Capítulo único

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Kakashi Hatake había vivido enamorado de Iruka Umino desde que lo conoció.
Desde que el ninja que copia había conocido a su compañero de trabajo y sensei de la academia ninja, Iruka Umino, había caído a sus pies.
Aquel chico lo tenía vuelto loco, la forma en que sus ojos se cerraban al sonreír, la misma sonrisa de éste, la paciencia y pasión con la cual enseñaba a los futuros shinobis y kunoichis de Konoha. Todo eso y más era lo que le encantaba de Iruka.

Se habían conocido al ser ambos senseis de Naruto Uzumaki, aunque ya había pasado tiempo desde que el menor había ocupado éste puesto. Ese día se habían encontrado en Ichiraku, Iruka acompañado de aquel escandaloso rubio, y habían platicado un rato. Cuando se despidieron y cada quien se encaminó hacia su morada para finalizar el día, Kakashi se había percatado de algo, algo nuevo que nacía en su pecho. Amor.

Kakashi nunca había creído en el amor a primera vista, no hasta que lo experimentó con Iruka, pues sentía la ferviente necesidad de verlo otra vez, volver a conversar con él, conocerlo mucho mejor, además de una cálida presencia en su pecho al pensar en Iruka.

Y por esas mismas razones y muchas más, Kakashi miraba estupefacto a Anko Mitarashi.

-¿Qué?- preguntó sin el más mínimo rastro de vergüenza Kakashi, Anko soltó una pequeña carcajada.

-Que salgo con Iruka.- repitió Anko, Kakashi no sabía qué pensar, qué decir, qué sentir. Nunca había creído que podía tener una oportunidad con Iruka. Pero el tener consciencia de que ya salía con alguien, era como materializar esa imposibilidad y hacer que presionara su pecho dolorosamente. Lo único que pudo sacar a Kakashi de su ensimismamiento fue la risotada de Anko.- ¿Qué estoy viendo? ¿El gran Hatake Kakashi celoso?

-Claro que no, Anko. Pero Iruka es mi mejor amigo y no sé que tan sabio sea de su parte salir contigo.- repuso Kakashi. La historia de como Iruka se había vuelto su mejor era poco rara, simplemente habían hablado hasta el cansancio y se habían otorgado confianza mutua poco a poco hasta formar un lazo amistoso muy fuerte. Pero Kakashi no quería conformarse con eso, quería más de Iruka, mucho más.

-Te lo cuido bien, no te preocupes.- aseguro Anko asintiendo y comiendo sus dangos con tranquilidad, tranquilidad que agobiaba a su acompañante. Pues él quería gritar, gritarle a Anko, gritarle al mundo que Iruka era suyo, suyo y de nadie más, pero nada podía hacer pues si Iruka había aceptado una relación con Anko era seguramente por voluntad propia, no le quedaba más que aceptar que su amado era feliz, con alguien que no era él.

-Más te vale que así sea.- se limitó a decir Kakashi y se levantó del puesto de dangos donde había encontrado a Anko unos minutos atrás, la chica le había pedido hablar con él y le había dado aquella agridulce noticia. Kakashi no sabía si sentirse mal por si mismo o bien por Iruka. Pero algo era seguro, se resignaría a aceptar aquella relación.

[...]

Los días siguientes no fueron nada buenos para Kakashi, pues Iruka no paraba de hablarle sobre Anko o pedirle consejos relacionados con su noviazgo, él se limitaba a ayudarlo, pues lo veía tan contento que el dolor en su pecho se volvía mínimo al ver esa sonrisa que tanto amaba y esa mirada llena de ilusión y alegría.

-Entonces eres muy feliz con ella ¿Cierto?- preguntó en una ocasión Kakashi mientras caminaba alrededor de la aldea con Iruka pues había accedido acompañarlo a hacer las compras.

-Sí, soy realmente feliz.- respondió Iruka con demasiada felicidad en su voz, felicidad que provocó al corazón de Kakashi estrujarse, le dolía saber eso, pero aún así era feliz por su amigo y amado en secreto, era una sensación muy ambivalente en realidad, era entre desprecio y agradecimiento hacia Anko, porque a pesar de que ella había logrado lo que él no, sabía que Iruka a veces podía recordar malos momentos y deprimirse, pero verlo así de feliz tan constantemente lo hacía realmente sentir una gran gratitud hacia la kunoichi.- ¿Kakashi? ¿Estás bien?- Preguntó Iruka al ver que Kakashi caminaba con la mirada perdida y parecía que lo hacía más por reflejo que por voluntad.

Agridulce resignación (Iruka Umino x Kakashi Hatake)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora