Destinados El alfa supremo libro 1

Parte 20

Duncan estaba algo incómodo, Amaya había llegado después de salir con la hija de Jeff,pero su forma de mirarlo era muy distanta a esta mañana.

_Se puede saber porque tanto me vez, de esa manera

_No te estoy viendo es solo que ...

_Lo dudo,desde tu salida has regresado distinta. Tu forma de verme me irrita Amaya.

_Dime algo que no te moleste, todo Duncan

_entonces deja de verme como si tuviera algo

_Bien, es solo que... me pregunto que haces los dias que te vas y luego regresas

El supremo guardo silencio, cada luna llena debía irse, no quería lastimar a su compañera, pero tampoco podía ocultar para siempre a verdad y el único que sabía era Fernando.

_Dime Duncan que es lo que ocultas_ tomo las manos de su compañero esperando una respuesta

_No pensé que esto llegaría tan pronto, pero no sé por cuanto pensé ocultarlo

_entonces dime Duncan que ocultas para irte tres días y regresar cansado, y dormir durante horas sin moverte.

_Hay algo que no sabes de los supremos, nosotros somos lobos puros como sabes, somos hijos directos de la diosa luna, detrás se esconde algo más, solo a los varones nos pasa, no podemos controlarlo, pero es solo en luna llena y lo que menos quiero es lastimarte, conoces a mi lobo lo has visto pero no has visto más allá Amaya

_Solo dime a que me enfrento Duncan, no me alejare, no me asustare si eso te preocupa

_Los oscuros pueden alcanzar la fase ultima de un lobo les dicen la bestia oscura peor nosotros como ellos también tenemos una bestia de luna llena mi lobo crece y sus ojos dorados se vuelven negros, y cada vez que pasa me encierro al norte de la montaña por tres días, antes que tu estuvieras aquí no tenía problema pero ahora lo que menos quiero es lastimarte si me vez así, no reconozco a nadie.

_Nuestra madre luna quiso ser justa con los oscuros y los supremos por igual.

Amaya no podía creer que él tuviera algo así, pero eso no importaba lo quería y él no la iba a lastimar, pero quería verlo en esa trasformación.

Los días pasaron tan rápidamente, sin darse cuenta, su estado mejoro, Levitt no encontrado nada que pudiera volver a embarazarse y correr riesgos, Pero esta vez era Ducan que no quería tocarla, demostrándole el amor de otras maneras.

_No te vez bien Amaya

_ni te imaginas, mas cuando veo esta ropita de bebe_ dijo con frustración

_Sigue en lo mismo, me pregunto como es que tu... Amaya soy tu madre pero también puedo ser tu amiga en esos temas sé que te da pena pero me gustaría saber cómo aconsejarte

_Si hay algo de intimidad, pero no como yo quisiera me explico

_Ya veo, sé que ha pasado bastante

_Seis largos años mama!!!

_Entonces hay que darle un incentivo, pero antes deja pagar esto

_Esto hermoso a Julieta le va encantar mama

_Lo sé, aun que debería comprar uno de cada color, tal vez este rosa y este lila no crees

_Si, cualquiera se verá hermoso en esas niñas

Amaya estaba algo frustrada, seis años su relación con Duncan estaba bien en lo que cabía, pero le hacía falta algo mas, su loba la alentó que no se diera por vencida, pero la entristecía no tener cachorros como sus hermanos.

Vio a la luna pidiendo un deseo aquella noche mientras su lobo dormía en la cama, extendió la mano hacia esa misma luna y como un reflejo una pequeña luz pequeña bajo quedando en sus palmas de su mano, quedo hipnotizada ante la belleza.

_Eres tan hermoso_ pego sus labios desapareciendo la luz brillante

Sintió su cuerpo destino, tanto que tuvo calor en todo su cuerpo, entro quitándose la bata dejando su desnudez, subió en la cama hasta subirse al cuerpo del supremo que este despertó mirando a su mujer encima de su cuerpo

_Amaya

_no digas nada solo ámame Duncan solo esta noche tócame más allá

La jalo de la nuca besándola tomándola entre sus brazos, después de tanto tiempo sentía que flotaba, araño su espalda desnuda ante el gemido del supremo, consumiéndose esa noche.

Abrió los ojos, pero no estaba en su habitación, estaba en un lugar lleno de floreces amarillas, paso sus manos por aquellos sembradíos, sintiendo como la frescura del lugar inundaba su fosas nasales, a lo lejos vio a una mujer de cabello oscuro y piel brillante, su cuerpo era atraído como una corriente hacia esa mujer extraña

Los labios de la mujer se movían, pero la loba no la escuchaba, tratando de Ender.

_No te escucho

La mujer ofreció sus manos indicando que las tomara, Amaya lo hizo pero al tomarlas sintió que era absorbida hasta verse en el cuerpo de esa mujer y como su cuerpo flotaba hacia la luna

Despertó asustada, su cuerpo estaba mojado en sudor, miro a Duncan que seguía dormido, pero entendía que su sueño podría ser realidad si ella aceptada su lugar como madre de todos.