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__________ Pov's
Desperté y Cristián se encontraba aún a mi lado sonreí mirándolo se veía tan lindo durmiendo cuando de repente sus ojos azules se abrieron mirándome fijamente, aparte la mirada avergonzada pues me había descubierto
—Buenos días—
Dijo su ronca voz al recién despertar, mordí mi labio inferior al escucharlo pues jamás lo había hecho.
—Buenos días Cris—
Di un rápido beso en sus labios mientras me levantaba hacia el baño estando ahí un fuerte dolor en mi pecho me hizo casi caer, a duras penas me acerqué al lavabo y escupí casi vomitando, ahí se encontraba una asquerosa mezcla entre sangre, mi saliva y no se que tantas cosas más.
Me aparté asustada apoyandome en las paredes mirando con miedo hacía eso que había salido de mí, una silenciosa lágrima cayó de mis ojos y yo la limpié inmediatamente, me acerqué al lavabo esta vez para abrir la llave de agua y que se fuera de ahí aquel monstruo que había salido se mí, lave mi boca y finalmente mi cara las seque con mi toalla y salí del baño en silencio. Afortunadamente mi cuarto estaba vacío y así no tendría que darle explicaciones preocupando a Cristián, me acerqué al baúl donde se encontraba la lista que días antes había hecho y leí los puntos sin tachar
—Esto es una tontería—
Susurré para mí
—Qué es una tontería?—
Preguntó Cristián asustandome
—Joder ¿¡Donde estabas?!—
Pregunte ahora yo mientras me recostaba en la cama, Cristián tomó el papel aunque intenté que no lo hiciera pero sus sucias técnicas de hacerme cosquillas me derrotaron.
Comenzó a leer y dijo
—Esto no es ninguna tontería—
—Claro que lo es, con el dinero que me dejó mi madre dudo mucho que alcancé, ya he hecho varios gastos—
Respondí triste mirando mis manos quienes se entrelazaban nerviosamente
—No te preocupes por eso, ve haciendo tus maletas que nos iremos primero a México y después a Canadá—
Besó mi frente con la nota en sus manos y salió de mi habitación, hice un puchero y comencé a alistar cosas en una pequeña maleta.
Horas más tardes la llamada de mi padre captó toda mi atención, contesté tan rápido como pude mientras decía un
—Hola?—
Esperando la contestación de mi padre, el comenzó a contarme un millar de cosas y finalmente me dijo
—Cristián me comentó que tienes una pequeña lista cariño — hizo una pausa y continuó — sabes que tienes mi apoyo para lo que sea, de hecho te he depositado algo de dinero, aunque no es mucho pero espero que te sirva—
Le agradecí infinidad de veces y finalmente colgamos, en la noche Cristián me dijo que ya tenía los 3 boletos pues Conan viajaría con nosotros, que mañana cerca de las 6 p.m. saldría nuestro vuelo y que estuviéramos listos bastantes horas antes.
Esa noche abracé a Cristián tanto, le agradecí por estar siempre junto a mí y apoyar mis locos planes aunque fueran una tontería.
Horas después ya nos encontrábamos en el aeropuerto haciendo todo nuestro papeleo y esperando a pasar hacia nuestro avión, tenía la esperanza de dormir todo el vuelo y eso es lo que hice en cuanto el avión comenzó a elevarse, me recosté junto a Cristián pues de mi otro lado estaba la ventana cerré mis ojos esperando despertarme en México y así sucedió. Luego de un largo viaje de casi 11 horas ya nos encontrábamos en casa, Conan me abrazó muy fuerte mientras se despedía de mí pues nos dejaría aparte para ir a visitar a sus padres
—Cuidala el doble por mí— se refirió a Cristián —y tú pequeña sabandija mándame mensaje por cualquier cosa— revolvió mi cabello para después alejarse.
Abulté mi labio inferior viendo como se iba, me había acostumbrado tanto a estar con él, pero sé que ahora estoy en buenas manos junto a Cristián. Mi chico y yo tomamos un taxi y nos fuimos en dirección a casa que antes era de mi madre y ahora es mía, metí la llave y abrí la puerta pasamos nuestras maletas y para mi sorpresa se encontraba bastante limpio.
Le enseñé toda la casa a Cristián y finalmente le dije que tomara una ducha pues iríamos a visitar a alguien, afortunadamente esta casa poseía 2 baños completos así que cada quien podría ducharse en uno. El agua fría contrastaba con el caliente clima y nuevamente un fuerte dolor tomó gran parte de mí pecho, cerré a duras penas la llave del agua para evitar que se desperdiciara y pegue mi espalda a la fría pared deslizandome por los blancos azulejos, nuevamente aquella extraña mezcla casi negra salió de mi boca traté de tranquilizarme y lavé mi cuerpo nuevamente
—Estás bien, todo está bien—
Me susurraba a mi misma mientras limpiaba los rastros de aquello que antes había salido de mí.
