soul tells 색상 ; park jimin.

capítulo ocho; thunder.

farah.

cielito.

nos vemos, cielito.

hola, cielito.

como tu quieras, cielito.

mierda, ¿por qué no salía de mi cabeza su vocecita llamándome de esa manera?

habían pasado ya un buen rato desde la última vez que hablé con jimin, y mierda, en verdad que no podía hablar con él como personas civilizadas; siempre terminábamos por pelear de la misma cosa, y eso me frustraba muchísimo.

entendía que la mayor parte del tiempo fuera un cadillo molesto, pero no era mi culpa en realidad. simplemente no sabía de qué otra manera canalizar mis energías, el hablar y andar de un lado a otro era lo más eficiente que tenía.

y jimin parecía no querer aceptar eso, por lo que hemos visto, y hablado.

pero no podía culparlo, en realidad me sentía jodidamente culpable porque tenía razón; yo había llegado como una intrusa a su vida, y había querido demandar qué tenía que hacer en ella, entendía por qué estaba molesto.

suspiré porque me sentía aburrida por no tener a yoongi a mi lado.

se había ganado una suspensión por no haber hecho su tarea de administración como siempre, así que el día de hoy me encontraba completamente sola.

generalmente era una persona animada y parlanchina que iba por la vida haciendo amigos, pero aunque lo hiciera, no acostumbraba a relacionarme con ellos tanto. sí, me saludaban de vez en cuando con sonrisas y yo respondía, pero mi diminuto círculo íntimo dentro de la universidad era yoongi.

ah, y minah, pero no me juntaba mucho con ella, solo cuando le daba lecciones.

taehyung se la pasaba con hoseok y jimin.

este último llevaba ya algunas semanas tomando clases aquí, y aunque nos encontráramos de vez en cuando en la cafetería o entre los pasillos, yo bajaba la mirada con vergüenza y huía. cuando iba a casa de namjoon, le pedía que me dijera si jimin se acercaba o algo, y cuando lo hacía, salía como burro despavorido hacia mi casa.

y bueno, mierda, ahora me sentía como una antisocial.

tal vez podría hacer algún amigo por el día de hoy, alguien que fuera como un suplente de yoongi, aunque no creo que nadie me aguante tanto como él.

— ¡farah!

brinqué en mi lugar con fuerza, con el corazón en la boca. parpadeé varias veces tratando de adaptar mi vista grisácea a mi profesor, quién me observaba con coraje.

— ¿me puedes explicar qué es lo que acabo de decir?

— ¿s-sobre qué?

el apretó la mandíbula.

— sobre la guerra fría.

— a-ah, eh.. — tartamudeé, sintiendo la mirada de todo mi salón sobre mi — ..y-yo.. — mierda, estaba acabada.

no había puesto atención a ninguna de sus clases desde hace días, en realidad no sabía qué estaba pasando.

— ¿nada?

negué apenada. — lo siento.

el profesor se acercó a mi molesto, y yo me hice pequeña en mi lugar.

— llevas días distraída, no creas que no lo he notado. — dijo — solo lo dejo pasar porque nunca fallas en mi materia, pero no creo que debas estar en mi clase ahora.