just wait [Kenma Kozume]

Capitulo 16

Narra Atsumu:
Ella es perfecta, lo que siempre busque, la quería buscar y encontrar para que luego ella me buscará a mí, pero estaba perdida, yo la encontré y ella sabía que lo estaba pero aún así se negaba a salir del laberinto. Le dije a gritos una y otra vez que ahí estaba, que sabía la salida pero me pasaba por desapercibido, era hartante, cansado, pero la había buscado tanto tiempo que quería atarla con una lazo y llevarla arrastrando a la salida, no la quería dejar porque me sería imposible encontrar a alguien que la superará, tal vez por eso me aferre a ella día y noche, queriendo sacarla del laberinto pero ella estaba ahí, ni siquiera se movía al intento de sacarla a rastras de ahí, era como si fuera parte del laberinto.

- te quiero Atsumu- no pude reaccionar, de repente ella se había dado cuenta de que yo también estaba en el laberinto con ella, pero apenas se había percatado de mi presencia, ni siquiera podía escucharme todavía. Quería decirle que me amara, no que me quisiera, era muy egoísta cuando decía que la quería sólo para mí, que era todo lo que me imaginé siempre en una chica para que alguien más la tuviera y me la quitará, pero parecía negarse a pertenecer a alguien.

Pasamos platicando sobre su vida como modelo, era tan bella, que merecía que todos la vieran y supieran que yo la quise primero.

En cuanto antes planeaba escapar con ella, cumplir mi sueño de jugar en las ligas nacionales de Japón y hacerla mi bella esposa, una modelo, seríamos la pareja perfecta a seguir. Quería que fuera mía ya, pero era tan desesperante en proceso, quería robarla e irme con ella, esconderla a dónde nadie más pudiera enamorarse de ella, pero que todos la vieran, que vieran lo perfecta que ella podía llegar a ser, siendo mía. Me cuidaría.

Entro a la recámara de nuevo. Llevaba el té en las manos y su mirada habitual de desinterés.
( inserte frase de Mario Benedetti, Atsumu poeta)

- Es muy posible que lo que te voy a decir te parezca una locura. Sí es así, le lo dices nadamás. Pero no quiero andar con rodeos: creo que estoy enamorado de ti. ( Un poquito modificada)- me dió miedo por un momento pero alcé la cara para ver su reacción. Lloraba con los ojos en alto, sin pasarse las manos por la cara, lloraba con orgullo.
Estaba a punto de decir algo para hacer menos incómodo el momento cuando ella se lanzo hacia a mí en un abrazo y empezó a reír. Era expendida, estaba riéndose.

- eres tan tonto- estaba aturdido, ¿Por qué me estaba diciendo eso? Le acababa de confesar mi amor- no puedo amarte.

Sus palabras siempre eran esas, no me dolían pero golpeaban fuerte mi ego, era tan patético y aún así quería que ella fuera mía.

- ¿Podrás hacerlo algún día?

- no lo creo, pero puedes intentarlo si es que no hay nadie más que te interese, si eso llega a pasar puedes irte y no te guardare rencor.

- si no me amas, no tendrías porque tenerme rencor- se inclino hacia mí

- no eres el único al que le gusta tenerme, a mí también me gusta tenerte- me lancé a besarla desesperadamente, que a ella le gustará poseerme sin temor a que algún día me fuera, me volvía loco.

Tuvimos sexo esa noche, fue sencillo, más como consolación que por pasión. Pero no dejaba de ser bueno, sexualmente estábamos comprometidos, ni yo tocaba alguien más ni ella. Por lo tanto confiábamos en el implante que tenía siemplemente la función de no dejarla embarazada.

Sentía que habíamos nacido para en algún punto de nuestras vidas encontrarnos y tener sexo, el sexo siempre era mejor con ella, podía quedarme todo el día con ella sientiendo su perfecto cuerpo y me gustaba que supieran que nos habíamos acostado, por eso me encantaba que marcará mi cuerpo, sentía que me quería sólo para ella.

- te traje esto, es un reloj, me gustaría verte con traje usándolo- dijo vistiendose

- ¿Cuando nos casemonos?- me reí

- sólo viviremos juntos, no me quiero casar- me quedé un poco sorprendido y acostado la tomé de la cintura

- si es haciendo esto, acepto- besé su cuello

- ¿Tener sexo siempre?- se burló

- siendo pareja, aunque no casados

- está bien, sólo no apresuremos las cosas, tú tienes tus sueños, cuando los hagas realidad, te buscaré

- ¿A dónde irás?, ¿Y si no los cumplo no me buscarás?

- HAHA, ¿Atsumu dudando de no cumplir su sueño?- se burló

- Sé que lo haré, ¿pero enserio me buscaras?

- claro, también cumpliré los míos, por supuesto

- ¿A dónde irás?

- a ninguna parte- me besó.

Dijo que me buscaría, ¿Enserio ya me estaba escuchando?, ¿en qué momento la saqué del laberinto?, ¿Ya es hora de que ella me buscará?