la barbilla en modo seductor. Puso su codo en mi hombro arrimandose.

Puse una mueca molesto ante su actitud seductora. Que cargoso se ponía.

—Huevos revueltos, ¿te apetece? —Pablo al entender la referencia meneo la cabeza. —Vamos. No perdamos el tiempo. —Resoplo caminando a la puerta principal.

Pablo bajo la mirada. Tocando su mentón lo alce.

—Cuidado se te cae los ojos por baboso. —adverti. —¿Traes onda con mi prima o qué?