Capítulo 1

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Era una tradición que una vez al año hicieran esos campamentos, Samuel lo sabía, pero aun así no se sentía capaz de disfrutarlo, aun peor con el corazón roto, con el sentimiento de culpa rondado su cabeza una y otra vez

-Vamos Vegetitta, anímate, ¡solo mira el paisaje!

Estaban en medio del bosque, era lugar a donde siempre iban para acampar, aunque esta vez eran 3, y el lugar vacío de cierto chico se notaba

-¿No se te hace raro? ¿Qué no este...

-El decidió alejarse de nosotros, no lo obligamos- Luzu arreglo su gorro de lana- Porque no vienes a ayudarnos a arreglar las cosas, nos hace falta una mano

-¡Búho del demonio!

El grito de Alex hizo que los dos amigos centraran su vista en el menor, el cual sostenía una lata de conserva dispuesto a lanzarle al búho que se había robado el pescado que los dos chicos habían demorado en pescar

-¡Alex no!-el pelinegro corrió hacia su amigo quitándole la lata de las manos- ¿Estás loco? Puedes matarlo con esto

-¡Se llevó mi pescado! ¡Búho ladrón!- hizo un pucherito llenando de ternura a los otros dos chicos

-No te preocupes Alexbyta, toma el mío, puedo comer otra cosa

Samuel se quedó mirando como el búho voló hacia donde estaba el rio, era muy raro que un animal nocturno atacara así y más por un pescado, es decir, era máximo las 4 de la tarde, esos animales eran nocturnos y siempre se escondían en los arboles

-¿También te pareció raro?- su mirada fue hacia Luzu y luego regreso al mismo lugar

-Sí, creo que iré a investigar

-¿Pero qué dices tío? ¡Que te puedes perder!

-No lo hare Alex, conozco este bosque como la palma de mi mano

La nostalgia lo envolvió de nuevo recordando todo lo que paso con Willy ahí pero quito los pensamientos inmediatamente, sus amigos le habían dejado claro que no debía pensar en él

-Si no regreso manda a la policía, capitán

Escucho maldecir a Alex mientras que Luzu solo le grito que se cuidara y regresara antes de la cena. Camino por todo el largo del bosque, siguiendo el camino que creía que había tomado el búho, si tenía razón se dirigía al rio

Cuando llego al lugar pudo sentir una brisa mucho más fría, se abrazó a si mismo caminando por la orilla, hasta que a lo lejos pudo verlo. Un oso estaba tirado al lado del lago, justo a unos centímetros del animal pudo notar una pantera negra acercándose lentamente

-¡Hey! Aléjate de él

La pantera gruño asustando al chico, pero antes que se pudiera mover la pata del oso hizo que se detuviera, como si fuera una señal miro por última vez al humano antes de correr hacia el bosque de nuevo. Asustado y curioso Samuel se acercó al gran oso, pudo notar que tenía sangre en su lomo y una cortada en la oreja, lo más seguro hecha por cazadores

Su curiosidad pudo más, se acercó lentamente escuchando un leve sonido del animal lo cual hizo detenerse, al parecer no quería que lo toque, pero si su instinto de veterinario estaba en lo correcto si no hacía algo por él moriría

-Tranquilo, no te hare daño, solo quiero revisarte

Dio los últimos pasos antes de tocar el pelaje del oso, era suave y tenía un tono entre castaño y rubio. Busco la herida entre su lomo hasta que pudo ver una gran cortada que iba desde su estómago hasta la parte derecha de su cuerpo

-Es muy grande, puede morir desangrado- susurro más para el mismo- Te llevare a la veterinaria, ahí podre curarte

Acaricio la cabeza del animal que como si lo entendiera y no le hubiera gustado lo que escucho gruño con sus mínimas fuerzas tratando de levantarse, lo cual le era imposible y volvió a caer del dolor

-Si que eres terco-rio por lo bajo antes de quitarse la polera que traía y envolverla en la herida- Aunque te niegues te llevare

Tomo su teléfono para llamar a Luzu, lo mejor de ese lugar es que, aunque estaba lleno de naturaleza también poseía una muy buena señal, lo había descubierto a la mala cuando se perdió la primera vez que fue solo con sus amigos

-Hey Vege, ¿creí haberte di...

-Necesito que vengas al rio en donde cazamos los peces, si es posible trae la camioneta hasta acá

-¿Qué? Pero nos prohibie...

-No me importa, es urgente, hay un camino por el lado derecho del bosque, síguelo y llegaras

Corto sin esperar respuesta mientras se centraba en acariciar al oso y presionar la herida, al parecer ya se había calmado o se había quedado dormido porque respiraba de manera tranquila. Paso casi 20 minutos antes de que la camioneta apareciera por un lado del lago, un preocupado Luzu y un furioso Alex bajaron de ella acercándose hasta el de ojos amatistas

-Espero que tengas una buena razón para arruinar mi cam...

-Está herido, necesitamos llevarlo a la veterinaria

-¡Estás loco! ¡Es un puto oso!

Como si el animal sabía que se referían a él soltó un gruñido haciendo saltar al pequeño del grupo y ganándose una risa de los dos restantes

-No es peligroso, sino ya me hubiera atacado, pero debemos llevarlo ahora mismo si no queremos que muera

-No lo sé Samu, si nos ven puede que llamen a la policía

-Es cierto, es ilegal llevarse un animal sin permiso, te lo dice la ley-Alex asintió escondido tras las espaldas de Luzu

-¡Mis huevos! ¡Unos putos cazadores lo hirieron! ¡No dejare que muera desangrado porque no sabe hacer cumplir sus reglas!

Los dos amigos se vieron antes de soltar un suspiro y ayudar al amante del morado, sufrieron mucho para subir al oso a la camioneta, más que todo porque pesaba como un demonio y este estaba medio dormido

Cuando por fin lo lograron los tres condujeron hacia la veterinaria en donde tanto Luzu como Sam entraron al primer quirófano para atender a su gran paciente. Alex se quedó afuera, esperando que no los descubran y se lleve un buen reproche de su jefe por no cumplir las normas.

Luego de casi dos largas horas por fin los dos amigos salieron limpiando el sudor de sus frentes, el pelinegro salto de la silla medio adormilado, por tanto esperar se había quedado dormido

-¿Y cómo esta Yogui?

-Bien, se recuperara, aunque estará sedado hasta mañana

Luego de arreglar todo Samuel se despidió de sus dos amigos y cerro la veterinaria, el saldría por la puerta trasera. Entro a donde aún el gran oso reposaba, debido a que no tenían una jaula tan grande para él lo dejaron descansar en la gran mesa de mental en donde revisaban a los perros más grandes.

Se acercó hacia donde estaba el gran animal acariciando su pelaje, se veía tan tranquilo, tan en paz que por alguna razón una gran ganas de protegerlo lo invadieron. Acaricio el pelaje de su frente y antes de irse le dio un suave beso en ella

-Tranquilo, yo te protegeré, nadie más te hará daño

Se alejó del animal para salir de la veterinaria y cerrar bien la puerta, sin pensar que ese beso inocente le traería más de un problema, que averiguaría a la mañana siguiente

||Tied Souls|| 🐻Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang