La mea volá | Markhyuck Chilensis

02. pancito con queso

— te juro que estuve a esto — hice un pequeño espacio con mi dedo pulgar e índice.— de mandarle un wate en el hocico

— ¿y por qué no lo hiciste? — me preguntó con la boca llena.—

oii, renjun culiao, sabe que no me gusta que hagan eso

— tenía una bolsa de hielo en la cara por un pelotazo que le llegó, creo que con lo que sentía era suficiente — le cuentié.—

— ¿y desde cuándo tan humilde vo'?

pucha eke igual se veía malito unu y como que me dió penita yyyy no le pegué po hahaha

aunque no dejaba de ser hincha pelota el wea

— tanto que se demoran la sofi y el jaemin, hace frío, quiero mi pancito con queso — cambié de tema mirando hacia donde se habían ido esos dos.—

— si sabí que esa weá siempre se llena, además que los cabritos chicos se juntan ahí y no dejan pasar

— la legal po, se me había ido esa weá — comencé a reírme cuando un recuerdo pasó por mi mente.—

— ¿de qué te estái riendo ahora? — me miró raro.—

— ¿te acordai cuando el año pasado un pendejito de básica pasó a agarrarme el poto porque casi se cae?

al parecer si se acordaba porque enseguida se puso a reír el weón

recuerdo que ese día estábamos comprando en el kiosco y un weón bruto de tercero pasó a empujar al niñito, casi se me baja el pantalón porque andaba sin cinturón, q creizi

lo peor es que detrás estaba mi ap, casi me pongo a llorar ahí mismo

— oooh la weá buena — se limpió las lágrimas que le salieron por la risa.—

pa' mí que más de alguno pasó a verme los calzoncillos

— ¿qué cosa? — preguntó el nana, asustándonos a mí y al renjun.—

cuando habían llegado weón, casi se me sale mi corazoncito, ah

— hasta que llegaron ¿tan lleno estaba el kiosko? se demoraron caleta — alegó el renjuan.—

— cierto cierto — me levanté del suelo limpiando mi poto.— y por lo visto no me trajeron mi pancito con queso

— chuuuucha, eso era lo que nos faltaba — dijo el jaemin mirando a la sofía.—

txaaaaaaaaaaaaaaaa

— son como el hoyo weón — comencé a caminar en dirección al kiosco pa ir por mi pancito.—

— ¡sin enojarse sí! — me gritó la sofi desde atrás, uiii fea maldita.—

— ¡me enojo po y qué tanto! — giré la cabeza para alzarle el mentón.—

donghyuck el choro de la esquina me dicen, yia

metí mis manitos en el bolsillo de mi poleron y seguí caminando hacia el kiosko, puta qué hacía frío weón, má encima que no había comido nada en la mañana así que me ponía de mal humor

watita llena, corazón contento ¿siono?

por lo menos estaba vacío, ningún cabro chico a la vista, apoyé mis brazos en el mesón

— hola tía ¿cómo está? — le sonreí.—

ella era buena onda conmigo, un par de veces la vi en la sala de profesores cuando me mandaban a buscar guías o las pruebas, o en los actos del liceo, la verdad la conozco desde que llegó, yo iba como en sexto