Libro 1 Capítulo 5

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- La frontera con Escocia se ha vuelto más tensa con el correr de los años -Hayley, con su delgado hombro recostado en el marco de la gran puerta, hizo su intervención de forma casi divina- Especialmente desde que has, tanto como Mikael en su momento, negado rechazar tu derecho legítimo a dicho trono -

- Infierno sangriento -Niklaus maldijo a sabiendas de que podía controlar a una mujer Mikaelson, pero no a dos juntas.

La rivalidad de Inglaterra con Escocia era legendaria, casi tanto como la de Inglaterra y Francia. El problema con la primera era que los Mikaleson, a causa de su ascendencia, tenían completo derecho al trono escoces y era algo a lo que jamás se habían negado preocupando así a los actuales regentes de dicho país que en numerables ocasiones habían solicitado que los monarcas ingleses firmaran un contrato donde se especificara su rechazo al trono con el cual compartían frontera.

Niklaus ni siquiera comprendía la razón por la cual aún no había tomado aquel país, sobre todo cuando conocía que había escoceses que apoyaban su derecho a reinar en aquel sitio. Con aquello lograría agrandar su territorio, sí, pero de todas formas no era algo en lo que podía pensar ahora mismo; no cuando toda su atención estaba puesta en Francia.

- Al menos que te retractes de tus acciones, firmando lo que el monarca escocés tanto quiere, sugiero que salgas de caza con el vizconde Hildegard ya que es este quien asegura que nosotros podamos dormir tranquilos sabiendo que el norte está seguro -

El vizconde Hildegard pertenecía a una familia grande y rica, los miembros de este linaje se habían encargado de proteger la frontera con Escocia desde hacía siglos. Habían asistido, en numerables ocasiones, a las festividades anuales de los Mikaelson en la corte de los mismos; de hecho la hija menor del vizconde, Lady Nora Hildegard, era una amiga bastante allegada de la Princesa de Gales.

- Movilizaré algunas tropas hacia Nortumbria y Cumberlandia si es aquello algo que deseas pero no abandonaré este castillo para satisfacer los deseos de ningún duque, sin importar lo importante que este sea para el país -Aclaró en un tono neutro, meneando la cabeza mientras evitaba el contacto visual debido a la intensidad en la mirada de su esposa.

- Lo harás, saldrás de caza durante tres días mientras yo me encargo de los asuntos diplomáticos del país -Hayley siempre había sido de las únicas personas que no temía enfrentarse a Niklaus, aquello se debía a que la misma conocía la importancia que esta tenía para él.

Niklaus Mikaleson, el gran rey con debilidades obvias. Niklaus Mikaelson, el gran rey preso de amor.

- Mi heredera está muy lejos de casa, es mi responsabilidad estar al tanto de cualquier noticia que pueda incumbir a la seguridad de la misma -Excusó su decisión con el hecho de que andar sin rumbo por el reino, mientras seguían los rastros de algunos alces, era algo que no colaboraba en absoluto con la misión de Hope.

- Si Hope está lejos de casa es porque así lo has decidido -La mujer reprocho en una mirada que le advertía era mejor cerrar la boca; algo que él hizo durante varios segundos- Saldrás de caza con el vizconde y pondrás tu mejor actitud mientras yo me quedo aquí, cuidando de los asuntos -

Ahí estaba la mujer de la que el Príncipe de Gales se había enamorado varios años atrás, la mujer que había decidido desposar poco antes de convertirse en rey de Inglaterra tras la muerte de Mikael el terrible.

- Hayley -Él se puso de pie, bordeando el escritorio hasta alcanzarla a mitad del majestuoso despacho que había estado utilizando desde que tenía veinte años- Necesito estar aquí para poder responder rápido en caso de que sea necesario -

Si solo fuera Hope -Hosie 1Onde histórias criam vida. Descubra agora