09; Nuevos Conocidos

55 8 1
                                    

Dejando salir el aire de sus pulmones cerró la botella. Después de mucho por fin pudo tomar un refrescante sorbo de agua. La segunda competencia, por su parte, finalizó en un giro drámatico de los resultados, con su equipo en tercer lugar. Nadie se había dado cuenta de ello, ni siquiera ella misma. La velocidad y simpleza que Shinsō usó para conseguir dos bandas fue fascinante para Amaru, que por primera vez pudo apreciar de cerca el quirk de su compañero y cómo funcionaba. No requería mucha ciencia para descubrirlo una vez tenías el concepto principal.

Brainwashing. Un nombre bastante tenebroso para los demás, y que daba un aura de ser el súper poder de un villano. Le había costado, pero luego de un tiempo descubrió por qué ese chico le era tan familiar de cierta manera.

«Al final nos parecemos más de lo que creía... Qué miedo».

Salió de la sala de descanso que le correspondía a su clase. Era la hora del almuerzo, y esperaba poder disfrutar de algo barato antes de comenzar con otra tortura. Sus amigos la habían felicitado por llegar tan lejos, al igual que a Hitoshi, éste sin tomarle tanta atención. En cambio, la chilena ansiaba seguir escuchando esas palabras en el comedor, quizá eso la llenara de la fuerza que le faltaba. Pensando aquello recordó otra cosa que le levantaría los ánimos.

«Debería llamar a casa...».

Tomando su celular buscó el número de su primo, no obstante, fue interrumpida por unas voces que hacían eco a través del pasillo vacío. ¿Acaso oyó bien? ¿Dijeron sobre un hijo secreto de All Might?

Sus pupilas se dilataron curiosas. Dando pasos cortos se fue acercando a la escena, esperando no ser vista. Del otro lado de la pared, aquel rubio explosivo se apoyaba cruzado de brazos, lo que la hizo esconderse rápidamente junto a una máquina expendedora. Su corazón latía desbocado por la idea de ser atrapada, no quería saber las consecuencias, y menos si quedara en manos del tal Bakugō su castigo.

—¡N-no es así! —su tono era nervioso—. Quiero decir, incluso si lo fuera, si digo que no, no me creerías, pero como sea, eso no es... —se interrumpió al verse enredado—. En primer lugar, déjame preguntarte algo... ¿Por qué piensas en mí...?

—Desde que dijiste: "así no es como es", significa que hay una conexión entre ustedes dos de la que no pueden hablar, ¿verdad?

Un silencio prolongado dio por afirmativa la respuesta. La oji-amarilla podía oír los balbuceos del interrogado, y hubiera deseado ver de cerca. Le era sorprendente que el otro chico -el que hizo la pregunta- haya inferido todo eso prestando atención a un detalle simple.

«Les nombraré Nervios-kun y Severo-san».

—Endeavor es mi padre —confesó—. Estoy seguro que sabes que él ha estado como el héroe número dos desde siempre.

La Fukurōmo bajó el volúmen y la luz de su móvil, impactada por el dato que acababan de soltar, y con las manos sudando fue a buscar en internet el nombre de ese héroe. Cuando las primeras imágenes se cargaron sus ojos se abrieron aún más.

—Si tienes algo del número uno, entonces...tengo más razón para derrotarte.

Si ambos eran hijos de esas grandes figuras daba la impresión que estaban destinados a ser rivales, en especial cuando la voz de Severo-san era tan cargada de resentimiento. Tal vez su progenitor lo crío mentalizándolo para odiar a alguien que ni siquiera conocía, para superarlo, aplastarlo.

—Mi viejo tiene un fuerte deseo por subir en el mundo. Y como héroe, él ganó un nombre con su fuerza aplastante. A causa de eso, la leyenda viviente, All Might, es desagradable para él.

Sus sentidos se centraron en la repetición de la palabra "él", como si quisiera dejar en claro que lo que hacía no era por voluntad propia. O lo que era como persona.

W E A K // BNHAWhere stories live. Discover now