Itzmin era una niña tranquila disfrutando de su ya adolescencia, tenia interéses como cualquier otra persona. Lo que más le gustaba era saber más de los mexicas y siempre se imaginaba como debió ser la ciudad durante su esplendor, sin embargo, nunca...
Finalmente, después de una hora de estar en las salas de adentro, llegaron a la sección de afuera, la parte que más le gustaba a Itzmin, las ruinas.
El sol brillaba a través de las ruinas contrastando a la perfección con el gris oscuro y claro.
"Muy bien a todos, por favor tengan cuidado en esta parte. Se trata de auténticas ruinas del imperio mexica, así que tengan cuidado y manténganse alejados de los bares. No quiero que nadie se caiga o se lastimé ".
Itzmin se rió. La regla estaba ahí para evitar que las ruinas se arruinen más pero no creía que alguien quisiera saltarse la barda. La plataforma donde ahora se encontraban estaba un poco por encima de las ruinas, por lo que las barras estaban allí para evitar que alguien se cayera y se lastimara.
- "¡Oye, nerd!" La chica resopló. Durante todo el viaje, pensó que podría haberlos evitado, supongo que estaba equivocada. Se volvió hacia los pasos que se acercaban a ella - "Mariana, Felipe, Samuel" los reconoció.
Mariana era una chica bastante alta, con un bronceado claro, cabello castaño claro y ojos oscuros. Ella era agradable al principio, pero cuando se dio cuenta de que Itzmin le estaba quitando la atención de los maestros y comenzó a molestarla.
Junto a Mariana estaba Felipe, su mejor amigo, era alto, de piel clara, cabello castaño y ojos oscuros, no habla mucho pero cuando lo hace es para apoyar cualquier idea que tuviera Mariana. Por último Samuel, el primo de Mariana, era el más bajo de los tres, tenía la piel un poco más blanca que Mariana, seguido de cabello rubio oscuro y ojos verdes, era amable con Itzmin pero cuando Mariana estaba cerca dejaba de serlo.
- "¿Entonces crees que eres mejor solo porque tu papá trabaja aquí?" Marina preguntó con una mirada molesta. - "no, no creo que sea mejor pero mi papá trabaja aquí"
"¡Niños! ¡Manténgase en línea, no deambulen!" La maestra los llamó pero los cuatro la ignoraron rápidamente.
Mariana empujó a Itzmin y la cuál casi se cae. -"¡Oye!" Dijo enojada pero inmediatamente se arrepintió. Felipe le arrancó la mano de los barrotes y Mariana la empujó una vez más.
Itzmin cayó de la plataforma.
Afortunadamente, las ruinas en esa parte no estaban tan abajo, por lo que solo recibió algunos rasguños.
Marinas saltó de la plataforma y aterrizó cerca de ella, pronto Samuel y Felipe la siguieron. Itzmin se levantó asustada. - "No deberíamos estar aquí. Estas ruinas son realmente frágiles. Lo siento, ¿Está bien? ¿Podemos irnos antes de que nos regañen? O peor aún, llevados a prisión por dañar algo tan importante".
Mariana la fulminó con la mirada. - "Estoy tan cansada de que hables todo el tiempo. Estoy cansada de que hables de los mexicas como si fuera lo único que sepas, ¡A nadie le importa! Antes de que vinieras yo era el más inteligente de la clase. Arruinaste todo" y con eso , tiró del cabello de Itzmin y Samuel, su primo, le dio un puñetazo en el estómago.
Iztmin cayó al suelo de dolor. Mariana se rió. - "es mejor que aprendas tu lección o te arrepentirás"
La chica de cabello castaño se levantó y empujó a Mariana. Saltó de las ruinas y corrió. Rápidamente buscó algún tipo de entrada o escaleras para poder salir pronto.
Mientras buscaba pasos sonaron más cerca. Itzmin caminó en silencio y se escondió junto a una pared.
- "Búscala, no podemos dejarla ir o nos delatará"
La ansiedad picó a la chica de cabello castaño y se sentó en silencio. Tenía que salir de aquí y rápido. Mariana, Felipe y Samuel eran tres amigos que la molestaban constantemente pero hoy lo estaban llevando demasiado lejos, Itzmin lo sabía y temía lo que podría pasar si la atrapaban. Después de que Itzmin se tomó unos segundos para calmarse, se puso de pie y comenzó a mirar a su alrededor para ver si podía encontrar alguna salida, pero sin dejar en claro dónde se estaba escondiendo.
-"la encontré"
Itzmin se dio la vuelta, Samuel tenía una sonrisa en su rostro. La niña trató de correr pero Samuel la agarró del brazo y la detuvo. Itzmin tiró y trató de liberarse. Muy pronto llegaron Mariana y Felipe. Itzmin golpeó a Samuel, finalmente soltándose y ella corrió. Corrió lo más rápido que pudo e hizo todo lo posible para evitar que sus compañeros de clase la vieran.
Itzmin vio el Tzompantli y decidió esconderse allí. Ella miró alrededor de la plataforma y vio una grieta en el Tzompantli, tuvo que agacharse para entrar, pero pudo quedarse quieta sin que se lastimara. El lugar era estrecho y algunos cráneos humanos estaban clavados en las paredes, este asombro a Itzmin, algunos de ellos estaban hechos de roca pero otros eran reales.
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Pasaron los minutos y dejó de oír pasos. Itzmin se calmó y pensó que finalmente se habían ido. Pero una mano de repente se acercó a ella desde la pequeña entrada donde se estaba escondiendo. Se retractó de la entrada y golpeó los cráneos detrás de ella con la espalda. Ella resopló al sentir como el golpe le sacaba el aire de sus pulmones.
Por la fuerza, una parte del Tzompantli se soltó y una calavera la golpeó en la parte posterior de la cabeza. Itzmin gimió de dolor, se sintió mareada, todo a su alrededor estaba borroso, comenzó a sentirse extraña y en pánico. Itzmin trató de salir de allí pero no pudo, de repente todo se oscureció.
Mariana, Felipe y Samuel esperaron un rato, ya no intentaron acercarse a Itzmin ni vieron si todavía estaba dentro de las rendijas, creyeron que saldría pronto por temor a que la atraparan. Pero ella no lo hizo así que después de que pasaran los minutos y no escucharan una sola cosa, decidieron irse.
Había una entrada al final de las ruinas, abrieron la puerta y subieron las escaleras para encontrarse con sus compañeros de clase.
