Capítulo 8.

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Soltó un ahogado gruñido cuando por inercia movió su cadera y el bulto bajo sus pantalones de pijama se frotó contra una tela frente a él; se aferró más al cuerpo contrario para pegarlo a él y sentir más ficción.

Todavía estaba adormilado, pero sentía perfectamente lo bien que se sentía la ficción de su erección dentro de los pantalones contra -para ser más especifico- el trasero de alguien.

Siguió moviendo sus caderas sin ser consiente realmente de sus movimientos, o al menos no hasta que un pequeño gemido de una segunda persona llegó a sus oídos como si fueran dos ruidosos tambores y lo despertaran de golpe.

Abrió los ojos en exceso y al bajar la mirada a la fusión de su cuerpo con el de Louis se alejó como si de repente éste comenzara a quemarle.

Casi se cae de la cama pero fue precavido y se levantó primero de ésta. Su respiración estaba acelerada por el susto y sentía como su sangre comenzaba a recorrer por sus venas debido a que no se tomó ni tiempo de despertarse correctamente.

Llevó sus manos a sus rizos, tironeandolos; se sobresaltó cuando vio como Louis se removía en la cama, estaba a punto de despertarse y no podía verlo de esa forma.

Porque claro, la felicidad mañanera seguía despierta entre sus piernas sin intenciones de querer bajar.

- Mierda, mierda, mierda.

De inmediato rodeó la cama para adentrarse al baño de su habitación y encerrarse de un portazo para apoyarse en la puerta.

El fuerte ruido despertó a Louis, quien abrió los ojos de forma exagerada y se sentaba en la cama con una mano en el pecho cuando su corazón comenzó a latir con rapidez.

Miró a su costado y notó que la cama estaba vacía, frunció su nariz.

- ¿Harry? - lo llamó en voz alta.

No recibió respuesta, pero pudo escuchar con claridad como una respiración acelerada provenía del baño.

No dudó en levantarse y acercarse en pasos lentos a la puerta; dio unos pequeños golpecitos.

- ¿Harry, estás ahí? - volvió a preguntar.

La respiración del otro lado se dejó de escuchar y Louis frunció el ceño. Estuvo a punto de volver a hablar cuando la voz del rizado lo interrumpió:

- S-si, yo, si, estoy aquí. - respondió entrecortado.

- ¿Estás bien?

- ¡Si! Estoy perfectamente. Mierda... -murmuró lo último pero Louis logró escucharlo.

- ¿Qué sucede? ¿Estás descompuesto?

Las mejillas de Harry se encendieron al oír eso, hizo una mueca de dolor cuando su erección palpitó.

- Yo- Si, estoy algo d-descompuesto, creo que - se cortó cuando soltó un bufido y pasó las manos por su rostro-... Me cayó mal la cena de ayer o no sé...

Se quiso golpear mentalmente luego de haber dicho aquello.

- Oh - murmuró el mayor-... ¿Necesitas una pastilla o algo?

Harry mordió su labio interior, sus mejillas estaban ardiendo de la vergüenza- N-no, está bien, tranquilo. Huh, Louis, ¿Puedes ir a hacer el desayuno?

Louis frunció sus labios. - Huh, ¿Si? Claro. Trataré de prepararte algo liviano...

- Está bien, g-gracias.

Dicho eso, escuchó como segundos después la puerta de su habitación era abierta y cerrada, dándole a entender que quedó solo.

Apoyó la cabeza en la puerta, apretó los puños a los costados de su cuerpo conteniendo el hacer una locura.

en aislamiento [l.s] ✗Where stories live. Discover now